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Luis Ibarra

Un vistazo a la vida de tres grandes boxeadores panameños nacidos en el mismo año.

 

 

 

 

 

 

Por: Juan Pineda

En el boxeo, pasión del panameño, siempre hay algo nuevo que contar y también que recordar. Al revisar la lista de campeones locales, me sorprendí al ver que tres de las glorias que alcanzaron la fama entre 1975 y 1979 nacieron el mismo año: 1953.

Las glorias de 1953
Rigoberto Riasco
, conocido como «El Pequeño Veneno» nació en la ciudad de Panamá el 11 de enero de 1953, mismo día en que J. Edgar Hoover, director de la Oficina Federal de Investigación (FBI) por 48 años, declinara la jugosa oferta de $100,000 anuales para convertirse en el nuevo presidente del Club Internacional de Boxeo*, muestra de la gran importancia que cobraba el boxeo en ese año.

Mientras que el lunes 23 de febrero de 1953, nacía en Colón Luis Ibarra «el Naja», en la ciudad de Manhattan dos grandes del boxeo Rex Layne y Roland LaStarza se peleaban el privilegio de enfrentar al legendario Rocky Marciano, según publicara la revista Time. Ciertamente que 1953 era un año floreciente para el boxeo mundial. El 24 de septiembre de ese mismo año, Marciano venció a LaStarza por nocout.

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Jaime Ríos

Por su parte, Jaime Ríos «El Cieguito Maravilloso»del populoso barrio de El Marañón, nacía el 14 de agosto de 1953 llegando a ser el primer campeón mundial minimosca de la Asociación Mundial de Boxeo. El nacimiento de Ríos concuerda con la cumbre de la carrera de 72 peleas de Kitione Lave «El Torpedo», un boxeador de Tonga que, en ese instante, vencía en el segundo asalto a Jimm Hall en Nueva Zelanda.

 

Campeones mundiales
Estas tres figuras alcanzaron la gloria entre 1975 a 1979. Primero lo hizo Jaime Ríos, como campeón mundial minimosca de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), el 23 de agosto de 1975 al derrotar por puntos al venezolano Rigoberto Marcano.

Un 3 de abril de 1976, Rigoberto Riasco se convierte en campeón mundial al vencer en nueve asaltos al keniano radicado en Japón, Phillipe Waringe Nakayama. Riasco se gana así el honor de ser el primer campeón mundial de la categoría supergallo, creada por el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) en 1976.

El 17 de noviembre de 1979, Luis Ibarra hace historia al alzarse con la diadema de los mosca de la Asociación Mundial de Boxeo, título que estaba en poder del venezolano Betulio González.

Por lo general, quienes practican un deporte tienen una fuente de inspiración y la figura que motivó a Rigoberto Riasco, Jaime Ríos y Luis Ibarra, tal vez fue la del campeón que los antecedió, Ismael Laguna, apodado el Tigre por la rapidez y el estilo de pelear que lo catapultó a la fama y que por los años 70’s se transformó en el ídolo de muchos boxeadores.

El retiro
Otra similitud entre Riasco, Ibarra y Ríos es que después de haberse coronado campeones tuvieron una corta carrera. «El Pequeño veneno», después de tres defensas de su título, lo pierde y anuncia su retiro. Por su parte, «El Cieguito Maravilloso» hizo dos defensas de su corona, perdiéndola en el segundo pleito, luego hace dos peleas más en las que pierde y decide retirase. En 1978, «el Naja» Luis Ibarra, perdió el título en la primera defensa para recuperarlo en 1981 y en 1982 anuncia su retiro.

Curiosamente, luego de un tiempo en el retiro, ninguno de los tres campeones logra alejarse del todo del enlonado y deciden regresar, sin lograr el escollo que los precedió.

Venciendo obstáculos
Los tres boxeadores tuvieron una vida difícil, pues provenían de barrios humildes; dos de ellos, Riasco y Ríos, eran vecinos, nacieron y se criaron en el barrio de El Marañón, en la calle 21 y 12 de octubre. Desde pequeños compartieron juegos y aventuras en esas calles y a la edad de los 16 años deciden incursionar en el mundo del boxeo amateur para luego entrar a formar parte del club de boxeo Cincuentenario. Igualmente lo hace Luis Ibarra que nace en la calle 8 y Meléndez de la ciudad de Colón y alrededor de los 16 años también incursiona en el boxeo.

Algo muy particular de esa época, denominada la edad de oro del boxeo, es que los pugilistas no hacían muchas peleas amateur para llegar a ser profesionales y tal es el caso de estas figuras.

Actualmente, un boxeador realiza como mínimo 20 peleas como amateur para subir a pelear como profesional. También, el boxeador hoy tiene que enfrentar muchos retos para disputar un campeonato mundial.

Los dos marañoneros comenzaron su vida boxística entrenando en el desaparecido gimnasio Pascual Ciela González que estaba ubicado donde hoy se encuentra el Mercado del Marisco. En tanto, Ibarra hace sus pininos en el gimnasio llamado «La cajetita de fósforo» de la ciudad de Colón. Todos ellos tenìan como objetivo alcanzar la fama dentro del boxeo.

En el boxeo nada es fácil, los que hacen de él su modo de vida buscan salir de la pobreza y de los flagelos que la rodean y la vida de estos tres grandes campeones no escapó a esa realidad. Luego de su retiro y de haber alcanzado la fama, cayeron en los problemas sociales típicos de todo famoso.

En ese momento, la pelea ya no era dentro de los tinglados, sino dentro de sus vidas y, tal como lo hicieron cuando eran jóvenes, con ansias de ser campeones mundiales, tuvieron que formarse nuevos objetivos recuperándose de las malas estrategias para continuar con sus vidas, ahora con una experiencia muy enriquecedora, que es transmitida por ellos a niños y jóvenes.

Su contribución
Luego de haber dejado en alto el nombre de Panamá, actualmente estos campeones continúan su labor dentro del boxeo, no como figuras protagónicas, sino como entrenadores. Luis Ibarra actualmente es entrenador en su natal Colón. Igualmente, Rigoberto Riasco está en el extranjero fungiendo como entrenador y Jaime Ríos es un funcionario estatal.

El deporte, en especial el boxeo, se ha convertido en la mejor herramienta para alejar a la juventud de los problemas que aquejan a la sociedad, abriéndoles puertas de escape a la pobreza que les rodea, así como lo hicieron Rigoberto Riasco, Jaime Ríos y Luis Ibarra.

* The Sydney Morning Herald, Feb. 13, 1953.