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«Quien se lanza la primera vez en paracaídas, es un verdadero estúpido». Es la frase que entre risas pronuncia Eloy Cruz, uno de los mejores exponentes del paracaidismo nacional e hijo del precursor de este deporte en Panamá.

Fue en la década de los 60´s cuando Loty Cruz, en compañía de militares norteamericanos de la antigua Zona del Canal, tomaron la decisión se subirse a un avión y dejarse caer al vacío, mientras rogaban que un «globo gigante» se abriera y los hiciera ondearse por el aire.

En esa ocasión Loty Cruz, fue el primer panameño en dar ese salto. «Mi padre no lo hizo por quedar bien ante los militares, sino porque quería», comenta su hijo, quien ha seguido religiosamente el ejemplo de su padre, a pesar de la petición de familiares a no arriesgarse tanto.

La evolución

La evolución del paracaidismo local ha sido extensa; los primeros en adueñarse de este deporte fueron los equipos militares tácticos como el Batallón 2000, hasta competencias organizadas en Panamá con nivel internacional entre militares y civiles; quedando Loty Cruz en más de una ocasión en el primer puesto. Situación que animó a más panameños a sumarse a este deporte no tradicional. Luego de 40 años, la primera generación sigue tomado las riendas de un deporte que no esta hecho para los cobardes.

En la familia Cruz, todo empezó como un pasatiempo, una forma de romper las reglas y poco a poco se ha convertido en una tradición familiar de la cual, todos son partícipes. El ejemplo más claro es el de Eloy Cruz, quien tiene sobre sus hombros una carrera de 15 años en el paracaidismo con 1,300 saltos de los cuales mil fueron hechos con una cámara de video en su casco.

El Primer Salto

  • Se hace con un instructor quien es el encargado de abrir el paracaídas, porque muchos osados, en la emoción, olvidan lo que tienen que hacer mientras están en el aire.
  • Los aviones utilizados son: Seneca II (12,000 pies en 15min.), Navajo y Cessna 182.
  • El paso requiere de mucho valor $300 es el costo total de la experiencia.
  • En cuanto a la ropa, debe usarse jeans, zapatillas y t-shirt a la medida.
  • Se necesita de buena salud, tener 18 años, pesar mínimo 90lbs y máximo 230lbs.

Temporada alta

La mejor época para practicar los saltos desde un avión es en verano, ya que por razones de seguridad no debe haber lluvia. Los apasionados del paracaidismo, no le dicen que no a nadie, por el contrario tratan de integrar a todo tipo de personas a sus saltos. Muestra de ello es que a las personas con discapacidad tienen la oportunidad de aplicar para realizar sus saltos con un examen previo.

Durante la temporada alta de saltos, existen dos puntos identificados como los más llamativos y calientes, para realizar las hazañas. El primero es en Punta Chame, donde la emoción está en la cercanía con el mar; mientras que la otra apuesta reconocida para los saltos queda a 20 minutos de la Ciudad de Panamá, en la cuenca del Canal y es la única zona de saltos en el mundo donde disfrutas de la vista de los dos océanos (Atlántico y Pacifico) al mismo tiempo. Allí, se realizan saltos todos los domingos del año, dependiendo del tiempo.

Los mejores exponentes de este interesante deporte:

Históricamente reconocidos son: Loty Cruz, Shorty Miranda, Salguero, mientras que en la actualidad los más destacados son: Eloy Cruz, Mario Hoyos, Octavio DaSilva, Carlos Von Seilitz y Antonio Tiniacos. Muchos comparten sus conocimientos de esta materia en el Club Panamá Freefall de Paracaidismo. Este grupo de hombres intrépidos están dedicados a hacer del paracaidismo una experiencia inolvidable que quede grabada en una cinta de video para el recuerdo.

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DATOS

«Me pone nervioso que pueda suceder algo fuera de control y que algún compañero salga perjudicado, por eso trato de ser muy cuidadoso con lo que hago, siempre pensando en el que tengo a mi lado». Eloy Cruz.

«Cuando estoy en la puerta del avión tengo una sensación de paz que es difícil explicar, una vez en el aire mi cuerpo experimenta una profunda espiritualidad, ya que dejas que tu cuerpo y mente se despejen en un océano de aire y cuando toco tierra, sólo quiero volver al aire una y otra vez». Eloy Cruz