Los deportes son entretenimiento, salud y competitividad, y en ese sentido este busca ganarse un espacio entre los que más se practican y consagren talentos en territorio nacional
Por: Isaac Castillero Wilson
Fotos: Dreamstime
¡Intensidad total! Para los que buscan una opción deportiva diferente, el racquetball puede ser una opción, al ser un juego a alta velocidad que exige la capacidad de reacción física y mental de los participantes, quienes con una raqueta deben tirar o devolver la bola hasta que el oponente no sea capaz de conectarla.
Es una disciplina popular en Norteamérica desde el inicio de los años setenta. Joe Sobeck lo inventó en 1949 en Connecticut, Estados Unidos. Este juego nació como una combinación del squash y el handball. Actualmente se practica en más de noventa países.
A Panamá llegó por influencia de los estadounidenses que habitaban la antigua Zona del Canal de Panamá, quienes lo practicaban en sus bases entre finales de los años ’70 y principio de los ’80. Después de conocido, fue cuando en 1986 se creó la Asociación Nacional De Racquetball de Panamá (Anarapa), con el objetivo de desarrollarlo.
Una pasión latente
Desde entonces, los promovedores locales han luchado con altas y bajas, intentando explotar de la mejor manera esta actividad, que cuenta con poco más de 50 jugadores activos, en su mayoría con más de 30 años de edad.
“Al retirarse los norteamericanos el deporte perdió protagonismo, pero en 2009 se reactiva la disciplina, con la reparación de las canchas, la realización de cuatro torneos oficiales por año a nivel local y con la escogencia del presidente Rubén De La Guardia”, respondió Luis De León, quien tiene más de diez años como jugador y forma parte del equipo de Anarapa.
También explicó, que actualmente existen tres canchas en Clayton, disponibles al público, sin olvidar la del Club Raqueta de la Locería y que a su vez también ha promovido el racquetball, igualmente existen recintos privados.
Es conveniente destacar el rendimiento deportivo alcanzado con la participación en los Juegos Centroamericanos de 2010 en Panamá, la clasificación a los Juegos Panamericanos 2011, medalla de bronce en la categoría Open del Torneo Internacional de República Dominicana en 2012, ese año también se logró el pase al Campeonato Mundial en el qué Panamá se ubicó en la posición #18 de 36 países, además de las preseas de bronce en masculino y femenino Open.
Este año la selección ha visto acción en distintos eventos, como, en el Campeonato Centroamericano de Racquetball, donde se alcanzó el bronce, el Torneo Independencia de Nicaragua, realizado en septiembre pasado, en la que se alcanzó la de oro en los niveles, Open masculino, Dobles Senior e Infantil femenina, entre otras.
Entre los mejores exponentes y protagonistas en suelo patrio, sobresalen, Diana Maura, Gulia Barboni, Irene Caballero, Cesar Domínguez, Charles Sheffield, Ricardo Delgado, Roberto Campos, Agustín Díaz, entre otros. Como instructores figuran, Ricaurte Miranda y Jeff León, este último que en su momento se coronó como campeón en el Mundial Senior.
La asociación centra sus atenciones en el relevo generacional, por lo que implementa un plan para niños, en la que se inició con seis infantes y donde estipulan un incremento para la temporada de verano. Igualmente contemplan el afrontar los desafíos internacionales para el 2014 y el seguir creciendo con el apoyo de las entidades como Pandeportes y empresas privadas.
A jugar
El racquetball cuenta con dos modalidades que son: de dos (Llamado individual) o cuatro jugadores (Dobles), en el que los participantes deben contar con su raqueta de cabeza ancha y puño corto y se desenvuelven en un campo cerrado con cuatro paredes y un techo (12.20 metros de longitud y 6.10 metros de alto).
La mayor dificultad para su práctica en Panamá es el contar con instalaciones, céntricas y adecuadas para jugar.
Para practicar el racquetball se debe hacer una inversión, como: $250 una raqueta; $60 la maleta; $15 el guante y $90 las zapatillas.
Una vez listos para la acción, todo se resume en golpear la pequeña esférica de caucho o goma, la cual no deberá tocar el suelo más de una vez antes de llegar a la pared delantera. El objetivo del juego es efectuar un saque o golpear la pelota de forma que el rival falle en su intención de ripostar.
Un set termina cuando un jugador no puede golpear la bola antes que toque el suelo dos veces, cuando no pueda devolver la bola antes de que toque la pared frontal, antes que golpee el suelo o cuando el tiempo del set se acabe.
Bondades a pura raqueta
Entre los beneficios que denota la disciplina, resalta la mejora de las condiciones aeróbicas y anaeróbicas, pues en ambos casos sostiene altos niveles de la actividad del corazón.
La rapidez del juego y energía implementada durante su práctica, contribuye a la quema de calorías y reduce el porcentaje de grasa. En promedio, un set habitual tiene una duración de 30 minutos y durante este tiempo un jugador recorre una distancia de más de mil metros.
La agilidad y emoción del juego ayuda a disminuir rápidamente los altos niveles de estrés. Además eleva el espíritu de competitividad de quienes lo imponen, aumenta su agilidad y concentración.
Adicionalmente, el lugar donde se practica es conveniente, ya que no importa la hora ni el tiempo externo, pues se lleva a cabo dentro de un gimnasio.
