Con la necesidad de ofrecer un espacio a los niños y jóvenes para que aprendan los fundamentos del baloncesto de manera formal y en condiciones dignas, ha trabajado en la formación de nuevos talentos.
Por: Isaac Castillero Wilson
Fotos: Isaac Castillero/cortesía de Víctor Julio
Lo que inició como un juego hoy día es el estilo de vida del panameño Víctor Julio, quien como instructor de baloncesto intenta ponerle un alto a las improvisaciones deportivas que reinan en nuestro país, mediante el trabajo continúo con las categorías menores. Y es por ello que Sports & Health hace valer su esfuerzo y dedicación, y comparte cómo el “coach” FIBA (Nivel 2) e instructor de la National Basketball Association (College USA), desarrolla este proyecto.
Antes de ser entrenador ¿Cuál era su relación con el baloncesto?
Un aficionado más. A los 11 años lo empecé a practicar, de ahí el interés e inclusive fui selección nacional Sub-15, después de allí la competitividad fue mayor para estar a estos niveles. Jugadores como: Jair Peralta, Antonio García, Mauricio Watson, fueron parte de mi generación.
¿Cómo es que logró fundar su academia?
Desde el año 2000 iniciamos con clínicas en los colegios, hasta que en el 2004 legalizamos todo e iniciamos en esta aventura mediante Jump Shoot Basketball Academy, que en principio inició en el Instituto José Dolores Moscote, con siete niños, ocho balones y unos cuantos conos.
¿Cuáles son sus prioridades cómo entrenador de baloncesto?
Dejar un legado a la juventud. Creo que si nosotros influimos positivamente en los muchachos a que estudien y trabajen fuerte a través del baloncesto puedan obtener un mejor por venir.
¿Qué papel ha jugado su hermano en su desarrollo?
Luis Julio, quien también fue selección de Panamá y que en su momento vivió en los Estados Unidos es parte fundamental del proyecto, de hecho trabajamos juntos desde hace 3 años y gracias a él la academia ha logrado tener participaciones internacionales a través de sus contactos. Tenemos alianzas con la organización Positive Coaching, convenios con el equipo Orlando Magic de la NBA. Sin duda, es el complemento perfecto.
¿En qué basa su metodología de enseñanza y cómo la impone?
La filosofía parte de aspectos como la disciplina, esfuerzo y dedicación. Lo demás es trabajo. Actualmente trabajamos en dos niveles, que son: aprendiz y avanzado. La academia trabaja de lunes a sábado en sus diferentes puntos: Ciudad del Saber, Domo de Curundu de la Universidad de Panamá, Chanis (Iglesia San Gerardo) y el Grill 50 (12 de octubre). Sin obviar, que tenemos nuestro programa en las escuelas, entre ellas: Colegio Panamá, Colegio Real de Panamá, Centro Cultural Chino Panameño, Escuela Americana y Metropolitan School.
¿Cuál es el perfil de sus dirigidos?
Las edades van desde los 6 hasta los 17 años e incluye la participación femenina y en total son poco más de 350 jugadores de diferentes clases sociales los que forman parte de la academia.
¿Cómo maneja la disciplina en la academia?
Basado en el cuarto mandamiento, honra a tu padre y a tu madre y así lo harás con el coach. Contamos con reglamentos y condiciones las cuales son aceptadas por los padres y jugadores, con el compromiso adquirido se debe cumplir de lo contrario existen penalizaciones.
¿Qué valor tiene para usted los campamentos de entrenamientos en el extranjero?
Es básico y necesario. Para nosotros es importante que podamos medirnos a nivel internacional y así entender cuales son las realidades en cancha, además de la experiencia invaluable que representa para los jugadores el jugar fuera de frontera. Producto de todo ello, contamos con promesas, como: Aron Gedeon, Carlos Oglive, Jonathan Andrade, David Fitgerald (en edades de 13 a 15 años).
¿Qué logros ha alcanzado? 
Ser director de la selección de Panamá a nivel juvenil y salir campeón centroamericano sub-15 en 2014, además de las participaciones con la academia en países como: Costa Rica, Puerto Rico, República Dominicana y Estados Unidos. El becar a ocho jóvenes que hoy estudian en el extranjero y quienes han sido formados en la academia. A nivel local soy director del equipo de los Lobos de Betania que participa en el Circuito CBS. En fin, aportar en la formación de nuevos talentos es la mayor satisfacción.
¿Se puede vivir de está actividad en Panamá, lo ve como un trabajo?
En un futuro si. Cuando el deporte a nivel nacional tenga una estructura sólida se podrá contar con un mejor escenario. Nuestro país cuenta con lo más importante, que es el talento y potencial, es cuestión de organización, buena voluntad, apoyo y trabajo para que se pueda salir adelante.
Actualmente, ¿En qué está enfocado?
En el campamento del Orlando Magic en Panamá, que será del 5 al 9 de enero en el Domo de la Universidad de Panamá, seguido tenemos el Summer League, donde participan los mejores juveniles del 14 al 30 de enero y también prepararnos para el torneo internacional Interclubes que será en Costa Rica del 19 al 23 de febrero.
