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Nicholas Walters (izq.) y Alberto Garza (der.),
durante  pelea por el título pluma de la OMB, 09
de noviembre 2013, en Corpus Christi, Texas.
AP Photo / Eric Gay

Varios de los grandes campeones mundiales que han surgido de los países cercanos han pasado por manos de entrenadores panameños y algunos de ellos se han mudado a nuestro país en alguna etapa de su carrera para tratar de captar al máximo las enseñanzas de la mundialmente respetada técnica del pugilismo istmeño

Por: Héctor Villareal

 

 

El boricua Wilfredo Gómez, los nicaragüenses Alexis Argüello, Rosendo Álvarez y Ricardo Mayorga, los colombianos Fidel Bassa y Mauricio Pastrana, los venezolanos Bernardo Piñango, Nehomar Cermeño y Liborio Solís, por mencionar solo algunos, recibieron enseñanzas de técnicos como los hermanos Néstor “Plomo” Quiñones y Saúl “Plomito” Espinosa, Ramón “Curro” Dossmann, Pedro “Pellín” Ávila, Celso Chávez y Rigoberto Garibaldi.

En años recientes se han trasladado a Panamá con ese mismo objetivo, peleadores de otros países como Perú, Irlanda, Haití, Honduras, España y curiosamente un solo boxeador de Jamaica, país que según cuentan los historiadores, también aportó en el siglo pasado al crecimiento y prestigio de este deporte en nuestra patria.

Ese único pugilista es Nicholas Walters, hijo del ex boxeador Job Walters (12-7) quien realizó 14 de sus 19 pleitos en los Estados Unidos y 5 en su natal Jamaica. La carrera amateur de Nicholas fue brillante, integrando en varias ocasiones la selección de su país a juegos deportivos regionales junto a famosos velocistas de la isla como Asafa Powell y Usain Bolt.

Walters sobresalió en los Juegos de la Mancomunidad Británica pero en los torneos regionales fue superado en un par de ocasiones por peleadores cubanos quienes le aventajaban en algunos aspectos técnicos y habían recibido una formación muy superior a la que le había legado su padre Job en su gimnasio de la ciudad de Montego Bay.

A la edad de 22 años Nicholas decidió dar el salto al profesionalismo y se asesoró con el máximo dirigente del boxeo amateur de su país, Leroy Brown, quien no dudó en recomendarle al empresario Jacques Deschamps, quien manejó a Job Walters en una etapa de su carrera y junto a su padre del mismo nombre apoderó a peleadores jamaiquinos desde mediados del siglo XX.

Deschamps es un admirador del boxeo panameño que desde muy temprana edad acompañó a su padre en la esquina de peleadores como Bunny Grant, quien combatió en las ciudades de Colón y Panamá en seis ocasiones en 1961 frente a oponentes de varias nacionalidades incluyendo a los locales Eloy Henry y Tito Marshall.

“Tanto mi padre como el Sr. Brown se aseguraron de que mi carrera comenzara en las manos de alguien que ama el boxeo y a mi país” comentó Walters en idioma inglés, aunque ya es capaz de dar entrevistas en español. “Yo sabía que tenía que salir de Jamaica y sacrificarme para llegar donde quería” agregó.

Deschamps se asoció con los máximos conocedores del boxeo panameño con quienes había entablado amistad desde hacía varios años y fundó la empresa Premium Boxing Promotions con la intención de desarrollar la carrera de Nicholas, de dos peleadores haitianos y varios panameños de muy buen nivel surgidos del Club Curundú del Dr. Roberto Grimaldo, todos entrenados por Celso Chávez.

Nicholas Walters llegó a Panamá a mediados de julio de 2008, debutó el mes siguiente y en su primer año de actividad combatió 12 veces estableciendo récord a nivel local.

Su disciplina, fortaleza física y cualidades atléticas se combinaron con el aprendizaje técnico para lograr el éxito en cada uno de sus combates, hasta que en diciembre de 2009 derrotó en Puerto Príncipe, Haití, al dominicano Carlos Manuel Reyes para ganar el título Latinoamericano Pluma e ingresar a la clasificación de la Asociación Mundial de Boxeo.

Tres años después, el 8 de diciembre de 2012 se convirtió en el primer boxeador oriundo de Jamaica en conquistar un campeonato del mundo en su casa al derrotar por KO técnico en 7 asaltos al colombiano Daulis Prescott y ganar el cinturón peso pluma de la AMB.

El impresionante triunfo de Walters despertó el interés de las más importantes empresas promotoras del mundo y el proceso de negociación dilató la espera para su primera defensa la cual realizó el 9 de noviembre de 2013 en Corpus Christi, Texas, superando al mexicano Alberto “El Kichis” Garza por la vía rápida en 4 vueltas, agradando al público México-americano y principalmente a los directivos de la empresa Top Rank, la escogida por su apoderado para la firma del contrato promocional.

En esa misma velada boxística triunfó el filipino Nonito Donaire, quien manifestó su interés de pelear por el cinturón de Walters tan pronto logre recuperarse de una fisura en su pómulo derecho que sufrió antes de poner fuera de combate al armenio Vic Darchinyan.

“El promotor Bob Arum me habló de inmediato de esa pelea” dijo en inglés el apoderado Deschamps, “La querían para enero o febrero antes de que confirmaran la lesión de Donaire pero ahora la AMB ha ordenado que Nicholas pelee contra el sudafricano Simpiwe Vetyeka, el que acabó con el invicto del indonesio Chris John quitándole la faja de Súper Campeón”, añadió.

Walters asegura estar listo para pelear con el que le pongan. “Donaire es más conocido en el mundo y estaba en los planes de la empresa Top Rank pero yo no soy el que decido y me motiva saber que si no es con él yo tendría la oportunidad de convertirme en súper Campeón ganándole a Vetyeka” dijo el jamaiquino.

Nicholas “The Axeman” Walters está invicto en 23 peleas, 19 las ha terminado por knock out, boxea, asimila y pega con ambas manos, muestra buena defensa y por saber hablar inglés y español resulta fácil de promocionar en el mercado de mexicanos y estadounidenses que son quienes mueven el millonario negocio de televisión de pago por ver o pay per view.

Walters es un producto boxístico de calidad mundial, hecho en Panamá, que promete alcanzar los máximos niveles de popularidad a partir de este recién iniciado 2014.