FREVUELTA
Fernando Revuelta
Atleta UNDER ARMOUR
www.runninginpanama.com
icon-facebook icon-twitter

Correr con o sin música, es uno de los debates más populares que llenan las redes y los foros de corredores. Algunos runners no conciben salir a practicar sin su dispositivo digital cargado con sus canciones favoritas, les resulta casi tan indispensable como el uniforme y las zapatillas de correr. Para otros, en cambio, es fundamental poder escuchar a su cuerpo, el contacto de las zancadas con el piso y el ritmo de la respiración, para de este modo mantenerse concentrados en el ejercicio que están haciendo. Los pocos estudios que se han realizado sobre el tema no han arrojado conclusiones definitivas, por lo que cada corredor es finalmente el que decide qué opción escoger.

BENEFICIOS
Los runners aficionados a correr con música argumentan que el escuchar sus temas favoritos mientras se ejercitan, les ayuda a que sus rutinas sean más llevaderas, ya que se mantienen entretenidos mientras completan kilómetros con mayor facilidad. Al tener la mente concentrada en las canciones que suenan en sus dispositivos consiguen abstraerse del entorno y se olvidan de la sensación de fatiga mientras redoblan sus zancadas siguiendo los ritmos de la música. Ello sería especialmente efectivo para aquellas sesiones y rodajes de fondo más largos, en los que el corredor pueda sentirse aburrido de ejercitarse en solitario.

PRECAUCIONES
Si pertenecemos al grupo de corredores a los que les gusta realizar sus rutinas con los auriculares puestos escuchando música, es muy recomendable tener en consideración ciertas precauciones. Respecto al volumen, nuestro sistema auditivo es bastante sensible, y si se le somete de manera reiterada a volúmenes altos, podemos causarle daños con carácter permanente. Nuestros oídos tienen una capacidad adaptativa, por lo que pasado un tiempo, la sensación que tendremos será que a una misma intensidad de volumen, percibiremos la música como más baja. Ello puede dar lugar a un círculo vicioso, donde cada cierto tiempo sintamos la necesidad de subir más y más el volumen de nuestro dispositivo.

Por ello es muy importante encender nuestro equipo y poner de inicio los controles de volumen al mínimo, e ir incrementándolos de manera progresiva hasta que podamos escuchar la música a un volumen adecuado sin distorsión. En cualquier caso el volumen de nuestro dispositivo nos debe permitir escuchar con claridad ruidos del entorno como el motor de un vehículo acercándose o el grito de advertencia de una persona que se encuentre en los alrededores.

Ejercitarse con auriculares oyendo música está contraindicado en áreas urbanas donde haya que convivir con el tráfico, corriendo por aceras y cruzando vías. Cuando limitamos la funcionalidad de uno de nuestros principales sentidos como es el auditivo, las posibilidades de sufrir un accidente se incrementan exponencialmente.

De igual modo en las horas nocturnas en las que nuestra vista está restringida, no es tampoco recomendable el escuchar música mientras se corre. En esas circunstancias nuestro campo de visión puede quedar limitado a objetos que están solo a algunos metros, y disponer de nuestro oído a su plena funcionalidad nos va a servir para anticipar posibles peligros, como un animal que venga corriendo hacia nosotros.

dreamstime m 61181223 
 Foto: Dreamstime

PLAYLIST
Cada corredor tiene gustos musicales diferentes, por lo que lo habitual es que cada uno personalice su lista de reproducción con los temas que le son más atractivos a la hora de hacer ejercicio. Obviamente no es igual elegir una música para relajarnos o leer un buen libro, que un playlist para realizar ejercicio. Los temas musicales que usualmente se escuchan por los corredores están compuestos en su mayoría por compases 4×4, y se corresponden con el género tecno, dance y música electrónica, aunque también son frecuentes los clásicos de pop y rock.

Los corredores por lo general prefieren escuchar temas con bastante parte instrumental o en idioma extranjero, frente a aquellos en las que prevalece la letra, aunque incluso los más osados llegan a acompañar en voz alta al cantante como si se tratase de un karaoke improvisado. Adicional a las numerosas listas de reproducción para correr que están disponibles para descarga en internet, existen aplicaciones específicas para running que seleccionan el orden de los temas que van siendo reproducidos según sea el ritmo que imprime el corredor a sus zancadas.

La cadencia se define como la cantidad de zancadas por minuto que da una persona cuando corre, siendo la cantidad óptima de unas 180. Por su parte el número de beats (bpm) de una canción, señala el número de pulsaciones por minuto que contiene la misma. Los temas musicales tienen un número de pulsaciones que varía dependiendo del género entre 90 a 160 bpm, y en lo posible deberíamos intentar ajustar la cadencia de nuestras zancadas, a las pulsaciones de la música que escuchemos.

SIN MÚSICA
Hay runners en cambio que no gustan de escuchar música mientras corren porque para ellos supone una distracción que afecta a la percepción de velocidad, adicional al peligro de sufrir un accidente por no anticipar la presencia de vehículos. Así mismo en rutas con piso irregular, como: caminos y sendas de montaña; hay que ir concentrado con los cinco sentidos en alerta para evitar posibles caídas y lesiones, por lo que no resulta adecuado escuchar música. Los detractores de este tipo de sistemas de audio afirman también que debido a la alta humedad existente en Panamá, la mayoría de los dispositivos tienen una vida útil demasiado corta, y terminan por dañarse a los pocos meses.