La Villa Olímpica, el nuevo complejo de torres residenciales albergó 11.000 atletas y 6.000 entrenadores. (AP Photo / Leo Correa). |
Entre recortes presupuestarios se extingue la llama de los Juegos Olímpicos, solo queda la incertidumbre en Río de Janeiro, a causa de la construcción de infraestructuras relacionadas al evento.
Por: Félix Josez Corro
Un sabor agridulce queda en el pueblo carioca al finalizar los Juegos Olímpicos. Aun persiste la crisis política, recesión económica y el desempleo. Se desvanecieron los sueños de prosperidad que se perfilaba en 2009 cuando se elegía a Brasil como sede de tan magno evento deportivo.
Para garantizar el cumplimiento de las obligaciones asumidas por el Comité Olímpico Internacional (COI), se estableció la Autoridad Pública Olímpica (APO), creada por la administración pública del Senado brasileño, para organizar los Juegos Olímpicos. Un informe plasmado en el sitio www.apo.gov.br plasma que el 60% del financiamiento de los proyectos para la ruta deportiva provino del sector privado, mientras que el 40% fueron recursos públicos.
Piscinas, coliseos, canchas y pistas atléticas, fueron acondicionadas para Río 2016, evento deportivo que contó con una inversión de 37,600 millones de reales (un aproximado de 12 millones de dólares). De los cuales 24,100 fueron utilizados en infraestructuras y 7,000 en las operaciones del comité organizador.
Si bien las olimpiadas generaron en Brasil un leve despunte económico y además ofertaron plazas de trabajo a corto plazo, especialistas en la materia vaticinan que el evento deportivo generará inflaciones hasta el año 2020, debido a la recesión que vive el país sureño.
Mientras, las autoridades y los organizadores de Río 2016, han señalado que la inversión que se realizó en el Parque Olímpico, se recuperará con el desarrollo del proyecto “Ilha Pura” (Isla Pura), aunque algunas de las construcciones se encuentran incompletas, conocedores del tema no descartan que, a pesar de ser inmuebles bien acondicionados, el panorama económico actual en Brasil, será un obstáculo para encontrar quienes habiten estos apartamentos.
A diferencia de la villa de Londres 2012, que fue transformada en un área de viviendas de precios módicos; en Río de Janeiro, se proyectó convertir el Parque Olímpico de 1.18 millones de metros cuadrados, en un distrito con estructuras de lujo, donde el precio promedio es de 1.4 millones de reales (435,000 dólares), mientras que el valor de un penthouses podría estar en dos millones de dólares.
Sostenibilidad en escenarios olímpicos
Como se ha podido percibir a través de los medios tradicionales y las plataformas tecnológicas, los Juegos Olímpicos se convirtieron en algo más que un evento deportivo, generando políticas públicas que beneficiaron a las zonas escogidas para la realizar cada disciplina. En cada una de ellas se realizaron obras en: movilidad, ambiente urbano, deporte, educación y cultura.
Por ejemplo, en la zona de Barra de Tijuca, se ubicó la villa olímpica, en la que se levantaron 31 edificaciones para albergar a 17,950 personas, en 3,604 apartamentos. Fue también escenario del centro de prensa, difusión y transmisiones. En esta área se ejecutaron obras de: alcantarillados, tomas de agua y electricidad. Finalizado los juegos, este último servicio continuará beneficiando a los lugareños, que suman un aproximado de 40,000 habitantes.
Por otro lado, los inmuebles recibieron certificación ambiental LEED, debido a las placas fotovoltaicas que fueron utilizadas para el calentamiento del agua, como parte de un proyecto ecológico que evitó la emisión de carbono.
Exclusividad por el rating
Mediante el uso de 52 unidades móviles, la Olympic Broadcasting Service, distribuyó un aproximado de 60,000 horas en material audiovisual digital a sus asociados internacionales. En el caso de Latinoamérica, la exclusividad fue comprada por América Móvil, del empresario Carlos Slim, empresa que firmó acuerdos con ESPN y Fox Sports, para otorgar los derechos de transmisión, para la televisión paga y online.
Por otro lado, Google se sumó a la estrategia con Claro Sports, también propiedad de Slim, para generar contenidos a través de la plataforma YouTube. En esta ocasión el buscador incluyó enlaces en directo, vídeos de competencias y resúmenes de cada jornada. Para la cita deportiva, Google también desarrolló una herramienta de geolocalización para hacer recorridos virtuales en Río de Janeiro.
Investigando en diferentes portales web, tanto de la empresa América Móvil y del Comité Olímpico Internacional (COI), no se encontró una cifra que nos indicara cuánto fue el monto pagado por la exclusividad de transmitir los Juegos Olímpicos de Río 2016. Pero, según www.eleconomista.com puede rondar los 1,550 millones de dólares.