Fernando Revuelta Atleta UNDER ARMOUR www.runninginpanama.com |
Durante los últimos años, las televisoras y los medios de comunicación, hacen eco con mayor frecuencia de noticias relacionadas al fallecimiento de corredores mientras estaban participando en alguna competencia, sobre todo en eventos de maratón. Ello ha generado una lógica alarma en la población en general, y en mayor grado entre los corredores y sus familiares. Los casos de muerte súbita entre deportistas no son un tema nuevo, pero con la popularización del running y del número de aficionados, pareciera que en la actualidad se producen en mayor proporción. A la tragedia que supone que durante una carrera atlética se presente en algún participante una parada cardiorrespiratoria, se suma el desconcierto que en teoría, los corredores habituales deberían disfrutar de un estado de salud mejor que el de una persona sedentaria. Las preguntas que surgen de estas reflexiones son varias: ¿es recomendable desde el punto de vista de la salud hacer un deporte como correr?; aun considerando que la práctica de ejercicio físico moderado sea buena, ¿es aconsejable desde el punto de vista médico someter al organismo a un nivel de exigencia y esfuerzo como el maratón?; y por último, ¿aumentan las posibilidades de sufrir muerte súbita por ser corredor respecto de la población en general?
CONCEPTO Y CAUSAS
Se entiende por muerte súbita el fallecimiento de una persona con aparente buena salud, que acontece de manera inesperada y que tiene su origen en causas naturales debido a problemas de cardíacos. Los problemas pueden ser variados, algunos hereditarios, pero el proceso se presenta en forma de una parada cardiorrespiratoria acompañada de pérdida de conciencia, la cual si no es atendida de manera inmediata y eficiente con maniobras de resucitación cardiopulmonar, desencadenará en la muerte de la persona. Hay síntomas que si se presentan mientras corremos o después de terminar pueden anticipar la existencia de una posible cardiopatía, como palpitaciones o sensación de mareo.
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PREVENCIÓN ES LA CLAVE
Con relación a la muerte súbita en deportistas, se han realizado numerosos estudios, que aunque difieren en algunas conclusiones, comparten conceptos básicos. No se pone en duda que la práctica de ejercicio físico tenga efectos beneficiosos para la salud, pero se recomienda antes de iniciar un programa regular de ejercicio, someterse a una revisión médica para detectar posibles patologías existentes o situaciones que pudieran desembocar en problemas a futuro. Los estudios concuerdan en que una gran mayoría de los fallecimientos por muerte súbita que se han producido en la última década, se relacionan a corredores experimentados con patologías cardíacas que podrían haber sido detectadas con exámenes médicos previos. La conclusión es que estas personas no deberían haber competido en esfuerzos tan demandantes en los que se genera tal fatiga y estrés, situación que se agudiza si las condiciones de temperatura y humedad durante la prueba son extremas y provocan la deshidratación del corredor.
El enunciado de “más vale prevenir que curar” adquiere todo su sentido cuando nos referimos a los supuestos de muerte súbita en corredores, ya que la prevención será el mejor aliado. De hecho, en algunas pruebas de mayor exigencia ya se obliga a los participantes a pasar un reconocimiento médico de modo previo, aunque este examen no suele contemplar pruebas cardíacas específicas que garanticen que el corazón del corredor está capacitado para resistir esa clase de esfuerzo.
EXÁMENES CARDÍACOS
Adicional a realizar una analítica completa, cualquier corredor habitual debería someterse a chequeo médico por parte de un cardiólogo, que incluiría como primera etapa la auscultación mediante fonendoscopio para escuchar los sonidos cardíacos, así como un electrocardiograma básico en reposo para comprobar el funcionamiento eléctrico del corazón. El siguiente paso sería la realización de una prueba de esfuerzo, la cual sirve para monitorear el funcionamiento cardiovascular del deportista conforme este va aumentando su nivel de exigencia al trotar en una caminadora. Por último, el tercer examen recomendado sería una ecocardiografía, que consiste en una prueba de imagen para ver la estructura del corazón y detectar posibles alteraciones en sus compartimentos y válvulas.
SER RESPONSABLES
Los casos de muerte súbita en corredores no deben llevarnos al alarmismo, porque proporcionalmente no son mayores que los que se dan en otros deportes, ni su incidencia es diferente a los fallecimientos que se producen por este motivo entre la población en general. Se estima que el porcentaje de sufrir un paro cardíaco en un evento de maratón es solo de 1 cada 100,000 hombres y de 1 cada 500,000 mujeres. La responsabilidad de comprobar que estamos en buenas condiciones de salud es de cada uno, por lo que debemos ser diligentes con este tema, sin caer en un temor o psicosis que terminen por hacernos dejar de disfrutar de la pasión por correr.