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¡Bienvenidos al mundo del Boxeo! Un deporte apasionante que nos llena de alegrías y tristezas, pero que nos enseña que pase lo que pase siempre hay que tener la guardia arriba y mantenerse tirando la mano… quien no lo haga está frito en el boxeo como en la vida.

Por: Oscar Ramos Jirón | Especialista en Boxeo |Lo mejor del boxeo

1977 fue un año importante en el boxeo Panameño pues le daba 2 nuevos campeones a nuestro país, mientras que Roberto «mano de piedra» Durán completaba su quinto año como campeón mundial ligero del AMB con cuatro victorias más ese año y dos defensas exitosas. Ese mismo año, se empezaba a preparar la unificación del título ligero entre Durán y Esteban de Jesús que se dio en enero del siguiente año.

 

 

1976 terminó con la pérdida de 3 coronas mundiales para Panamá, la corona Mosca AMB de Alfonso López y la Súper Gallo AMB de Rigoberto Riasco, ambas ganadas ese año y la corona Mini mosca AMB de Jaime Ríos ganada el 23 de agosto del 75. Por esta razón el año 77 arrancó con la esperanza de gloria en los puños de Rafael «el brujo» Ortega.

 

Rafael «el brujo» Ortega

 

El 15 de enero de 1977 Rafael Ortega se enfrentó en el Gimnasio Nuevo Panamá a Francisco Coronado, el «toro» de Nicaragua, quien con un regular record de 14 ganadas y 9 perdidas pretendía llevarse consigo a tierra Pinolera la faja vacante pluma de la AMB que estaba en disputa ese día.  Ortega, uno de los boxeadores más mañosos que ha tenido el boxeo Istmeño, ganó una decisión unánime que le daba un gran comienzo al año del doble 7.  Ortega luego viajaría a Japón a defender con éxito su título ante Flipper Uheara, quien nunca más volvió a pelear.

 

Jorge «el mocho» Luján

 

Ortega y Durán le daban alegrías a Panamá y por su parte el que hasta ese año se perfilaba como el nuevo gran prospecto panameño, el «mocho» Jorge Luján, recibe en 1977 sus 2 primeras derrotas, ante «momo» Illueca y «Pambelito» Cervantes. Por lo que pocos le dieron alguna posibilidad cuando el 19 de Noviembre de 1977 en el Sports Arena de Los Angeles, California; Luján tendría la posibilidad de disputar el título gallo AMB ante Alfonso Zamora quien tenía un impresionante record de 29 peleas ganadas y todas por KO contra una sola derrota ante Carlos Zárate en la famosa batalla de las Zetas. Para sorpresa de muchos y la alegría de un Istmo que brincaba de alegría, el «mocho» derrotó a Zamora en todos los terrenos y obtuvo una contundente victoria por KO en 10 asaltos moliendo a su rival.

 

Cerrando el año del 77, el 15 de diciembre (11 meses luego de ganar su faja) el «brujo» perdía en Torrelavega, España su campeonato ante el español Cecilio Lastra. Acabando así, apenas en su segunda defensa con su reinado mundial, pero dejando plasmado para siempre su nombre entre grandes glorias pugilísticas, los campeones panameños.

 

El camino sin embargo, para el «mocho» Lujan y para Durán estaba lejos de acabarse y sus leyendas estaban todavía por escribirse. La segunda gran era del boxeo panameño, luego de la de principios de los 70, estaba comenzando. A estos grandes se les uniría Eusebio «alacrán» Pedroza y luego, Luis Ibarra e Hilario Zapata.

 

33 años después, Panamá vive una tercera época dorada en el deporte que más gloria le ha dado a este país. Pensar en lo que significaron esos momentos nos emociona y nos pone a pensar en cómo nos sentiremos dentro de 33 años más.  En nuestros barrios, los jóvenes se preparan inspirados en los ídolos de ayer y de hoy, mientras los fanáticos vivimos la emoción con cada nuevo boxeador que comparte nuestro suelo… todos juntos, tirando puñete.