Cuatro generaciones, una misma pasión
Por: Isaac Castillero Wilson
Cuatro generaciones entre 20, 30, 40 y 50 años, con distintas personalidades y responsabili-dades, entrelazadas por una pasión: remar.
Coincidencia o casualidad, a todas estas panameñas las cautivó esta actividad deportiva desde que la pusieron en práctica. De eso y más, Sports & Health, habló con el grupo bajo la voz de la capitana, Yolanda «Yoli» Arosemena.
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Yolanda Arosemena (50 años) Con solo dos años de experiencia en pruebas de cayucos, es la capitana. Madre de tres hijos y profesional independiente en relaciones públicas. |
Deyanira Núñez (42 años) Funge como la «Power», le corresponde remar duro e imponer energía. Es una arquitecta que cumple su quinta temporada en cayucos. |
Yisy Morales (37 años) Es la Pacer, encargada de dirigir la embarcación, marcar el ritmo de velocidad, bajo el grito de «vamos, vamos». Esta ejecutiva y voluntaria de la fundación Pro Darién, se inició en 2006 en la disciplina del remo. |
Ana Tapia (22 años) Conocida como «Supermanitas», funge como «Bailer», tiene que sacar el agua del cayuco. Es una ejecutiva bancaria disciplinada. |
¿Por qué el cayuco en sus vidas?
Es un deporte atractivo y adictivo. Además, cada una tiene espíritu de competitividad, nos gusta estar al aire libre y trabajar en equipo. Cada una ama esta disciplina a su manera.
¿Cómo y cuándo se formó este equipo?
Aquavit es el nombre del cayuco que se construyó hace cuatro años y el cual estuvo anteriormente en la categoría juvenil. Esta temporada, decidimos formar por iniciativa propia nuestro equipo y este fue el cayuco que nos facilitaron los organizadores de las competencias de este deporte. Somos participantes de la categoría abierta femenina.
¿Cómo es su relación al compartir esta pasión?
Somos como una familia, estar en contacto continuo con las prácticas, competencias y demás actividades, nos ha llevado a unirnos más. Es un cúmulo de vivencias de todo tipo.
Pese a las diferencias de edades ¿Cuál es la clave de su equipo?
Es cierto que cada una tiene su manera de ser y ver las cosas; sin embargo, todas nos sentimos llenas de energía. La edad está en la mente y no en el cuerpo, la buena comunicación, el grado de compromiso y entrega, han sido fundamentales.
¿Qué tal la temporada 2012?
En la primera carrera hicimos 1 hora 09 minutos, nos ubicamos en sexta posición y en la segunda válida, subimos un peldaño. Nada mal, al ser nuestro primer año juntas y comprender el nivel competitivo que existe, puesto que la mayoría de los mejores equipos de nuestro nivel vienen de la categoría juvenil.
¿Qué consideran han hecho bien y qué creen deben mejorar?
Hemos demostrado ser capaces de dar la batalla y contamos con el soporte de Bahía Motors, Honda, quienes han sido vitales en nuestro desarrollo. Tenemos que sincronizarnos y compenetrarnos más, una vez en la carrera. Buscaremos exigirnos más a fondo, porque así el nivel lo determina.
¿Alguna anécdota que quieran contar?
En una de las prácticas con otro cayuco llamado Mancha, utilizado aquel día porque a Acuabit le tocaba mantenimiento, perdimos el control y nos volteamos. Fue algo jocoso, pero no debe ocurrir.
¿Cuál es el mayor desafió?
Todas las válidas son importantes, pero el Ocean to Ocean, a festejarse a fin de mes, es nuestro principal objetivo. Si bien, cada una ya lo ha completado en temporadas anteriores con otros equipos, este año queremos realizar una destacada participación.
¿En qué ha consistido la preparación?
Cada vez más cerca a la competición, hemos ido aumentando nuestras rutinas de ejercitaciones físicas (correr, nadar, crossfit, gimnasio) e igual las prácticas en el cayuco.
¿Cómo visualizan este compromiso?
Como una de las competencias más extenuantes que se puedan celebrar a nivel local en los diferentes deportes. Más allá de las exigencias físicas, en este tipo de competencias hay de todo, mareos, desmayos, vómitos, deshidratación, lesiones, calambres, miedo de voltearse ante el temor de cocodrilos y serpientes, en fin.
¿De qué forma les ha ayudado esta disciplina?
El cayuco te lleva a exigirte cada vez más por medio de la disciplina, organización, confianza, esfuerzo (físico y mental), dedicación y demás atributos que, sin prestar mucha atención, cada una impone en su vida cotidiana.
¿Seguirán juntas la próxima temporada?
Dios mediante, esperemos que sí, pues hemos logrado una buena comunicación hasta el momento.
