El 2016 inicia su periplo con el torneo nacional de béisbol juvenil, apenas los primeros días del año, dando la bienvenida al ciclo deportivo de nuestro país
Por: José Pineda
Fotos cortesía: PANDEPORTES
Cuando el «Planeta Béisbol» gira, la pelota rota de un lado hacia otro, la costura roja y delgada se desliza sobre una corriente de aire y aterriza con toda su potencia sobre una plataforma de cuero de cerdo amoldado a la mano humana.
Nuestro «Planeta Béisbol» es especial, algo más que singular, diría más que único y menos que simple. En unos días arrancamos, el árbitro absorberá todo el aire posible en sus pulmones, para poder gritar y estremecer paredes con el único himno que su garganta emite: «Play Ball».
Veamos en medio de nuestra alegoría y folclorismo, el inicio de la temporada juvenil y las opciones de cada uno.
1. Metro es Metro: “El qué se fue no hace falta, sino el que vendrá”. José Murillo III se despidió de la categoría juvenil porque no tenía nada que probar y mucho menos, nada más que le quedará por ganar.
Murillo fue un señor manager en la juvenil con Metro y dio paso a sangre nueva como estratega en la pelota metropolitana. Murillo busca otros horizontes en la pelota profesional y ahora le toca el turno a Carlos Maldonado que empieza a hacer historia como mentor.
Maldonado ganó en el 2014 y se alistan para repetir, Metro tiene herramientas, calidad y dirigentes que trabajan duro para conseguir su meta y objetivo. Metro es número uno según nuestro pronóstico, para ser campeón nacional juvenil.
¡A metro voy!
2. Panamá Oeste, puede sorprender: No me lo crean, pero es lo que pienso. Oeste tiene tremenda ofensiva y todo indica que se reforzará con el prospecto Miguel Ángel González, un receptor que ha estado lesionado, pero pudiera estar en su mejor momento en enero del 2016.
Oeste será dirigido por el experimentado Jorge Cortez, que cumple otra campaña al frente de los Vaqueros de Oeste como timonel.
Los Vaqueros que empiezan como «Diablicos» y terminan como «Parrampanes» en todos los torneos juveniles, excepto 1986 y 1996 cuando ganó sus dos únicos títulos de la pelota juvenil nacional, podrían dar una sorpresa que nadie se imagina.
Será un año netamente ofensivo, Oeste va a batear y con calidad, pero habría que aguardar por el trabajo de su defensa y su pitcheo.
3. Herrera en la buena: Vuelve y traba, Herrera tiene más de 40 años sin ganar en el béisbol juvenil nacional y pudiera seguir sin ganar a menos que pase un milagro.
El manager cubano Israel Delgado sigue trabajando sin descanso, buscando anillar la máquina herrerana que rompa el maleficio de seguir perdiendo en cada temporada. Este año Herrera tiene material, no el mejor de los últimos tres años, pero le basta para ir a pelear por el título nacional.
El receptor William Saavedra tiene carácter ganador para comandar el equipo que sueña con colgarse una corona nacional nuevamente.
Herrera sinceramente no creo que gane, aunque trabaja como campeón, sus mejores temporadas las dejaron atrás (2013-2014) y ahora tienen que esforzarse el doble, por un sueño que no podrán cumplir.
4. Los Santos suena y truena: Parecen una mecha de cohetes, suenan y truenan, pero hasta allí solamente. El flamante equipo santeño pudiera dar un «sorpresón» en el torneo nacional juvenil, pero hay más incrédulos que adeptos.
Los Santos pudieran tener al recién firmado Miguel Amaya de los Chicago Cubs (el jugador del millón de dólares) detrás del plato y al experimentado Ricardo Medina en el banquillo como manager de la tropa negra y naranja.
Medina que también pertenece a los Cubs de Chicago pudiera abogar para tener a Miguel Amaya en la tropa y sacarle provecho al tiempo. Los santeños son aficionados de fe, de mucha fe, pero en la juvenil casi la han perdido. Oremos con Santa Librada por un milagro para Los Santos en el juvenil.
De todo un poquito
_ Chiriquí: Es un duro rival, pero la temporada 2016 puede ser de las más duras que ha enfrentado.
_ Chiriquí Occidente: Mucho por trabajar y poco por demostrar, los de Occidente no figuran entre los 5 mejores del año y parece están destinados a la parte oscura de la tabla de posiciones.
_ Coclé: Una «Leña Roja» que apenas enciende. No es de los llamados favoritos para el próximo torneo, pero podría hacer algo de bulla en la mitad de la tabla.
_ Colón: No asustan ni intimidan, tienen años que no son figuras ni protagonistas. Los «Beep Beep» ya no corren, dan tristeza y habría que enviar una camada de instructores para revivir a los colonenses.
_ Bocas del Toro: Nacen, crecen, juegan y mueren, así son los del Bocas del Toro, pero no pasan de ser juveniles. La selección de Bocas del Toro en la juvenil trabaja para mejorar, pero no para ganar. No se les ve en el pódium en la juvenil y pasarán los años, como dice la canción y no ganarán, al menos eso es lo que se ve en los próximos cinco años.
_ Darién: Sí en Bocas llueve en Darién no para ni escampa. La categoría del dolor y sufrimiento, Darién no viene a pelear, viene a participar y esa mentalidad no encaja en los campeones. Ganar es un sueño, una ilusión, pero el amor por el béisbol les da vida y fuego que nunca se apaga.
¡Viva el Béisbol!