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¿Qué sería capaz de hacer por un millón de dólares? Piénselo bien. La telerealidad o «reality shows» ha puesto en manos de muchos la oportunidad de ganar montos similares. Hay quienes optan por explotar sus «talentos» artísticos y, como cantaba Bacilos, tratan de pegar en la radio para ganar su primer millón. En cambio, otros prefieren retarse así mismos en un «reality» extremo o de aventura, estilo Survivor, The Amazing Race, Expedición Robinson o Supervivientes.

Estados Unidos, Brasil, Alemania, Argentina, Reino Unidos, Turquía y España, entre otros países, han producido esta versión de telerealidad, donde se reta a las personas física y mentalmente. En Survivor; por ejemplo, los competidores son abandonados por 39 días en una isla desierta y en The Amazing Race los equipos viajan 73 mil millas, en 29 días. En ambos casos, los concursantes viven en condiciones extremas y se enfrentan a agotadores retos, donde ponen en juego hasta la vida.

Un triste ejemplo de esto, acaeció en mayo de 2009, cuando Noncho Vodenicharov, participante de la versión búlgara de Survivor, sufrió un ataque cardiaco tras culminar ciertas pruebas en una filmación. Noncho, de 53 años, había aprobado el requisito previo de la producción: gozaba de buena salud física y mental. Sin embargo, los retos del «show» lo superaron. ¿Qué lo impulsó a seguir hasta las últimas consecuencias?

Por la plata…
Baila el mono, dice el conocido merengue. Quise indagar, con una pequeña encuesta, si la promesa del millón era la motivación primaria para inscribirse en un «reality» de supervivencia. La mayoría de las personas que me contestaron aceptaron que lo harían por dinero. También añadieron que sería una oportunidad para probar su inteligencia o para intentar superar limitaciones físicas o miedos. Sin embargo, esto no siempre es posible en un evento de esta magnitud.

En Realitytvworld.com, Melissa McNulty, finalista de Survivor Fiji, cuenta cómo sus ataques de pánico fueron su fuerza y su debilidad. Melissa, quien explicó a los productores del programa sobre su padecimiento y cómo deseaba vencerlos con esta experiencia, fue elegida para ser uno de los 20 náufragos de Fiji. Aseguró que haría lo que fuera para ganar, más no lo logró. En el primer día de filmación, sufrió múltiples ataques de pánico y tuvo que abandonar el proyecto.

Una personalidad fuerte
Para ser un «sobreviviente» o para viajar por el mundo en una riesgosa carrera, ¿basta con ser valiente, fuerte, amar la aventura y la adrenalina? Conversé con un amigo experto en excursionismo extremo y le pregunté si él, con sus conocimientos, concursaría. Me dijo que no!. Como él lo ve, estos «shows» nos son para expertos en supervivencia. Los considera «juegos mentales», donde se establecen relaciones de conveniencia; sin escrúpulos, para lograr el objetivo.

En CBS.com, el canal que produce el «reality» Survivor, se tiene acceso a las bases de ese concurso. En ellas se describen las características de personalidad que se busca en sus participantes: Ser determinado, sociable, aventurero, apto física y mentalmente, con un estilo de vida interesante y adaptable a nuevos ambientes. Lynne Spillman, la directora de los «castings» de ese programa indicó, en una entrevista publicada en Realityblurred.com, que reciben entre 10 mil y 15 mil aplicaciones. Afirma que los mejores candidatos son los de «opiniones fuertes, que saben quiénes son, que han trabajado o están en una universidad.»

Para Lynne el competidor perfecto exuda sensualidad, conflicto, humor. Además, asegura que la apariencia física no es determinante. Comentó que, luego de un par de días en la isla, los competidores se ven mejor en las filmaciones, porque se broncean y pierden peso.

¿Sin papel higiénico?
Los participantes de estos programas suelen firmar documentos donde se comprometen a guardar los secretos de sus aventuras, por lo que es difícil confirmar cuánto de lo que vemos en la tele es actuado y cuánto es real. Sin embargo, los productores aseguran que nada es ficticio, que es televisión real y que los concursantes sí pasan dificultades.

La cadena CBS deja claro en sus bases para participar en Survivor, que los participantes estarán en una locación remota, que serán responsables de buscar su comida, de construir su refugio y que serán filmados 24 horas al día. Es más, a los concursantes no se les permite hablarse antes del concurso o fuera de cámaras, para evitar que hagan arreglos que no queden registrados.

Claro, si alguno necesita un medicamento a diario, se le hace llegar. También reciben artículos como: tampones, solución salina (para lentes de contacto) y condones. Pero, no les dan papel higiénico. Ajá. Y sobre esto, encontramos una nota curiosa en Internet: A un participante de Survivor Australia se le escapó, en una entrevista radial, que habían desarmado los tampones para usar el algodón como papel higiénico. Al parecer, desde esa indiscreción, los productores les recalcan a los competidores que los escasos artículos que reciben deben usarse para sus fines específicos.

Entonces, por un millón, ¿viviría 39 días sin papel higiénico?