Al finalizar el 2018, en Panamá, el Instituto Oncológico Nacional (ION) registró 3,500 nuevos casos, siendo las principales causas los tumores de mama, cuello uterino y próstata.

Por: Félix Josez Corro

Fotos: dreamstime

La palabra cáncer nos causa ansiedad. Seguramente recordamos a un familiar o una amistad que no superó esta enfermedad, o tal vez la ha vivenciado en carne propia.

El diagnóstico inicial, nuevos tratamientos, expectativas y hasta noticias poco favorables, son algunas de las situaciones en que se debe preparar el psicooncólogo luego de leer el expediente clínico de su paciente. Esto le permitirá informar con la verdad, para que el enfermo de cáncer tenga conocimiento del proceso y no viva la situación de forma más traumática.

Trastornos afectivos acompañados de miedo, inquietud e incertidumbre, son sentimientos que impactan a las personas afectadas. Para conocer cómo aceptar el diagnóstico y saber sobrellevar la situación conversamos con la psicooncóloga Lidia Luna, del Instituto Oncológico Nacional (ION), quien manifestó que su profesión le permite trabajar muy de cerca con el paciente para que acepte y no se deje vencer de la enfermedad.

“La Oncología tiene como propósito brindar atención psicológica al paciente oncológico, para mitigar las posibles situaciones que esté atravesando, lo que se entiende como el duelo a la pérdida de la individualidad, que se profundiza con niveles de depresión. Pero no todo queda allí, también trabajamos de la mano con sus familiares, para que aprendan a manejar este proceso”, manifestó Luna.

Para el psicooncólogo es más fácil tratar al enfermo de cáncer, a sus hijos y familiares, por sus estudios y experticia no solo en Psicología Clínica, también por su especialidad en Oncología. Este profesional sabe manejar cada fase emocional durante todo el tratamiento; además, es un pilar importante para el equipo multidisciplinario que está a cargo de la salud integral del paciente.

“Debemos trabajar con los familiares del paciente, más si este tiene hijos pequeños en edad escolar, porque es importante conocer los estados de ansiedad que pueden estar pasando, y que luego se reflejan en el aula de clase”, enfatizó la especialista.

Luego de conversar con Lidia, queda claro que la Psicooncología juega un papel importante durante el proceso, entre estos destacan:

Prevención: Se prepara al paciente para que aprenda cómo manejar el tipo de cáncer que le esté afectando. De esta forma podrá conocer su estado clínico y transmitirlo en su entorno familiar.

Proceso terapéutico: Se orienta al paciente para que conviva con su realidad, y pueda mitigar esa etapa normal de frustración, rabia al diagnóstico o recaída y acepte los cambios físicos que acompañan al tratamiento.

Cuidados paliativos: Este proceso inicia desde el diagnóstico, y se concentran en el aspecto físico, emocional, social y espiritual del paciente y su núcleo familiar, con la finalidad de proporcionar bienestar y prolongar su supervivencia.

Actividades psicoeducativas para la familia

En el Instituto Oncológico Nacional (ION) se encuentra el Centro Tammy Gazal Mizrachi que brinda apoyo psicosocial a los hijos de personas con cáncer en Panamá. El proyecto se ejecuta de la mano de Fundacáncer y ofrece sus servicios de forma gratuita.

Allí los niños pueden esperar mientras sus padres van a la cita en el ION, durante las horas de estancia se les brinda atención psicológica de acuerdo a su edad, información sobre la enfermedad, además como manejar las emociones y la comunicación.

También se realizan encuentros grupales psicoeducativos, donde participan los padres, hijos y docentes, y así compartir y conocer la situación que atraviesa la persona afectada.

Podemos concluir que la intervención del psicooncólogo varía según la evolución del cáncer, todo dependerá de la etapa de la enfermedad en que se encuentra el paciente. Y como sugiere Luna: “no hay que esperar sentirse mal, desde que detectamos alguna molestia extraña en nuestro cuerpo debemos acudir al médico, es importante realizarse anualmente un control clínico, lamentablemente nadie es inmune al cáncer”.