Mary Spencer de Canadá, a la izquierda, pelea con Irina Sinezkaya de Rusia durante la pelea final de 66 kg en el tercer Campeonato Mundial Femenino en Podolski. Octubre, 2005. |
Les toca a las mujeres comenzar a escribir su historia en el boxeo olímpico y Londres 2012 será testigo de esas primeras hazañas.
Por: Héctor Villarreal
Periodista especializado en deportes
El boxeo ha sido uno de los deportes más tradicionales en la historia de la humanidad. Se han encontrado evidencias de que los antiguos egipcios practicaron alguna variedad de este deporte alrededor del año 3,000 a.C.
Desde sus primeras manifestaciones, la manera de combatir ha sufrido una constante evolución y su incorporación al panorama deportivo data del año 688 A.C. en la XXIII Olimpiada de la antigua Grecia.
En la era moderna el pugilismo no tardó en ser aprobado como deporte olímpico y en los terceros juegos, celebrados en St. Louis, Estados Unidos en 1904, se compitió en siete categorías de peso.
Por primera vez
Desde entonces han sido muchos los deportes que se han aceptado como disciplinas oficiales de la competencia olímpica y en todas ellas se incorporó posteriormente su versión femenina; sin embargo, han tenido que pasar más de cien años para que tengamos la oportunidad de ver por primera vez mujeres disputando medallas en el ring.
La idea de añadir la rama femenina a las competencias internacionales del boxeo aficionado ha venido tomando fuerza en los últimos años, pero a pesar de que en el Campeonato Mundial de Boxeo Femenino realizado en 2008 participaron peleadoras de 40 países, el Concejo Ejecutivo del Comité Olímpico Internacional rechazó por mayoría de votos la incorporación de esa modalidad a los Juegos Olímpicos celebrados ese año en Beijing, China.
Las boxeadoras que estarán en los Juegos Olímpicos por el continente americano, son: en 51 kilogramos, Karlha Magliocco (Venezuela), Marlen Esparza (USA), Erica Dos Santos (Brasil). En 60kg, Adriana Dos Santos (Brasil), Quanitta Underwood (USA), en 75kg Roseli Amaral (Brasil), Claressa Escudos (USA) y Mary Spencer (Canadá).
El Secretario de la Federación Panameña de Boxeo Olímpico, Marco Rosas, admite no ser partidario de ver mujeres combatiendo en un ring, pero a la vez admite que el público ha aceptado estas competencias y las disfruta igual o más que las de varones. «En torneos continentales hemos visto boxeadoras de un admirable nivel técnico, principalmente de países como México, Argentina y Estados Unidos que nos llevan algo de ventaja en el desarrollo de esta rama» señaló Rosas, «Además, la mayoría de ellas conservan su belleza y feminidad. Si ellas quieren practicar este deporte y contribuyen al realce del boxeo como espectáculo, no creo que sea justo impedírselo», añadió el dirigente.
Rosas aclara que la federación impulsó desde un principio la participación de mujeres panameñas en competencias del área para explorar sus probabilidades en una rama que para todos los países es relativamente nueva, pero desde las primeras competencias los resultados les mostraron la realidad de que hay que seguir trabajando en la actividad local y convenciendo a las jóvenes atletas de permanecer como aficionadas en vez de incursionar en el profesionalismo.
Anna Laurell de Suecia celebra su victoria contra Olga Novikova de Ukrania, luego de la pelea final en el tercer Campeonato Mundial de Mujeres en Podolsk. Octubre, 2005 |
Guantes de Oro
La dirigencia panameña continuó gestionando la participación de atletas de la rama masculina en competencias oficiales logrando clasificar un boxeador al torneo Olímpico por primera vez en 40 años. El Comité Olímpico Internacional (COI) y la Asociación Internacional de Boxeo Aficionado tomaron la decisión de clasificar por la vía del comodín o wild card a los juegos de Londres 2012 al boxeador capitalino Juan Huertas, Campeón Nacional de los 60 kilogramos y ganador del premio al boxeador más técnico del Campeonato Nacional Guantes de Oro, realizado en diciembre del año pasado.
En ese torneo anual se activó la versión femenina con los inconvenientes propios de una actividad que en Panamá aún no se practica de forma masiva y aunque algunas boxeadoras se colgaron preseas doradas habiendo realizado solo dos combates, se logró convocar participantes en cuatro diferentes divisiones de peso, una más que en la cita olímpica de este año, en la que solo combatirán en las categorías mosca (48-51 Kg), ligero (57-60 kg) y mediano (69-75 kg).
¿Falda o pantalón?
De hecho, serán solo 36 mujeres (12 en cada peso) las que se unirán a los 250 atletas de la rama masculina para disputar la competencia boxística en Londres, pero lo harán bajo ligeras variantes en el reglamento.
La principal diferencia entre el boxeo masculino y el femenino es la vestimenta. Las damas utilizan camisetas más ajustadas que permiten los soportes para protectores pectorales. Una
variante más evidente es el uso de faldas aunque el mismo no es de carácter obligatorio, ya que hay algunas peleadoras que se sienten más cómodas utilizando pantaloncillos similares a los de los hombres.
El uso de falda o pantalón es netamente estético, en opinión de la boxeadora Lourdes Stephany Borbúa, integrante de la selección nacional. «De todas maneras, se utiliza un pantaloncito debajo de la falda, que es tu verdadera ropa de combate y el resto es solo tela que a algunas les estorba y a otras no», dijo la joven boxeadora.
Cantidad y duración de los asaltos
Otro aspecto reglamentario que difiere es la cantidad de asaltos y la duración de los mismos. Los pleitos de la rama masculina serán de tres asaltos de tres minutos cada uno con intervalos de un minuto, mientras en la femenina pelearán cuatro asaltos de dos minutos de duración por uno de descanso.
Es natural que a estas diferencias reglamentarias se puedan incorporar algunas otras tomando en cuenta que el torneo olímpico de este año será el pionero en esta rama y allí se darán cita atletas, oficiales y directivos de casi todos los países del planeta, quienes posteriormente discutirán sus percepciones y experiencias en congresos y seminarios.
El mismo boxeo masculino ha experimentado importantes cambios a partir de los juegos de St. Louis 1904, desde la incorporación en 1929 de un juez/árbitro dentro del ring, el uso obligatorio de protectores genitales y la utilización del sistema electrónico de puntuación en 1989, por mencionar solo algunos.
Desde las coronas de ramas de olivo con que se premiaba a los ganadores en la antigua Grecia, hasta las preseas de oro, plata y bronce de los juegos modernos, la disciplina del boxeo ha aportado a la fantástica historia de los Juegos Olímpicos, las inolvidables peleas de héroes como los cubanos Teófilo Stevenson y Félix Savón, el húngaro Lászlo Papp y los estadounidenses Cassius Clay (Mohammad Ali), George Foreman, Sugar Ray Leonard y Oscar DeLa Hoya.