Cocineros, profesores, pilotos y camareros, son los profesionales de mayor riesgo.

Sabías que…

  • En la tarde debe elevar las piernas aproximadamente por 20 min. esto ayuda a que el flujo sanguíneo retorne de la extremidad distal.
  • Al mediodía, después de almorzar, es recomendable realizar media hora de descanso o meditación, para disminuir la presión sanguínea.

Por: Félix Josez Corro

Foto: dreamstime

Después de un par de años de padecer de cansancio y adormecimiento en las piernas, además de la aparición de arañitas o venitas detrás de la rodilla, recurrimos al especialista ya que la caída de bellocidad en las extremidades inferiores eran síntoma de que algo no andaba bien en nuestra circulación sanguínea.

A todo lo anterior, sumamos la falta de información y pensar que se trata de una situación estética femenina. Pero la realidad es que si estos trastornos conocidos como várices no se tratan a tiempo, pueden causar una embolia si llegan a complicarse.

Así que nos dispusimos hacer frente a la situación y sacamos una cita con el Dr. Pedro Echeverría, especialista en Cirugía Cardio Vascular, quien nos explicó de forma didáctica que la telangiectasia (dilataciones de vasos capilares en la superficie de la piel),  puede ser hereditario o cualquier cosa que aumente la presión intraabdominal.

“Al aumentar la presión sobre las células cutáneas en la extremidad distal, hace que se escape el líquido de los vasos y ese flujo inunde las células que conforman la piel y ellas se atrofian y lo primero que uno pierde es el bello de las piernas”, enfatizó el Dr. Echeverria.

El galeno además explicó que la obesidad extrema, muy raros tumores pélvicos, embarazos y todo lo que aumenta la presión abdominal son causas que originan la conocidas venitas azules. En las mujeres la causa más frecuente es después del primer o segundo embarazo empiezan aparecer esos componentes venosos en las piernas, producto del aumento de la presión abdominal.

Control y factores de riesgo

En cuanto a los tratamientos, son múltiples. El Dr. Pedro Echeverría indicó que él pone en práctica la escleroterapia (tratamiento no invasivo), que consiste en aplicar una solución a las venas para que produzcan una inflamación interna, lo que hace que la misma colapse y el cuerpo la absorba.

Aunque el desencadenante principal es la genética hereditaria, en el hombre la evidencia se observa en una pierna muy comprometida o sea con varices y la otra sin absolutamente nada.

También está el caso de la obesidad extrema, aquellas personas que presentan un abdomen en tensión, es muy probable que el peso de la columna de sangre sea superior, lo que producirá insuficiencia venosa.

El especialista agregó que el principal anillo de prevención es “cerrar la boca” y no es de quedarse callado, sino de cuidar lo que ingiere, mantener una alimentación balanceada, hacer ejercicio, reposar por media hora después de almorzar y evitar subir de peso.

“Si tiene la oportunidad de reposar en una hamaca, hágalo, al elevar las piernas el peso de la columna de sangre torna en la otra dirección y al paciente se le deshinchan las piernas. Si una persona no padece de insuficiencia venosa y practica este ejercicio se sentirá muy relajado” señaló el Dr. Echeverría.

Durante la entrevista el médico esquematizó el proceso, explicando que el aumento de sangre que retorna de los pies se debe a que ese punto no cuenta con un corazón que empuje la sangre de los pies;  más bien un órgano que empuja el flujo hacia las extremidades distales.

En resumen la fortaleza de los músculos de la pierna y la calidad de la piel, hacen que la sangre se impulse nuevamente hacia el corazón, por eso es que se recomienda hacer ejercicio y no llevar una vida sedentaria. En el caso de las personas de edad avanzada, quienes presentan atrofia muscular y tienen una piel más suave, delicada y frágil, los problemas venosos tienden a incrementarse en esos años.