Fernando Revuelta Atleta UNDER ARMOUR Sub-Campeón Nacional de Maratón www.runninginpanama.com |
El 29 de septiembre del pasado año el espigado atleta keniano Wilson Kipsang sorprendió a todos los espectadores que estaban en la Puerta de Brandenburgo de Berlín estableciendo una nueva plusmarca del mundo de maratón con 2h03.23, rebajando en 15 segundos el record hasta entonces vigente de su compatriota Patrick Makau. Su registro suponía un paso más en el camino hacia las 2 horas, una barrera psicológica y física sobre la que no hay consenso en el mundo runner de si algún día se podrá rebajar.
BATIENDO RECORDS
El Maratón de Berlín, adicional a ser uno de los que pertenecen al selecto club de los Majors (junto a New York, Chicago, Boston, Londres y Tokio), ha tomado en la última década relevancia por haberse establecido allí las últimas cinco plusmarcas mundiales de maratón. Así el keniano Paul Tergat en 2003 lograba bajar el record hasta las 2h04.55; el enjuto etíope Haile Gebrselassie hacía lo propio en 2007 con 2h04.26, y él mismo lo mejoraba en la edición del 2008 con 2h03.59; por último, el keniano Patrick Makau en el 2011 establecía la marca de 2h03.38, registro mejorado finalmente por Kipsang.
CRITERIOS DE LA IAAF
La Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) tiene en su reglamento unos requisitos que debe de cumplir cualquier prueba de maratón para que sea homologada como elegible para obtener plusmarcas mundiales. En primer lugar como es obvio, en cuanto a la distancia debe de ser un evento de 42,195 metros, lo cual se certifica por técnicos de la propia Asociación que recorren la ruta con una bicicleta a la cual se le ha calibrado con unos parámetros precisos la longitud recorrida con cada giro de rueda.
Al multiplicar esa longitud por el número de vueltas totales (enteras y residuo), el resultado debe de corresponder a la distancia exacta.
Para evitar circuitos que artificialmente produzcan tiempos muy rápidos, la IAAF establece que la línea de salida y de meta de un maratón no deben de estar alejadas en línea recta más del 50% de la distancia recorrida, al objeto de que se produzcan giros y no siempre el sentido del viento sea beneficioso a los corredores. Por lo tanto no son elegibles maratones por ejemplo cuyo recorrido sea totalmente en línea recta desde un punto de origen a uno de finalización. De igual modo y para que los recorridos no acumulen mucho desnivel a favor, la IAAF regula también que la diferencia de elevación entre la salida y la meta no excederá en promedio de 1 metro por kilómetro, por lo que no podrá ser elegible para establecer nuevos records maratones cuyo trazado tenga más de 42 metros de desnivel acumulado a favor.
Por no cumplir con los dos últimos requisitos mencionados, es que la marca de 2h03:02 obtenida el 18 de abril de 2011 en Boston por el keniano Geoffrey Mutai, el maratón más rápido corrido hasta la fecha, no pudo ser homologada como plusmarca mundial.
CANDIDATOS AL RECORD
Adicional al mencionado Geoffrey Mutai, hay un buen ramillete de corredores con reales opciones de seguir rebajando la plusmarca mundial de maratón, circunstancia inclusive que se puede dar este mismo año. Ya se intentó el pasado 13 de abril en el Maratón de Londres, donde se dieron cita corredores de la talla de Emmanuel Mutai, Tsegaye Kebede, el ugandés Stephen Kiprotich -actual campeón Olímpico de maratón en Londres 2012 y del mundo en Moscú 2013-, o el somalí nacionalizado británico Mo Farah, campeón olímpico de 10,000 metros en las últimas. En esa oportunidad la carrera fue rápida pero no lo suficiente para obtener un nuevo registro de la distancia, siendo vencedor el actual recordman mundial Wilson Kipsang pero con tiempo de 2h04:29 (mejor marca de la temporada).
El próximo 28 de septiembre habrá una nueva ocasión para buscar este objetivo cuando se celebre otra edición de la maratón de Berlín, donde Kipsang ya ha anunciado será de la partida. Este keniano de 32 años está convencido de que esta vez, con más experiencia y conociendo ya el recorrido, podrá establecer un nuevo record mundial de la distancia. El maratón de Berlín integra casi todos los elementos para que una prueba sea rápida, al ser de perfil mayormente plano, celebrarse con temperaturas agradables entre 10-15 grados, tener ausencia de viento, contar con mucho público animando en la ruta, y la participación de buenos corredores atraídos por altos incentivos económicos.
