“Es necesario cambiar la mentalidad de “estoy a dieta” por como saludable para sentirme bien”.
Por: Redacción Sports & Health
Fotos: Iván Rodríguez / Cortesía de Antonio Lopretto
Por el acelerado ritmo de vida que vivimos, pocas personas se trazan un régimen de alimentación saludable y lo cumple al pie de la letra, este es el caso de Antonio de 39 años, banquero de profesión, VPA de Prevención de Blanqueo de Capitales en Banco Panamá, S.A. Lopretto nos confesó cómo y por qué decidió trazarse la meta de mantener un vida saludable.
¿Cuánto mides, cuánto llegaste a pesar y cuál es tu peso sugerido?
Mi estatura es 1.74 cm, durante la mayor parte de mi vida estuve en sobrepeso. Llegué a pesar cerca de 230 libras con talla de pantalón hasta 38 y un índice de masa corporal (IMC) de 34.3, según los nutricionistas mi peso ideal para mi estatura debe ser de 166 libras con un IMC de 25.
¿Por qué crees que llegaste a ese peso?
Creo que el sobrepeso se debió en gran medida por llevar una alimentación poco saludable, harinas refinadas, frituras, comida rápida, alimentos procesados, sodas, jugos azucarados, dulces, licor, etc. Creo este se debe a que culturalmente hemos sido educados para hacernos creer que estos alimentos forman parte de la alimentación necesaria y cotidiana del panameño, y que debemos consumirlos.
Otro gran factor creo fue la poca importancia que le daba al dormir, si uno no descansa y no duerme lo suficiente la salud también se deteriora.
¿Qué te motivó a cambiar tu estilo de vida?
Realmente no hubo un motivo único, fue una cadena de sucesos que me llevó a cambiar mi estilo de vida de manera drástica. Comencé a sufrir de insomnio, tenía agotamiento físico y mental y siempre me sentía agotado y sin energía.
Un día mi cuerpo dijo “hasta aquí” y sufrí un cuadro de hipertensión que me llevó directo al cardiólogo, fue un gran susto, luego de practicarme los exámenes de rigor mostraban que todos mis valores se encontraban muy por encima de los rangos aceptables.
Mientras el doctor me explicaba mis 2 únicas opciones, cambiar mi estilo de vida y bajar de peso o vivir tomando medicamentos siempre; veía mi vida pasar en mi mente. Había descuidado mi salud por tanto tiempo, quizás por pensar que las cosas le pasaban a los demás a mí no. Recordé amistades y conocidos de la misma edad o un poco mayores que yo con problemas respiratorios, hipertensos o diabéticos medicados de por vida y lo duro que la pasan.
Lo siguiente que pensé fue en mi familia y mis hijas Mía y Valeria, quería verlas crecer, bailar con ellas en sus quinceaños, llevarlas al altar y verlas formar una familia.
¿Cómo fue tu proceso de transformación?
Entre la oficina, ayudar a mis hijas a alistarse para la escuela y apoyar a mi esposa en las tareas de la casa no fue fácil sacar tiempo, pero empecé cambiando esa idea de que el tiempo no alcanzaba y organicé mi horario. Todos los días me levantaba a las 4:00 a.m. y me ejercitaba caminando por 45 minutos alrededor de la barriada para luego regresar alistar a las niñas a la escuela y vestirme para la oficina.
Tenía un plan de alimentación de visitas previas al nutricionista que nunca seguí, pero esta vez lo hice al pie de la letra durante 6 meses seguidos lo que me hizo perder cerca de 40 libras.
Eliminé totalmente las bebidas azucaradas, frituras, dulces, harinas refinadas y fui incluyendo alimentos que realmente aportaban nutrientes a mi cuerpo, proteínas, avena, frutas, verduras, vegetales y nueces.
Empecé a investigar y leer sobre la alimentación y los requerimientos diarios, así como los macronutrientes que el cuerpo necesita, todo en la vida debe estar balanceado.
Fui exigiéndole a mi cuerpo cada vez más, obviamente mientras más me ejercitaba más resistencia cardiovascular desarrollaba. Disfrutaba ejercitarme. Pasé de caminar 45 minutos a trotar y luego correr, sin perder el aliento.
Me inscribí en el gimnasio, pasé de caminar en la calle a ejercitarme en el gimnasio.
