Las motos acuáticas convierten el rugir de los motores en toda una aventura.
Por: Isaac Castillero Wilson
Fotos: Cortesía de la Asociación Nacional de Motos Acuáticas
Para los amantes del aire libre y de la adrenalina la alternativa son las motos acuáticas.
Panamá, por contar con gran cantidad y cercanía de playas, es ideal para la práctica de disciplinas acuáticas. Una de ellas es el Jet ski, actividad que consta de un gran grupo de seguidores en nuestro país.
«Una vez estás sobre la moto y aceleras, la sensación es inigualable. El placer de ir a más de 100 kilómetros sobre el agua es estimulante y desestresante. No es solo para quienes buscan velocidad, puede ser practicado en familia…», expresó, Ariel Girón, quien tiene más de 15 años de experiencia.
Navegar al pasado
Cabe señalar, que jet ski es una marca de motos acuáticas, fabricadas por Kawasaki, pero con los años se convirtió en una marca generalizada.
Para Saber…
- La International Jet Boat Asociation es la entidad que regula la actividad deportiva a nivel mundial.
- El Campeonato Mundial de Jet Ski 2012 se llevará a cabo en octubre, en Arizona, Estados Unidos.
- Perú, Argentina, Brasil, México, Estados Unidos, Reino Unido son algunos de los que realizan campeonatos nacionales e internacionales.
El inventor del potente motor que usan este tipo de motos fue Clayton Jacobsen II, a principios de los setenta, cuando las motos solo tenían capacidad para un tripulante.
Inspirado en la creación de Jacobsen, el primer modelo de moto acuática que se comercializó a gran escala fue el de la compañía Kawasaki, en 1973. Impulsado por un motor de 400 cc, era difícil para el individuo (quien iba de pie) mantener el equilibrio, especialmente cuando el mar estaba picado.
No fue hasta finales de los ochenta que aparecieron los primeros modelos para dos personas. Estos ofrecían mayor comodidad, estabilidad y seguridad que sus predecesores.
Se han hecho considerables modificaciones, ahora sus velocidades pueden llegar a más de 100 kilómetros en menos de 3 segundos, sus precios varían, entre 17 y 24 mil dólares, dependiendo de la marca y especificaciones.
En Panamá
Desde 1996 existe la Asociación Nacional de Motos Acuáticas, creada por Ricardo Durling y Eduardo García con el fin de formalizar las actividades y competencias en aquellos años, donde existía mayor popularidad.
Actualmente, la asociación cuenta con 60 inscritos, que van desde los 15 hasta los 58 años. En Colón, Chiriquí y Veraguas también existen grupos de seguidores que practican la actividad.
El verano se presta para dar rienda suelta a la acción.
«Antes se hacían carreras, existía un circuito que recorría puntos, como Aguadulce, Causeway, Chepo y Colón, entre otros; el apoyo de los fanáticos y patrocinadores era de lo mejor. Luego, la disciplina decayó a nivel competitivo. En 2007 se hicieron las últimas válidas», explicó, Girón, presidente de la asociación.
Reactivar las competencias es la misión de la asociación, la cual pretende realizar próximamente un triangular local como ensayo. De momento, se limita a la efectuar paseos y expediciones los domingos por escenarios como Taboga, Gamboa, Causeway, Isla Grande, Cuenca del Canal y Coiba, entre otros.
Seguridad
En esta actividad es indispensable tomar las medidas de precaución como contar con chaleco salvavidas, lentes, guantes, botas e indumentaria específica para esta práctica.
Se recomienda el uso de protector solar y conducir bajo las normas básicas de navegación, aunque en Panamá no existe una reglamentación oficial para la conducción de motos acuáticas.
Conducir una moto acuática es sencillo, muchos aseguran que es más fácil manejar una moto acuática que una motocicleta, donde todo se basa en acelerar y frenar (hasta el año pasado no traían frenos).
El tanque de una moto acuática tiene una capacidad promedio de 12 galones (aproximadamente $70 en combustible) para el disfrute de una jornada. Utilizan combustible regular y el tipo de aceite especificado por el fabricante.
A quienes se animan por primera vez, los conocedores recomiendan un modelo económico con capacidad para dos o tres personas, con el fin de familiarizarse.
