La maratonista venezolana, residente en Panamá desde hace tres años, sueña con participar en la maratón de los Juegos Olímpicos Tokyo 2020.

Por: David Alejandro Chacón

Fotos: Gerardo Pesantez

Fotos: David Chacón

La campeona del Maratón Internacional de Panamá 2017 y subcampeona 2018, está más cerca que nunca, de participar por primera vez, en unos Juegos Olímpicos. (Tokyo 2020 es la meta).

En abril, en Rotterdam, buscará la marca mínima (2 horas, 29 minutos y 30 segundos) exigida para participar en el Maratón Olímpico. Hasta ahora, su mejor tiempo es 2 horas, 36 minutos, 14 segundos y lo selló en el Maratón Trinidad y Alfonso en Valencia, España (2019)

Otra vía por la que García puede conseguir su boleto a Tokyo, es si queda ubicada entre las 10 primeras mujeres de la cita de Rotterdam, carrera a la que asistirá por segundo año consecutivo.

Además de Holanda, España y Panamá, García ha corrido 42K en Costa Rica y Curazao. Desde hace cuatro años, seis maratones en total con un primer lugar, según recordó la atleta.

García, quien comenzó a correr a los 15 años de edad, ha probado suerte en distancias de 5K, 10K y la media maratón, 21K.

“Voy a confesar esto. Correr era algo que al principio no me gustaba. Yo jugaba fútbol. No es lo mismo correr y ya, el detalle es prepararse para correr; eso es lo difícil”, dijo García, quien con 18 años fue tricampeona nacional juvenil (mil 500 metros, tres mil metros y cinco mil metros planos) de Venezuela.

Apoyo

García consiguió en Panamá su segunda casa. Desde hace tres años hace vida en el Istmo, donde además de ser talento de la marca Nike y competir en diversas carreras, trabaja como instructora personal.

“Dios me dio el talento de correr y lo uso para ayudar a otras personas. Amo lo que hago y por eso no es tan duro entregarme por completo a esta disciplina. En Venezuela también ayudaba a corredores y en Panamá es igual. Me encanta aportar a la sociedad”, dijo la atleta de 30 años.

Júnior Partida & Magaly García

Con la mira puesta en Tokyo, la rutina de Magaly García es de doble entrenamiento diario (mañana y noche) de lunes a sábado, siempre de la mano con su entrenador de toda la vida, Júnior Partida.

“Magaly es un caso especial. Es disciplinada, absorbe todo lo que uno le dice y es creyente de la palabra de Dios. Eso es lo que más la mueve. Es una muchacha de fe y va a lograr todo lo que se propone”, comentó Partida al finalizar uno de los exigentes entrenamientos junto a su pupila.

García confesó que lo más difícil de esta práctica, es levantarse temprano, siempre antes de las cinco de la mañana. “Si quieres llegar lejos debes exigirte y trabajar con inteligencia. Es clave igualmente trabajar de la mano con profesionales y personas que te apoyen en todo momento”.

Para la atleta nacida en Coro, estado Falcón, el entorno es otro punto fundamental. “Si te rodeas de personas que no te incentivan, que te dicen que no todo es entrenar, no vas a funcionar. Debes saber muy bien con quien estás y si están en la misma sintonía”, destacó.

Luego de Tokyo, el plan de Magaly García será competir en carreras internacionales que le generen ingresos. “Estamos enfocados en una excelente preparación que permita, Dios primero, mi presencia en los mejores maratones del mundo”, cerró.

Running en Panamá

“Desde que llegué me dejó sorprendida la cantidad de personas que lo practican. A mucha gente le gusta correr por diversas razones, como: para desestresarse, estar en forma o para mejorar la salud. Además, los espacios se prestan para la práctica del running. Otro punto clave es que todas las semanas hay una carrera y eso también lo he aprovechado”.

¿Un modelo a seguir?

De verdad no quiero ser igual que otra persona. Obviamente me fijo en técnicas como la de los corredores kenianos, pero una persona como tal en específico, no. Dios nos da a cada uno talentos y debemos ser únicos. Siempre tenemos algo que nos hace diferente al resto.

Lo que sí llevo como modelo es la humildad esté donde esté. Ese pensamiento lo he ido aprendiendo con el pasar de los años. Puedes tener mucho dinero, mucha fama, pero si no hay humildad, no tienes nada. Hay que ser humildes y siempre tener como premisa ayudar a otros.