Manny Pacquiao (izq.) y Timothy Bradley (der.) durante la conferencia de prensa de su próximo combate. Foto AP: Frank Franklin II. |
Pacquiao mantiene una postura confusa sobre su retiro del boxeo, rodeado de una carrera como político en crecimiento y un mundo deportivo que no ve ya su figura con mucho agrado.
Por: Omar De La Cruz
El próximo 9 de abril seremos testigos del regreso y posible retiro del boxeador más popular de la última década: Manny Pacquiao.
Emmanuel Dapidran Pacquiao o como comercialmente se le conoce – Manny Pacquiao – se presentará en una de sus sedes el MGM Grand de Las Vegas, Nevada, en Estados Unidos para medirse por tercera ocasión al estadounidense Timothy Bradley.
Pacquiao y Bradley tienen como antecedente dos peleas, una en el 2012, que ganó Timothy por decisión dividida, mientras que Manny vence en el desquite en 2014 por decisión unánime.
El astro filipino viene de perder ante Floyd Mayweather Jr. en 2015, en una pelea deslucida donde Manny mostró poco. Días después se conoció que peleó con una lesión en su hombro derecho. Cuando Pacquiao suba al ring habrá pasado 11 meses desde ese pleito.
Pero hoy los ojos del mundo estarán pendientes si Pacquiao cumple con retirarse o por el contrario, sólo es un retomar de su carrera a la edad de 37 años. Las más recientes declaraciones del propio boxeador, y sus más allegados, indican que la idea de retirarse pasará a segundo plano.
Pacquiao también llega a la pelea en un momento de cambio en su carrera política, además de fuertes cuestionamientos debido a comentarios donde deja ver su carácter moral, situación que ha despertado críticas de diversos grupos sociales en el plano mundial.
¿Y el retiro?
“Me retiro del boxeo para centrarme en mi carrera política. Mi combate contra Timothy Bradley será el último”, así afirmó Pacquiao al momento de anunciar la pelea con Bradley. Pero ahora todo parece haber cambiado.
El pasado mes, Manny declaraba a los medios de comunicación de Filipinas: “Ya había tomado la decisión de retirarme tras ese combate (contra Bradley), pero no estoy diciendo que el boxeo se haya acabado para mí. Nunca se sabe. Es difícil decirlo en estos momentos”.
Su entrenador Freddie Roach tampoco cree en el retiro al señalar: “Conozco bien a Manny. Le encantaría ser Senador y defender su título alguna vez. No creo que sea su última pelea por una razón: todavía tiene mucho que dar. Su ética y trabajo es grande. Me decepcionaría si fuera su última contienda”.
Bob Arum, el promotor de Pacquiao, también pone en duda el retiro al indicar que: «Hace 50 años que estoy en el negocio del boxeo y sé que los boxeadores que se retiran a veces. ¿Será la última pelea de Manny? No tengo claro que pueda garantizarlo”.
Una posible revancha con Mayweather, quien también coquetea con la idea de volver al boxeo, podría ser lo que ronda en la mente de Pacquiao y su equipo de trabajo.
Bradley (izq.) y Pacquiao durante el combate por el título mundial peso welter de la OMB. Las Vegas en abril 2014. Foto AP: Isaac Brekken. |
Los contras
El bajón de su rendimiento deportivo, su carrera política en Filipinas, la pérdida de patrocinios y una que otra declaración confusa, podrían forzar a Manny a realizar su último round en el pugilismo rentado.
Desde el 2012 al 2015 sólo realizó seis peleas, de las cuales perdió el 50% y donde se incluyen el KO propinado por el mexicano Juan Manuel Márquez y la derrota ante Mayweather.
Pacquiao actualmente es diputado de la provincia filipina de Saragandi y aspira a llegar al Senado en las próximas elecciones del 9 de mayo. Un movimiento político en Filipinas intenta impedir que Manny realice su pleito en abril, por considerar que este exceso de publicidad beneficia claramente al astro del boxeo por encima de sus rivales. Además muchos creen que la llega de Pacquiao al senado filipino es inevitable.
El más reciente problema de Pacquiao lo tiene por sus comentarios en contra de las relaciones sexuales de personas del mismo género. Esto le originó un repudió por diversos sectores de la sociedad global. Manny se disculpó aunque mantiene su postura.
Sus palabras ocasionaron que el mes pasado perdiera patrocinadores importantes en su carrera deportiva.
Sin lugar a duda que el amante del deporte estará pendiente del retorno de Pacquiao en abril próximo, pero no tanto para verlo ganador o perder, sino para presenciar el posible round final de una carrera ilustre y con legado de lujo para el boxeo mundial.