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Cuerpos definidos es el sueño de muchos, pero el temor al aumento de peso ante el consumo de carbohidratos, ha ocasionado que estas personas dejen de lado nutrientes, que además de ser formadores de músculos, son una verdadera fuente de energía para el organismo.

Existen tres grupos de carbohidratos, almidones, glúcidos, o azúcares bajo la base de inicio de un azúcar:

  • Monosacáridos: azúcar encontrado en la glucosa en la sangre.  Fructosa es el azúcar de las frutas y miel y  galactosa es el azúcar de la leche.
  • Disacaridos: sacarosa o azúcar de mesa, también se encuentra en la remolacha y zanahoria. Lactosa es el azúcar de la leche y maltosa la encontrada en cerveza y cereales.
  • Polisacaridos: contienen 3 ó más azúcares simples como: maíz, cereales, y granos.

Igualmente, los carbohidratos se pueden dividir en dos grandes grupos:

Carbohidratos simples: Frutas y jugos. Alimentos de rápida digestión que forman energía inmediatamente, pero al ser de fácil digestión pueden provocar aumento súbito del azúcar en la sangre.  Esta liberación de insulina llevará los carbohidratos a las células adiposas y de los músculos lo que impedirá que el cuerpo utilice la grasa almacenada por el exceso de azúcar presente en la sangre, dificultando la pérdida de peso.

Carbohidratos complejos: Granos, pastas, papa, y maíz entre otros. Alimentos de lenta digestión, que evita grandes elevaciones en los niveles de azúcar. El consumo de estos debe ser moderado sin exageración (no más del 60% del total de las calorías ingeridas).

Otras funciones importantes de los carbohidratos son el ahorro en la quema de proteínas con finalidad energética, mantiene la integridad de los tejidos nerviosos, su deficiencia puede causar daños irreversibles al cerebro, la lactosa permanece más tiempo en los intestinos favoreciendo su funcionamiento.

Eliminar el consumo de carbohidratos de la dieta, envía al cerebro el mensaje de usar proteínas para producir energía.  El atleta que se ejercita mal alimentado, estará comprometiendo su masa muscular; prevéngalo con una dieta balanceada.