
Los latinoamericanos nos consideramos como personas ardientes, sexys, cálidas, sensuales, aventureras, y en cuestiones de sexo nadie nos gana. Sin embargo, soy del pensar que toda teoría social o popular se cae cuando se enfrenta a un estudio científico que realmente devela la realidad de una situación, siendo este caso específico, el promedio de actividad sexual que se registra en muchos países.