Un amigo me habló de los eventos running y decidí incursionar en esta disciplina. Empecé a establecerme retos personales, me inscribí en mi primer evento running de 5km, luego 8km, 10km y 15km. Para entonces ya había perdido alrededor de 60 libras.
Luego mi papá me invitó a montar bicicleta, él tuvo una cirugía de rodilla por desgaste tras muchos años de jugar fútbol. Le recomendaron este deporte de bajo impacto para las articulaciones.
Así incursioné en el ciclismo como un hobbie más. Invertí en mi primera bicicleta de ruta, en la semana corría y los fines de semana montaba bicicleta en la ciclovía. Con la bicicleta vinieron nuevos retos mis primeros 25km, 30km y 50km. Nos hablaron de un evento de ciclismo, “El gran fondo océano a océano”, donde literalmente pedaleas desde el océano Atlántico al océano Pacífico, y por supuesto tenía que probarme, ya he realizado 2 versiones del evento, recorriendo más de 125km en cada uno.
En octubre de 2018 participé en el primer Gran Fondo de Nueva York versión Panamá en donde recorrí una distancia de 170km saliendo de Playa Blanca (Río Hato) hasta La Pintada (Penonomé) y regreso.
Practico clases funcionales, TRX y pesas y he tomado dos cursos o certificaciones en Ciclismo Indoor y Funcionales para conocimiento personal y mejorar mis técnicas. Conocimientos que comparto con cualquiera que me pregunte o pueda ayudar.
¿Qué fue lo más difícil en el proceso?
Aunque no lo creas, lo más difícil del proceso son las críticas y la desmotivación de la gente. ¿Para que vas a rebajar? Eso es muy difícil, luego recuperas el doble de lo que perdiste. ¿Cómo vas a dejar de comer todas esas cosas buenas? Yo lo intenté y no me funcionó.
Cuando logré perder mis primeras 40 libras las críticas y preguntas eran otras, Estás muy flaco, mejor te veías gordo. ¿Qué te paso? ¿Estás enfermo? ¿Qué medicamento estás tomando? nadie rebaja así sin pastillas.
Pero gracias a Dios, allí siempre está mi madre, “hijo si te sientes bien contigo sigue que tú siempre logras lo que te propones”.
Comer era otra dificultad, aunque existen restaurantes de comida saludable la mayoría de las veces no lo son y los precios son exagerados, el 70% del éxito para bajar de peso depende de la alimentación. Por eso, siempre me verás con mi lonchera tamaño familiar donde cargo de todo para comer durante el día, a veces hasta la cena. Todo hecho en casa, por suerte soy amante de la cocina.
Lo más importante es cambiar la mentalidad de “estoy a dieta” por como saludable para sentirme bien.
¿Cómo ha cambiado tu vida ahora?
Soy una persona nueva, tengo mucha más confianza en mí mismo, siempre estoy lleno de energía, disfruto más a mi familia, estudio una segunda carrera, trabajo, me ejercito 6 días a la semana de 1 a 3 horas diarias dependiendo de la disciplina que practique que puede variar entre running, ciclismo, pesas, clases funcionales o TRX. Participo una a dos veces al mes en eventos running o de ciclismo, estos se realizan durante todo el año y duermo por lo menos 7 horas diarias.
Mi alimentación está compuesta de proteínas (pollo, huevos y pescado), carbohidratos (papas, arroz, camote y avena), grasas (aguacate, nueces y aceite de oliva) y todos los vegetales, legumbres y frutas que hay en los supermercados.
He conocido nuevas amistades con las que comparto este estilo de vida, nos intercambiamos consejos, entrenamientos, nos motivamos mutuamente, nos regañamos cuando estamos haciendo algo mal y hasta compartimos tips de alimentos y suplementos. Como cualquier grupo de amigos salimos y nos divertimos, celebramos nuestros logros y nos acompañamos en nuestras tristezas.
¿Cuánto pesas actualmente?
Actualmente mi peso es de 172 libras. El siguiente paso es conocer la composición corporal que mide cómo está dividido tu peso en músculo, huesos, grasa y agua que es de lo que está compuesto el cuerpo.
¿Sientes temor por alguna recaída?
En ocasiones sí, pero siempre recuerdo por qué y por quiénes lo hice. Es muy fácil perder el camino, pero siempre aplico una regla bastante básica 80/20. Siempre que hagas el 80% bien (más que todo la alimentación), tendrás un 20% para comerte ese chocolate, hamburguesa o helado que tanto te gusta, con moderación.
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