El día que el balón llegó a sus pies decidió marcar la diferencia en busca del progreso deportivo.
Por: Isaac Castillero Wilson
Fotos: Isaac Castillero Wilson
A sus 45 años Gian Castillero es un profesional consolidado, pero pasar de ser espectador a ponerse al servicio del fútbol panameño, ha tornado sus días desafiantes por lo mucho que se requiere hacer por éste deporte.
Su estilo es de saco y corbata, aunque siempre dispuesto a sudar la camiseta con tal de lograr los objetivos trazados como máximo dirigente del Club Plaza Amador y de la Liga Panameña de Fútbol (LPF Group); por ello, Sports & Health entrevistó al directivo.
Del Derecho al fútbol, ¿Cómo y cuándo surgió esa conexión?
Hace poco más de cinco años un amigo cercano me contactó para decirme que el equipo más emblemático del fútbol nacional, el Club Plaza Amador, iba a desaparecer porque sus dueños habían tratado de venderlo por algún tiempo y a falta de compradores habían decidido no inscribirlo para el torneo que estaba a días de comenzar.
Entre un grupo de amigos todos profesionales, decidimos comprar el Club, sin otra razón que la de tener un proyecto que nos forzara a vernos regularmente. Lo cierto es que en ese momento, lo veíamos más como un pasatiempo y un tema de responsabilidad social, que como un tema de competencia deportiva.
Sanear el Club y llevarlo a un buen nivel competitivo no fue tarea fácil. Le invertimos mucho tiempo y esfuerzo. Sin embargo, hoy el Plaza es una institución con vida propia. Corre de forma independiente de sus socios y ha recuperado el renombre que lo había caracterizado en el pasado.
Entre tanto gasto y carencias, ¿Qué lo motiva a ser dirigente del fútbol?
Contrario a lo que la mayoría piensa, el fútbol no es una actividad rentable en Panamá. Sin embargo, genera muchas satisfacciones. El equipo profesional genera la adrenalina propia de toda competencia deportiva (ganes o pierdas, lo disfrutas o lo sufres). Las categorías menores, donde tenemos niños desde 7 hasta 19 años, son principalmente de estratos sociales bajos y expuestos a riesgo social, generan una oportunidad de utilizar el fútbol como mecanismo para enseñar valores y alejar a jóvenes del pandillerismo.
¿Qué le deja ésta labor?
Eventualmente, uno llega a entender que el Club no puede desarrollarse de forma aislada y comienzas a involucrarte en organizaciones de las ligas y temas de la Federación por lo que terminas, casi involuntariamente, convirtiéndote en un dirigente. Realmente no creo ser dirigente de fútbol es algo que uno busque proactivamente. Es algo que ocurre naturalmente como una evolución de trabajar porque el fútbol crezca.
¿Cuáles características considera se requieren para desempeñarse en este cargo?
Tiempo y dedicación. Se requiere de esfuerzo. Más allá de la parte deportiva, un club de fútbol es una institución con las características de un negocio: diariamente hay temas administrativos, operativos, legales, logísticos, de mercadeo y sobre todo de recursos humanos. En ocasiones, la parte deportiva requiere de menos atención que los otros aspectos del desarrollo del Club.
Ganar siempre es importante, ¿Qué cree que hace falta para lograr el título?
Presidir la Junta Directiva del Plaza Amador desde 2012 ha sido un reto que ha puesto a prueba mis conocimientos en muchas áreas al igual que los del resto de los directivos. En el fútbol no hay soluciones mágicas, lo que hay es trabajo. Nunca hay suficientes recursos para atender todo lo que uno quiere lograr y hay que aprender a tomar decisiones duras y hacer sacrificios en busca del bienestar del equipo. Confiamos en que el título llegará bajo nuestra administración.
El crecimiento depende de todos, pero ¿Dónde considera está la principal falencia en los clubes?
A corto plazo las principales limitaciones de los clubes son ciertamente económicas. Tratamos de contratar los mejores jugadores y cuerpo técnico con recursos muy limitados. Para que un club sea exitoso no solo tiene que jugar bien, sino proyectarte bien y tener una sólida plataforma de crecimiento. No se crece sin atención a todos los detalles dentro y fuera de la cancha.
En 2013, nuestro fútbol dio un gran paso con la creación de la LPF Group junto con Fepafut ¿Qué ha sido lo más difícil en el proceso de darle valor a la marca?
LPF Group fue creada con el propósito de que la Federación y los clubes de primera división fuéramos directamente responsables del crecimiento y desarrollo de la Liga Panameña de Fútbol. Lo más difícil fue lograr que todos los actores relevantes comprendieran que la rivalidad de la cancha no podía trasladarse y afectar negativamente el desarrollo de la liga. Por primera vez, todos nos sintonizamos en una misma dirección y el impacto ha sido muy relevante.
¿Cuál ha sido el mayor logro desde que está al frente?
El mayor logro es ver cómo la Liga se hace cada vez más relevante. Me llena de orgullo que hoy podemos hablar de estadios llenos en muchos partidos, que se hable de un mejor espectáculo y que a lo largo de todas las semanas el fútbol local sea un tema continuo de discusión en las calles y en medios especializados en fútbol.
Desde la perspectiva personal es haber podido ser parte de un proyecto en el que no había mucha fe de que pudiera ser exitoso. Cuando diseñamos el plan de desarrollo de la Liga a tres años, pocos confiaban en que lograríamos nuestros objetivos. Había mucho escepticismo y resistencia a los cambios. Hoy en día el ambiente es totalmente distinto y la dinámica de trabajo es muy fluida porque mucha gente cree en la LPF como un proyecto viable.
¿Qué avances se han logrado en la LPF Group?
Que ahora la LPF es relevante. Ello se refleja en haber duplicado el número de fanáticos que van a los estadios en el último año. Igual en más y mejores patrocinadores. Más cobertura mediática de los partidos, más pantallas de televisión pasan los juegos y hay mejor contenido en los programas especializados. Los boletos para los partidos pueden comprarse en preventa. Los incidentes de seguridad en los estadios han disminuido. El número de niños y familias asistiendo a los partidos ha aumentado. La Liga y los equipos tienen mucha más relevancia en las redes sociales y cada vez son más panameños en las calles vistiendo las camisetas de los equipos de su preferencia de la liga local.
¿Cuándo arranca el próximo torneo y cuál es el objetivo principal?
El próximo torneo comienza el 17 de julio. La meta es mantener a la fanaticada entusiasmada y que asista a los estadios con más seguridad y que el espectáculo sea mejor en cada jornada. El objetivo final es mejorar la experiencia del aficionado y que cada vez se identifiquen con nuestros clubes y jugadores.
La LPF Group transmite al público una imagen de la liga estructurada y profesional. Estamos todavía sufriendo algunas de las complicaciones propias del crecimiento, pero somos una Liga en pleno proceso de evolución. El fútbol es un deporte de pasiones. Siempre van a darse polémicas y diferencias. Sin embargo, ahora los dirigentes somos más cuidadosos de no hacer nada que afecte adversamente el producto que con tanto esfuerzo estamos construyendo.
