Fernando Revuelta Atleta UNDER ARMOUR Sub-Campeón Nacional de Maratón www.runninginpanama.com |
De los recuerdos iniciales que tengo al llegar a Panamá allá por 1999, es acudir por primera vez a una competencia del ranking del Club de Corredores del Istmo, los 12 km de Cerro Viento. Acostumbrado a los eventos atléticos masivos en los que participaba en mi natal España, con cientos o miles de corredores presentes, me sorprendió fuertemente que aquella mañana solo hubiéramos 37 participantes en la línea de salida, casi como si se tratara de una pequeña reunión de amigos. Destacar como curiosidad que casi todos ellos eran varones, y en su gran mayoría se trataba de corredores habituales y en buena forma, cerca de lo que consideraríamos un nivel élite.
Esta situación en cuanto al escaso número de participantes y distribución por sexo se mantuvo en Panamá sin grandes cambios por toda una década, hasta que en el 2009 incursionó Panama Runners con Elmer Ortiz a la cabeza como nuevo organizador de pruebas. De una vez surgió entre Corredores del Istmo y Panama Runners una dura rivalidad, no digamos sana porque no lo fue –ni lo es-, pero de la que salieron ganando finalmente los corredores locales. Con estos dos clubes en el panorama, y algunos otros organizadores que se fueron sumando, el número de eventos se multiplicó enormemente, llegando a cubrirse casi todos los fines de semana con carreras, incluso dos y tres. También la logística y mercadeo de los eventos se volvió mucho más profesional, tomando como ejemplo pruebas de las que se celebraban en países de nuestro entorno. El running comenzó a ser bien visto, no como una modalidad deportiva para gente mayormente humilde, sino como un ejercicio asequible para una gran cantidad de personas que veían en él una manera sencilla para bajar de peso, tener mejor apariencia física, optimizar su estado de salud, o servir de complemento base para otras modalidades.
En cuanto a los participantes, y por influencia fundamental de los medios de comunicación social y los patrocinadores que se fijaron en el running como un escaparate válido e interesante para promocionar sus productos y contenidos, se disparó el volumen de practicantes, siendo el Circuito Asics el más claro exponente de este cambio. Una prueba ya no se consideraba un éxito de participación si lograba reunir a varios cientos de personas, sino que se empezó a hablar de miles. Fundamental incidencia en este incremento de corredores tuvo la incorporación masiva del sexo femenino al running nacional. De constituir solamente entre un 10 a 15% de la población total de corredores, en solo unos años pasó a ser mayoritaria en los eventos de distancia corta, superando al sector de los varones. Bien es cierto que en las distancias más largas como media maratón y maratón todavía no se ha logrado esa ansiada paridad, pero definitivamente el peso específico de las mujeres en el running local se aprecia tanto en los eventos de fin de semana como en cualquier entrenamiento que uno haga en Parque Omar, Amador o cualquier otra área análoga.
CORRER POR PLACER
Carrera caminata Susie Thayer 2014. |
Analizando los tiempos y registros que se obtenían décadas atrás, es fácilmente constatable que el nivel competitivo de aquellos años, a pesar del escaso número de corredores, era mucho más alto del que se produce en la actualidad. De hecho muchos de los récords nacionales de ruta y fondo vigentes a la fecha fueron instaurados hace dos o más décadas, sin que nadie haya podido por el momento si quiera ponerlos en entredicho. Habiendo en el tiempo presente un mayor número de corredores, mejores incentivos económicos, fuertes patrocinios, acceso a entrenadores calificados, instalaciones adecuadas, y avances en tecnología en cuanto al calzado y equipamiento, en principio por lógica esto no debería ser así. Pero pasan los años y no se vislumbra una generación de atletas que lleguen al nivel que se tenía décadas atrás. Si van poco a poco surgiendo algunos jóvenes prospectos, pero todavía es muy pronto para saber si al alcanzar su mejor edad van a ser capaces de estar en un nivel competitivo internacional.
Por el contrario, el running se ha convertido masivamente en una actividad recreativa, a la que se han enganchado muchas personas que no calificarían dentro de unos estándares estrictos de atletas. Hay que mencionar que a pesar de que esta masa de corredores no tenga mayormente objetivos competitivos absolutos, si los tienen en el plano personal, y se esfuerzan y mucho por mejorar de manera progresiva sus registros personales, o poder cubrir eventos cada vez de mayor distancia. Practicar atletismo de fondo en Panamá resulta ciertamente complejo por el alto grado de temperatura y humedad que afecta a gran parte de la geografía nacional, por lo que sí tiene mérito el esfuerzo que estos corredores recreativos dedican a su afición. He podido en los últimos meses, sobre todo desde que me incorporé al grupo G-e-o-r-g-E, compartir con muchas de estas personas, y realmente me ha inspirado ver como son capaces de seguir entrenamientos y rutinas que a corredores más experimentados nos costaría completar. Definitivamente la fuerza de voluntad, la capacidad de sacrificio, y el deseo de superación, son valores que los corredores recreativos representan a la perfección, sirviendo a menudo de modelos y ejemplos a seguir para los atletas más habituales.
Y es que si analizamos en definitiva de que se trata el correr, es algo tan sencillo como cubrir una determinada distancia a una velocidad más elevada de la que usamos al caminar. La distancia es la misma para todos, el esfuerzo es idéntico, todos somos corredores, independientemente del tiempo que nos lleve a cada uno cumplimentar nuestro trayecto. Siempre he sido un firme defensor del corredor recreativo, porque ellos son la esencia del running, y creo que el que hoy en día los atletas seamos más respetados y valorados por el conjunto de la sociedad se debe a su proliferación. Ciertamente resulta cada vez más extraño que en cualquier grupo o círculo en los que nos movamos, no acabemos conociendo a algún runner practicante, o que tenga familiares o amigos que lo sean.
Sin quitar importancia a la necesidad de que Panamá cuente con atletas y maratonistas de alto nivel, que puedan defender los colores patrios en competencias y justas internacionales como Campeonatos mundiales y Olimpiadas, hay que seguir cuidando, más bien mimando diría yo, al corredor recreativo, porque el encarna como ningún otro ese espíritu runner que todos los corredores llevamos dentro.
¡Que viva el Running!