Las recomendaciones de prevención son mantener la buena salud del corazón haciendo ejercicios, comer bien, no fumar y realizar todo tipo de actividad con moderación.
Por: Maybel Mainez
Foto de Dr. Cremer: cortesía de Stratego
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La práctica de actividad física es un factor determinante a la hora de considerar si un paciente requerirá estudios para someterse a una cirugía. “La mayoría de los pacientes no necesitan un electrocardiograma o algún tipo de imágenes avanzadas, y quienes pueden beneficiarse de esto son pacientes que tienen poca actividad física, gente muy sedentaria”, según explica el doctor Paul Cremer, médico cardiólogo de Cleveland Clinic.
“Un paciente muy activo no necesitará esto, y quien no tiene actividad física lo requerirá para conocer más sobre su condición y cuán grave es”, añade este especialista en imágenes cardiovasculares, quien fuera expositor en la XLIII Jornada Científica – Cardiología 2018 organizada por el Centro Médico Paitilla.
Cremer se refirió a las consideraciones que sigue un especialista para determinar los requerimientos de un paciente de cirugía no cardíaca, frente a un nutrido auditorio de médicos y estudiantes.
En un detallado paso a paso, indica que la primera pregunta a realizarse el especialista frente a una posible intervención a un paciente sería ¿es ésta cirugía una emergencia?, “sí la es, muchas veces debe hacerse aunque el paciente esté en alto riesgo”, se responde el médico cardiólogo ante la audiencia.
La segunda pregunta es: si la operación no es de emergencia, entonces ¿se cuenta con tiempo para parar y pensar un poco más?, continúa preguntando, ¿este paciente tiene una condición cardíaca severa? Situación en la cual pueden presentarse tres distintos tipos de problemas cardíacos: ataque al corazón, falla cardíaca o palpitaciones con ritmo cardíaco elevado.
Sino es emergencia ¿hay algún problema serio? Si no es algo de vida o muerte ¿hace ejercicio físico el paciente, o no hace nada? Entonces los exámenes se practicarían solo a pacientes que lleven una vida sedentaria, recalca, tras enumerar las consideraciones antes expuestas.
Las recomendaciones básicas de prevención para el paciente sano, y dependiendo del tipo de cirugía que necesite, es mantener la buena salud del corazón haciendo ejercicios, comiendo bien y balanceado, no fumar, realizar todo tipo de actividad con moderación, recuerda el especialista.
Sobre este tema concluyó el doctor Cremer que en pacientes que lo requieren, los especialistas realizan estimaciones de riesgo midiendo su capacidad funcional. Explicó además que el uso de imágenes no necesariamente reduce los riesgos del paciente durante la práctica de una cirugía pues las situaciones que se presentan en cirugías se relacionan con variedad de factores, que no son previsibles.