Hace unas semanas nos sobresaltamos con la triste noticia del atropello por un taxi de la reconocida entrenadora y triatleta Yelena Rodríguez mientras entrenaba con su bicicleta en la Calzada de Amador. A pesar del fuerte impacto y de las múltiples contusiones, Yelena tuvo mas fortuna que otros deportistas nacionales que incluso perdieron la vida como el triatleta Luis Lanza (RIP) quien falleció con tan solo 29 años al ser arrollado en 2007 por un vehículo cuya conductora dio positivo en el test de alcoholemia.
El caso de Yelena ha reabierto el debate en Panamá sobre la necesidad de medidas efectivas que conjuguen el tráfico vehicular con la práctica habitual de actividad deportiva, como sucede en el caso de caminantes, corredores, ciclistas, triatletas, y patinadores.
Problema Global
Los atropellos de deportistas, en muchos casos con resultados fatales, son lamentablemente algo que afecta a la mayoría de los países, tanto de nuestro entorno como de otras latitudes. Aunque la infraestructura vial tiene grandes diferencias entre unas naciones y otras, los problemas suelen ser comunes y de igual modo, las posibles soluciones.
Ciclistas, principales afectados
El mayor grupo de riesgo es el de los ciclistas de ruta, incluyendo a triatletas, que en la mayoría de los casos debe compartir vías no exclusivas con vehículos motorizados. La velocidad que se llega a alcanzar por el ciclista, unida a la fragilidad de la bicicleta, le convierten en protagonista no deseado de la mayoría de los accidentes, muchos de ellos con graves lesiones.
Medidas de mitigación a implementar:
– Utilizar siempre casco protector homologado, debidamente puesto y correctamente abrochado sin que oscile.
– Vestir ropas de fuerte colorido. Estudios han demostrado que colores rosas, amarillos, naranjas, verdes u otros «chillones» son más visibles por los conductores.
– Si están disponibles, circular por carriles exclusivos (ciclo vías). Lamentablemente las pocas vías de este tipo con las que cuenta Panamá solo están diseñadas para un uso meramente recreativo al no tener barreras de protección y ser compartidas con otros usuarios. Una alternativa es que la autoridad establezca para los días feriados limitaciones de velocidad máxima a 40/50 km en algunas vías usualmente utilizadas por ciclistas y pongan retenes para controlar que las limitaciones realmente se cumplan.
– En vías compartidas, circular por el arcén -de existir- o por el extremo de la vía.
– Si vamos con otro ciclista, circular en paralelo cuando las normas lo permitan. Si bien, ello pudiera parecer un contrasentido al ocupar una mayor parte de la vía, su función es obligar a los vehículos motorizados a disminuir su velocidad y no adelantarnos si hay tráfico en sentido contrario.
– Hacerse acompañar por carro de apoyo, el cual irá detrás de los ciclistas con las intermitentes encendidas, sirviendo de protección y aviso de los ciclistas que le preceden.
– Abandonar la posición aerodinámica en el acople cuando anticipemos una posible situación de peligro, y colocar las manos en el sistema de frenado por si hay que activarlo.
– En horas nocturnas, llevar dispositivos delanteros y traseros de iluminación y vestir ropa reflectante.
Caminantes y Corredores
No se libran tampoco de los peligros de las calles y carreteras. Como ejemplo, uno de los mejores fondistas nacionales, Saturnino Camacho, fue golpeado a finales del año pasado por un carro mientras entrenaba, causándole una grave lesión que le ha mantenido fuera de competencia durante meses.
Medidas de mitigación a implementar:
– Utilizar, en todo lo posible, vías específicas sin tráfico vehicular.
– Si hay que compartir la vía, ir en el carril contrario a la circulación por el arcén o lo mas próximo a él para ver a los vehículos aproximarse de frente.
– Detenernos o salirnos de la vía momentáneamente para facilitar adelantamientos y cruces de vehículos, especialmente camiones y buses.
– No llevar auriculares u otros dispositivos en los oídos que limiten la capacidad auditiva.
– Vestir ropa de colores vivos y brillantes y, en horas nocturnas, chalecos reflectivos.
Educación como base de la prevención
Para mayor efectividad de las medidas mencionadas, es necesario realizar campañas de Educación Vial desde la educación primaria, enseñando el debido respeto entre los distintos usuarios de las vías, poniendo énfasis en que los conductores no deben ser considerados solo un problema, sino parte de la solución.
Los conductores deben:
– Mantener una distancia de seguridad adecuada con los ciclistas que les preceden.
– No adelantar a otro vehículo si se observa un ciclista en sentido contrario y se tiene que invadir su carril.
– Avisar de los adelantamientos a ciclistas con el claxon, pero no muy cerca para evitar sobresaltos y reacciones o giros inesperados.
– Al realizar un adelantamiento, dejar una distancia lateral con el ciclista no menor a 1.5 metros, pues de otro modo el aire que el carro desplaza puede desequilibrarle o hacer efecto de succión.
– Ser cortés en el uso de la vía, sin gritar, gesticular o lanzar objetos a otros usuarios.
Por: Fernando Revuelta
Atleta del Team SAUCONY