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Dermatológicamente existen varias lesiones mal llamadas por muchos como  verrugas, siendo ésta una de las principales causas de consulta en la práctica diaria. Preocupan mucho a los afectados por el lugar donde aparecen, generalmente en

áreas visibles que afectan estéticamente a la persona ó les preocupa que la «verruga» siga creciendo en número o tamaño.  La otra gran interrogante es si estas lesiones son buenas ó malas, si son cáncer, ó si son contagiosas.  Luego de un completo examen físico clínico y dermatoscópico debemos convencer al paciente de que no tienen una verruga ya que las verdaderas verrugas son lesiones en la piel producidas por virus las cuales son altamente contagiosas y presentan una evolución diferente.

Generalmente las mal llamadas verrugas son fibromas blandos, fibromas filiformes, acrocordones y queratosis seborréica.

Los fibromas blandos ó acrocordones

Aparecen alrededor de ojos, cuello y diversos pliegues de la piel; son comunes en varones, mujeres, jóvenes ó adultos, y usualmente son filiformes ó pedunculados, asintomáticos, que sólo causan leves molestias por el roce de la ropa ó de prendas.

Causa y tratamiento

Las causas son múltiples: factor genético ó de herencia, fricción en pacientes con sobrepeso ó con trastornos metabólicos. No presentan mayores complicaciones más que en el aspecto estético.

Hay diversas formas para tratarlas, entre ellas: la electrocirugía, el «shaving» ó rasurado y en otros casos, se requiere de extirpación en forma de huso. La forma que se escoja para retirarlas dependerá de su tamaño y número.

Recomendaciones

Evitarlas es casi imposible ya que en la mayoría de los casos se trata de una predisposición familiar, sí debemos hacer énfasis en personas con sobrepeso, en diabéticos, en los que tienen resistencia a la insulina y en pacientes con trastornos endocrinos pues de no cuidarse adecuadamente éstas aumentarán en número.

La queratosis seborreica

Son neoformaciones benignas de la piel, comunes después de los 40 años, las cuales se pueden observar como una mancha inicial marrón oscura cuyo tamaño oscila entre milímetros y centímetros.  Poseen una superficie lisa, con el paso del tiempo se va llenando de queratina y se va queratinizando, sintiéndose áspera y más gruesa la lesión.  La lesión puede convertirse en una solitaria, semiesférica, color pardo-negruzco, además pueden pedúncularse (separarse de la piel) y parecerse a las fibromas arriba descritas; sobre todo, en la región del cuello y  axilas.

La inflamación de estas causa complicaciones al convertirse en verrugas seborréicas inflamadas. Debemos reconocerlas adecuadamente clínicamente ya que algunas pueden simular lesiones malignas como el cáncer de piel. Histológicamente son una proliferación de la capa superficial de la piel (epidermis) y en otros casos proliferan también células productoras de pigmento (melanocitos), razón por la que se oscurecen y se ven lesiones negras gruesas.

De existir duda diagnóstica, se deben evaluar minuciosamente con dermatoscopia (microscopia ambulatoria) ó realizar una biopsia de piel exploratoria exsicional (se saca toda la lesión para examinarla). Se trata con cirugía tipo: electrocuretaje, crioterapia,  abrasión y resección dérmica.

Al presentarse una lesión diferente en la piel, lo recomendable es acudir al dermatólogo para un adecuado diagnóstico y poder tratar a tiempo las que resulten precancerosas ó cancerosas.

AMA TU PIEL, CONCIÉNTELA Y MÍMALA.

Por: Dra. Jessica J. Correa de Rodríguez

Dermatología y Cirugía de Piel

996-2340 / 6672-3401

jessicacorrea15@hotmail.com