Antonio Toñejo Rodríguez

Explosión de talento y energía, a pesar de los amargos sinsabores que ha experimentado..

Por: Isaac Castillero Wilson
Fotos: Cortesía Antonio Toñejo Rodríguezt

 

• Lugar de nacimiento: Guinea Ecuatorial, ex colonia española (África)
• Edad: 48 años
• Profesión: Corresponsal en Miami del grupo de revistas Luike
• Pasión: Deportes de motor

 

¡Superación … es la clave! Su vida no conoce límites y sus convicciones lo han llevado a ser fuente de inspiración. Pese a sufrir un accidente que lo dejó parapléjico, no ha sido impedimento para sobresalir entre los mejores exponentes de los deportes de motor en alto nivel.

Ese es Antonio Toñejo Rodríguez, quien a sus 48 años se le reconoce por su carisma, positivismo, osadía y talento, que le producen felicidad y lo llevan a definir la plenitud como la oportunidad de entender que a pesar de las dificultades se debe vivir, amar y crecer.

Durante su paso por Panamá (septiembre pasado), el piloto español fue abordado por Sports & Health con el interés de conocer a fondo su filosofía de vida y trayectoria.

¿Cuál fue el motivo de su visita a Panamá?
Fue reunirme con la panameña Killy Díaz, quien como amiga me invitó con la intención de poder establecer contactos con diferentes organizaciones para establecer proyectos futuros (charlas) mediante los cuales pueda motivar a las personas a llevar una vida mejor, basado en mis experiencias.

¿A qué atribuye su pasión por los deportes de motor?
No creo que haya una explicación concebida. Desde que me subí en la primera moto, sabía que sería mi forma de vida. Lo más importante es hacer lo que a uno le gusta.

¿Cómo fue su inicio?
Mis primeros pasos se dan en 1979, en la categoría juvenil de Motocross, donde competí durante seis años y en la que logré la obtención de 60 primeros puestos, 90 segundos y 27 terceros puestos en diferentes eventos y campeonatos.

¿Qué sensación le produce la velocidad?
No hay palabras que puedan describir lo que me produce la velocidad, pero emplearé dos que me gustan mucho. Increíble y mágica.

¿Cuál es la clave del éxito, siendo usted una persona con limitaciones físicas?
Creo que la ilusión lo mueve todo. Yo, después de romperme la espalda, quise volver a competir por seguir en el plano deportivo, pero jamás imaginé que lograría triunfar. La sensación fue indescriptible. Cuando gané el primer campeonato de moto de agua y me vi en lo más alto del podio y miré en la segunda y tercera posición a los pilotos de pie, no me sentí el mejor de España. Pensé que era el mismo, pero sentado.

¿Quiénes le han apoyado?
Más allá de los títulos, experiencias y reconocimientos, doy gran valor a las personas que he tenido a mi lado. Creo que soy un privilegiado, ya que he contado con el apoyo de seres vitales, como mi técnico Jesús Escarpa (Chus), copropietario de todos mis triunfos, sumado al soporte incondicional de mi familia.

¿Qué dificultades ha encontrado para desarrollarse como atleta?
Creo que la sociedad en general, de cualquier país europeo, te trata de una manera diferente al quedarte en una silla de ruedas, te limita y tienes que demostrar continuamente que eres capaz. Yo he participado como conductor en el Rally Dakar en la categoría camiones, pero no he logrado el permiso de conducir en mi país porque no está permitido. Entonces pienso ¿qué tendrá que ver la discapacidad con la incapacidad? Me parece que lo que hay que hacer es permitir que las personas que tengan alguna discapacidad sean examinadas y si ellos están capacitados, les den carta libre.

Háblenos de su accidente en 1990 ¿Qué sucedió y cuál fue el resultado?
Fue en el Rally – Raid más famoso que se disputa en España, en la edición V Centenario. A tres kilómetros de la meta, en el último día de carrera, al llegar a un rasante que rompía el camino, alguien se llevó una señal de ‘muy peligroso’ y al llegar yo, salí volando y me estrellé contra un muro. No perdí el sentido y sabía lo que me había pasado. La verdad, sufrí mucho allí tirado. El resultado fue rotura de esternón, costillas, espalda por tres sitios y al final, quedar en silla de ruedas.

¿Cuándo regresó al mundo deportivo y qué lo motivó?
Al tercer día de estar en el hospital, le dije al médico que competiría en moto de agua, ya que no podía en motos de campo. Él dijo que yo no era consciente de lo que me había pasado y que probablemente no me levantaría de la cama en lo que me quedaba de vida. La motivación no la he perdido nunca y siempre he tenido las ganas de competir.

¿Cómo fue su reintegro a las competencias?
Dos años después debuté en competencia de motos de agua, salí atado con correas y tuve un accidente porque me quedé boca abajo, pero sabía que no pasaría nada. Después, un amigo hizo un asiento especial y la cosa cambió. Siempre me he sentido uno más, compitiendo con gente que no tiene ninguna discapacidad. De hecho, hay carreras en las cuales no se escucha decir que soy discapacitado durante la transmisión en televisión. Considero que si tienes pena, das pena y si no la tienes, no la das.

¿Cómo se mantiene activo a nivel deportivo?
Entreno todos los días para seguir compitiendo. Por desgracia, la crisis nos afecta a todos y hoy no tengo patrocinador para poder hacerlo, pero seguimos luchando para conseguirlo.

¿Cuándo corrió por última vez y cuál sería su próximo compromiso?
Lo último que hice fueron las pruebas con el fórmula 1 del mar para correr el campeonato del mundo. Fui elegido por el equipo, pero no conseguí los fondos para poder hacer las carreras del mundial. Por ahora, estamos trabajando para poder ir al Rally Dakar otra vez.

¿Ha pensado en retirarse?
Nunca lo he pensado. Tengo que entrenar fuerte para ser el anciano más rápido del asilo.

¿En qué se inspira para nunca darse por vencido?
Creo que no he hecho nada y no considero ser alguien especial. Me considero una persona normal y creo que la ilusión en nuevos proyectos ha sido el pilar de mi vida.

¿A qué le teme en esta vida?
A que le pase algo a cualquiera de las personas que quiero.

Motocross, motonáuticas o automovilismo ¿con cuál se queda?
Para mí el mejor deporte del mundo es el motocross. Creo que el piloto en esta disciplina es el más completo de cuantas categorías existe en la especialidad del motor. Cada una tiene sus exigencias y algo especial, como es la velocidad.

Aparte del mundo deportivo ¿tiene usted otras responsabilidades?
Trabajo como corresponsal en Miami, Estados Unidos, del grupo de revistas del motor español, Grupo Luike. Ahí escribo y pruebo motos de agua, coches y demás. También soy el director deportivo del equipo “La Glisse” en el campeonato del mundo de velocidad en la categoría Moto3. El presidente de este equipo es Jaime Fernández Avilés y ya me patrocinaba cuando me rompí la espalda. Estoy agradecido con él.

¿Qué mensaje envía a los panameños que celebran el mes de la patria?
Me gustaría que supieran que en los días que estuve en Panamá me sentí una persona muy afortunada por la cantidad de buena gente que conocí allí y el cariño que me dieron. Ha sido un honor. Estoy seguro que parte de mi vida desde ahora está ligada a su país. No olviden panameños que cada día es una nueva oportunidad para salir adelante, porque “querer es poder”.