Pasó mucho tiempo para que volviera a la escena deportiva, pero la espera valió la pena.
Por: Isaac Castillero Wilson
Foto: Isaac Castillero Wilson
La nadadora competitiva, quien por más de ocho años, representó a Panamá en varios juegos regionales obteniendo más de 200 medallas y trofeos de diferentes categorías, decidió explorar el talento femenino de las nuevas generaciones tras una considerable trayectoria en el nado sincronizado.
A sus 42 años se ha dedicado a orientar todo lo referente al nado sincronizado con la ilusión de que sean sus dirigidas las que mantengan activo a futuro este deporte, como entrenadoras o jueces.
¿En qué momento de su vida decide reactivar el nado sincronizado?
En el 2008, luego de ver las Olimpiadas de Beijing quedé motivada y mi trabajo me permitía dedicar el tiempo para compartir mis conocimientos. Dejar un legado deportivo en Panamá, con la visión de ver a mi país nuevamente en Juegos Regionales. Localmente, la natación sincronizada estuvo sin practicarse por más de 20 años.
¿Cuál fue su principal desafío?
Recibir la oportunidad. Lo primero que hice fue hablar con mi esposo, quien me apoyó y escribió a un medio de televisión para que nos pusiera en contacto con el Director de Pandeportes y poder usar la piscina Eileen Coparropa.
¿Cómo fueron los primeros pasos?
En octubre de 2008, empecé con mi sobrina de 8 años y 3 niñas de 10 y 12 años. Para diciembre de ese año, ya teníamos una invitación para presentarnos en la Copa del Día de la Madre que celebra la Asociación de Weterpolo de Panamá. En 2009, a través de la Federación Panameña de Natación y el Comité Olímpico de Panamá, recibí mi primera capacitación como entrenadora de Alto Rendimiento, organizado por el Comité Olímpico de Estados Unidos en Colorado, Springs. De allí en adelante, nos dimos a conocer a través de exhibiciones que realizamos en escuelas y competencias como el Delfín de Oro, Copa Barracuda y los Intercolegiales del Colegio IJA y La Salle.
¿Qué ha sido lo más difícil para poner en práctica este deporte?
Se torna desafiante con las instalaciones, al no tener piscinas profundas, techadas, en buen estado y el clima de nuestro país nos impide entrenar. Además del apoyo de patrocinadores, han sido pocos los que han creído, puesto que es limitada la participación y competitividad del nado sincronizado.
¿En qué club enseña?
Soy fundadora de la Academia de Nado Sincronizado Golden Mermaids. Damos clases cuatro días por semana en la piscina Eileen Coparropa y en la piscina del Parque Omar. Actualmente el club cuenta con una inscripción de 20 atletas, en distintas categorías (novata, intermedia y avanzada).
¿Qué intenta transmitir a sus dirigidas?
Los grupos que se han formado han sido de carácter competitivo, ahora estamos abriendo el compás a nivel recreativo. Desde el nivel novato, introducimos rutinas cortas para fortalecer su proyección y ejecución. Las modalidades de dueto, equipo y combinado dependen mucho del nivel de las atletas y sus edades, pero hemos trabajado estas rutinas para exhibiciones. Les inculcamos trabajo en equipo, responsabilidad, disciplina, solidaridad, amistad, respeto y confianza.
¿Qué logros han tenido dentro y fuera de la piscina?
Golden Mermaids ha logrado en 5 años, más de 70 medallas en distintas competencias nacionales e internacionales. A nivel de selección, Panamá ha ganado medallas en: Juegos Camex, Juegos Centroamericanos y Juegos CCCAN, entre otros eventos en Costa Rica, El Salvador, Guatemala y Jamaica. A nivel de Centroamérica hemos logrado posicionar a Panamá en segundo lugar y en primer lugar en la categoría 12 y menos.
¿Cuáles serían las condiciones para poder iniciarse en esta disciplina?
Estamos reclutando niñas sin cualidades básicas, ya que con el programa que manejamos, nosotros nos encargamos de formarlas física y artísticamente. Lo importante es que tenga las ganas de aprender a nadar y hacer nado sincronizado.
¿Se puede vivir de ésta actividad en Panamá?
Ningún entrenador en Panamá puede vivir 100% del deporte, ya que son los clubes o asociaciones las que pagan el salario de los entrenadores y resulta un poco difícil mantener la cantidad de miembros inscritos durante el año. Los entrenadores en Panamá, por lo general, tienen una profesión con la cual se sustentan.
Si tuviese que elegir entre su rol de o el de instructora, ¿cuál preferiría?
El de entrenadora, amo enseñar a mis atletas. Y si se pudiera vivir de esto, me dedicaría 100% a la enseñanza. Soy Contadora Pública Autorizada.
Para finalizar el año, hemos planeado una Obra Musical Acuática denominada Briggitte y la Puerta Secreta del Reino de las Sirenas. Esta obra está basada en la película de Barbie, está programada para el 6 de diciembre. Para el 2015, participaremos en una competencia en Estados Unidos y la realización de nuestra Segunda Copa Golden Mermaids. También, estamos a la espera de la escogencia de la Junta Directiva de la Federación Panameña de Natación.
Me siento satisfecha porque he podido mantener un balance entre mi vida familiar, personal, laboral, y espiritual con el deporte que amo el cual pude reactivar y desarrollar en un corto plazo.
Para saber…
- En 1986, empezó clases con el Profesor Iván Panay formando parte del Club de Nado Sincronizado “Poseidón”.
- La primera medalla de nado sincronizado para Panamá fue de bronce en la modalidad de dueto libre ejecutado por Jessica Loaiza y Giselle Zapateiro durante los IX Juegos Bolivarianos celebrados en Maracaibo, Venezuela en 1989.
- En 2014 se convirtió en la primera Juez de Nado Sincronizado Federación Internacional de Natación, luego de cumplir con un riguroso programa de capacitación de clínicas FINA desde 2009.