En todos los deportes existe el sentimiento de competencia, el querer dar el máximo para mantenerse en el mejor nivel posible y poder estar siempre entre los primeros, pero siempre hay unos distintos que constan con una cualidad innata de estar siempre a otro nivel, que con mucho o poco trabajo y sacrificio están un nivel por encima del resto. Para aquellos que siempre han sido los mejores y han demostrado su peso en oro ganando títulos colectivos e individuales, saber que su carrera deportiva esta cuesta abajo y cuando se dan cuenta que su rendimiento poco a poco irá disminuyendo, éste sentimiento de competencia y las ganas de mantenerse al nivel más alto le puede jugar una mala pasada, llevándolo a hacer cualquier cosa para evitar el deterioro de su capacidad física, incluso lo prohibido, consumir sustancia dopantes. Esta es el caso de uno de los mejores lanzadores que ha visto las grandes ligas en la historia, Roger «the Rocket» Clemens.
Después de pasar más de 20 años en la carpa grande, su exitosa carrera y su vida privada quedan manchadas con un episodio que le puede costar no solo la libertad, sino también su entrada a la posteridad, al salón de la fama de Cooperstown.
Roger Clemens inició su carrera profesional en los Medias Rojas de Boston y pasó por varios equipos como los Azulejos de Toronto, los Astros de Houston y los Yankees de Nueva York, equipo donde tuvo su última participación en Grandes Ligas en el 2007.
Su carrera deportiva no siempre fue tranquila y llena de premios méritos deportivos, ya que estuvo vinculado a varios escándalos públicos dentro y fuera del terreno de juego, que lo llevaron a ser un deportista controversial. Ser el noveno lanzador que más golpes ha propinado a los bateadores que enfrenta en la historia de la MLB y su caso de infidelidad son prueba de ello.
Todo inició cuando el ex senador democrático americano George J. Mitchell llevo a cabo una investigación sobre el uso de esteroides y hormonas de crecimiento humano en las ligas mayores de beisbol (Major League Baseball, MLB). El informe de 409 páginas fue denominado informalmente «el Reporte Mitchell» y dentro del mismo aparecía el nombre de 89 jugadores de la MLB de los que se alegaba habían consumido hormonas de crecimiento humano o esteroides, uno de los mencionados era Roger Clemens.
Brian McNamee, quien fuera un entrenador empleado por los Yankees de Nueva York y los Azulejos de Toronto, y además preparador personal de Roger Clemens, Andy Pettitte y Chuck Knoblauch, le afirmó a la comisión Mitchell que había inyectado a Roger Clemens con esteroides desde 1998 hasta el 2001, siendo este el punto clave para la vinculación del afamado lanzador en el Reporte Mitchell.
Roger Clemens fue llamado a declarar ante el congreso por el uso de sustancias prohibidas, y en la misma negó todas las acusaciones en su contra.
Debido al rechazo de los cargos que se le habían formulado, Clemens iba a ser investigado por mentir a las autoridades bajo juramento y esto en Estados Unidos es tipificado como perjuicio, y la pena podría llegar hasta unos 5 años de privación de libertad.
El 7 veces ganador del premio Cy Young afronta un 3 cargos por falso testimonio, 2 por perjuicio y 1 por obstrucción del congreso, haciendo un total de 6 cargos que de ser encontrado culpable en la audiencia del 5 de Abril de este año, podría pasar unos treinta años en prisión y a pagar 1.5 millones de dólares.
Después de 23 años de exitosa carrera, 11 llamados al juego de las estrellas, ser 2 veces campeón de la serie mundial, ser uno de los miembros del equipo del siglo de la MLB y ser considerado como uno de los mejores lanzadores de todos los tiempos, quién diría que Roger Clemens no tiene una entrada segura al salón de la fama. Pero lamentablemente la entrada a la posteridad que otorga el Salón de Cooperstown no es prometida para este fenómeno deportivo apodado «The Rocket».
La entrada al salón de la fama se da por medio de votaciones a favor y en contra después de unos años de retiro. Pero estas votaciones son basadas en criterios deportivos, y no se tomarán en cuenta los problemas que el deportista tenga fuera del diamante.
Pero, ¿Qué sucede si uno de esos problemas fuera del campo de juegos está vinculado con el consumo de sustancias que alteran el rendimiento de un deportista? Se debe tomar este hecho como un episodio aparte de la carrera del atleta. Lamentablemente para Roger Clemens la respuesta es no.
Su vinculación con esteroides mancha sus números y la credibilidad de su carrera, siendo éste el único hecho que le pueda cerrar las puertas del salón de la fama de Cooperstown.
Una de mis teorías es que Roger Clemens prefirió mentir a las autoridades aún bajo juramento y arriesgar su libertad, a aceptar su consumo de esteroides y que su rendimiento en los últimos años de carrera fue alterado llevándolo a mantener sus fascinantes números.
Pautas de sentencias federales sugieren una pena entre los 15 y los 21 meses de prisión para «el Rocket».
El 5 de Abril será un día en el que el destino de uno de los mejores lanzadores de la historia del beisbol se definirá, y seguramente los ojos del mundo estarán atentos para ver cuál será el último lanzamiento del Rocket Clemens.
http://en.wikipedia.org/wiki/Mitchell_Report_%28baseball%29
http://www.perspectivaciudadana.com/contenido.php?itemid=19370
http://espndeportes.espn.go.com/news/story?id=629162&s=bei&type=column
http://feeds.univision.com/feeds/article/2011-01-21/fiscales-quieren-invalidar-al-abogado
http://espndeportes.espn.go.com/news/story?id=1114886&s=bei&type=story
http://bleacherreport.com/articles/329719-baseball-hall-of-fame-selection-process-a-total-disgrace
http://en.wikipedia.org/wiki/National_Baseball_Hall_of_Fame_and_Museum
Si es condenado, Clemens, quien ganó el premio Cy Young que la liga estadounidense de béisbol entrega al mejor lanzador, podría afrontar una multa de 1,5 millones de dólares y hasta 30 años en prisión, aunque pautas de sentencias federales sugieren una penalización de entre 15 y 21 meses.