Sobre lo que hay total consenso es sobre el origen del corredor que logrará obtener la nueva plusmarca mundial. El ranking de mejores marcas en el primer semestre del 2014 en la distancia de maratón según la IAAF, en sus 50 primeras posiciones está completamente dominado por atletas de origen africano, más concretamente por 27 etíopes y 23 kenianos. Esta hegemonía aplastante deja a las claras que estas dos naciones congregan la flor y nata de la élite del fondismo, solo rota por las apariciones esporádicas de atletas como Kiprotich, Tadese o Mo Farah.
LA BARRERA DE LAS 2 HORAS
Nadie duda de que durante los próximos años se podrá conseguir nuevas plusmarcas mundiales de maratón, dada la gran calidad de los atletas que dominan la distancia. Pero una pregunta ronda por la cabeza de todos los aficionados: ¿Será capaz algún corredor de completar los 42,195 metros del maratón en menos de 2 horas en el futuro?
Si consideramos la cifra de 3 minutos 23 segundos en abstracto, no parece un tiempo insalvable que no pueda ser rebajado, pero hay que tomar en consideración que el record mundial en el año 1967 estaba en 2h09:36, y tomó 46 años reducirlo en 6 minutos. En estas décadas pasadas todos los deportes, incluyendo el atletismo de fondo, se beneficiaron de tremendas mejoras en sistemas de preparación y entrenamiento, nutrición e hidratación, controles médicos y tratamiento de lesiones, equipos e instalaciones, y material más eficiente. Todos estos rubros pueden seguir evolucionando, pero los saltos cualitativos más importantes parecen ya dados.
En cuanto a las posibilidades de bajar de las 2 horas en maratón hay opiniones para todos los gustos. El recordman actual Wilson Kipsang lo cree posible, y está convencido de que si él no fuera el elegido para tal hazaña, otro atleta lo logrará en los próximos años. De similar pensamiento es el reciente ganador del maratón de Nueva York y medallista olímpico de la distancia, el eritreo nacionalizado estadounidense Meb Keflezighi, que no solo está convencido de que se bajará de las dos horas sino adicional de que el vivirá para verlo. Por el contrario otros expertos piensan que la propia fisiología del cuerpo humano será el principal obstáculo para que podamos ver registros en maratón sub 2 horas, al menos por unas décadas, al estar ya muy cerca del límite máximo de su desempeño. Argumentan que si el record mundial de medio maratón está actualmente en 58.23 (establecido por el eritreo Zersenay Tadese en 2010), no tiene lógica pensar que alguien va a ser capaz de doblar esa distancia sin una penalización importante en el tiempo. Por ello habría que esperar a que el récord de medio maratón esté en niveles de 57 minutos o menos, para tener esperanzas de que el de maratón pudiera descender por debajo de las 2 horas. Esto de suceder, estiman no sería antes de unos 20 o 25 años.
Yo en lo personal soy bastante escéptico sobre este asunto, y tengo mis dudas de poder llegar a contemplar semejante recorte de tiempo. No me baso en ningún estudio científico ni proyección estadística, sino en el sencillo hecho de que correr 42 kilómetros a una media de 2.50 m/km me parece imposible, por muy atletas élites y preparación que tengan. Claro que uno tiene que tener la mente abierta y escuchar por ejemplo las opiniones de mi entrenadora la Dra. Enitza George, la cual ha estado en campus de entrenamiento en Kenya y Etiopia compartiendo con estos atletas y sus entrenadores, y es de la firme convicción no solo de que se puede bajar la barrera de las 2 horas, sino de que ya en entrenamientos se ha logrado. Según sus comentarios, los mánager de los corredores son los que tienen todo el control y programan la participación y desempeño de los atletas en los diferentes eventos, siguiendo una política de “administrar a cuentagotas” los récords para que se puedan seguir batiendo cada cierto tiempo por pocos segundos, más que lograr recortes importantes. Eso aseguraría la obtención de jugosas ganancias económicas, puesto que la prima por obtener una plusmarca mundial muchas veces supera la de obtener la victoria. Así en Berlín por ejemplo, Wilson Kipsang obtuvo 40,000 Euros por su primera posición, y 50,000 Euros como bonus por su récord.