La ambición deportiva está abriendo paso a la ambición económica, ganar más dinero.
En un mundo de la fama, el éxito y los altos salarios, existe un aspecto del que poco se habla pero que siempre está presente en toda actividad que genere ingresos, LOS IMPUESTOS.
La particularidad en esta figura nace cuando quien debe pagarlo es un atleta que genera muchísimo ingreso y al país le conviene que el atleta en particular, trabaje o resida en ese país para incrementar la competitividad y el movimiento económico.
Además de financiar la gestión del gobierno, mediante la creación de incentivos fiscales, los impuestos también son utilizados para atraer inversionistas, empresas y personal capacitado con el cual incrementar la economía del país.
Actualmente, el principal objetivo de un atleta es mayormente económico. Por ello, los jugadores buscan una combinación que les brinde beneficio económico y que satisfaga su ambición deportiva. Es decir, muchos jugadores preferirían ir a jugar a un país de un buen nivel con un salario un normal, con bajos impuestos, a ganar un salario un más alto y tener que pagar impuestos mucho más altos. Al margen de la ambición deportiva, final lo que les importa es el ingreso neto.
Valor: Cuando en los medios se habla del salario de deportistas, por lo general se trata de salarios brutos, es decir el valor del contrato sin aplicarle la contribución al fisco.
Un tema importante en las negociaciones para el traspaso de jugadores entre clubes, se basa en quién será el encargado de pagar la carga tributaria. Por regla general es el trabajador o jugador, quien debe pagar esa carga, pero existe la figura en la que el empleador -o bien el club- paga la carga en beneficio del deportista. Esta es una estrategia de negociación muy utilizada para intentar convencer a los atletas para que firmen con un club.
En otros casos, existen regulaciones que ya prevén el modo de pago de comisiones, como sucede con el pago de los jugadores a los agentes. En el reglamento de la FIFA en referencia a los agentes, se establece la comisión se hará sobre el salario bruto anual del jugador. En otras palabras, el mismo agente será responsable de rendirle cuentas al fisco por las comisiones recibidas.
Esta figura fue creada para salvaguardar los intereses del atleta, que en ocasiones cae en manos de agentes inescrupulosos que se aprovechan de la necesidad o ignorancia de muchos deportistas.
Los atletas no solo tienen que pagar impuestos sobre los ingresos por sus prestaciones deportivas sino que también está sujeto al pago de impuestos todo tipo de ingreso como: el derecho de imagen, merchandising, u otros.
Un caso especial, La Ley Beckham
En España, se creó la figura fiscal denominada «Ley Beckham», debido a que se desarrolló para favorecer a clubes españoles en la contratación de deportistas de alto nivel que preferirían jugar en dicho país por la baja carga fiscal.
La Ley Beckham permitió la entrada de muchísimos atletas de alto perfil a España, pues la ley se aplicaba únicamente a los no residentes que trabajaban permanentemente en España. Estos debían pagar 24%, en vez del 43% que hubiesen tenido que pagar, sin este incentivo fiscal.
El beneficio tenía vigencia de 5 años; por ello, muchos deportistas solo jugaban en España durante esos 5 años y luego solicitaban su traspaso a otro país. Una figura evidentemente creada exclusivamente para el deporte.
Debido a la crisis económica en la que se encuentra España en estos momentos, la ley fue derogada, creando una situación de gran tensión entre el gobierno y dirigentes deportivos.
Hoy día, aún existe un beneficio fiscal debido a nuevas negociaciones que dieron como resultado que todos los salarios de atletas menores a 600 mil Euros anuales pagarán impuesto de 23%, y los que superen esa cifra, pagaran 43% en impuestos.