Sustituto de alimentos habituales con gran contenido de minerales como calcio y potasio. Previene el cáncer de estómago, enfermedades del hígado y retarda el envejecimiento.
Pigmento orgánico de los llamados carotenoides, el cual se encuentra especialmente en cantidades elevadas en el tomate y sus productos derivados. Es considerado un antioxidante eficaz en nuestro cuerpo, que mejora el funcionamiento de los vasos sanguíneos y evita enfermedades como: cáncer y padecimientos cardiovasculares y actúa protegiendo a las células humanas del estrés oxidativo, producido por la acción de los radicales libres, que son uno de los principales responsables del cáncer. Además, interviene modulando las moléculas responsables de la regulación del ciclo celular y produce una regresión de ciertas lesiones cancerosas.
El licopeno puede reducir el riesgo de enfermedad cardíaca, enfermedad degenerativa macular, una enfermedad relacionada con la edad que pueden conducir a la ceguera, y la oxidación de lípidos, el daño a la normalidad de las moléculas de grasa que pueden causar inflamación y la enfermedad. También se dice que se utiliza para bajar el colesterol LDL (colesterol malo), mejorar las defensas del organismo, y proteger a las enzimas, ADN, grasas y celulares.
Es importante mencionar que entre los beneficios del licopeno están la prevención y el tratamiento de los cánceres de pulmón, próstata, estómago, vejiga, cuello uterino, la piel y sobre todo de la próstata.
En cuanto al tratamiento de cáncer de próstata, el licopeno ha sido utilizado como coadyuvante, es decir como un fármaco que desarrolla los efectos benéficos del tratamiento de este cáncer. Los pacientes sometidos a cirugía radical de próstata por causa de esta enfermedad y que tuvieron acceso a esta sustancia, progresaron mejor que aquellos que no lo consumieron.
Varias teorías existen en cuanto al mecanismo de acción de este pimento, la teoría más aceptada estriba en el efecto antioxidante licopeno. Éste pigmento se encuentra naturalmente en altas concentraciones en las células de la próstata, lo que podría explicar su efecto específico sobre este cáncer. Hay también algunas pruebas de que el licopeno afecta a otras especies reactivas de oxígeno, como el peróxido de hidrógeno y dióxido de nitrógeno. En resumen, el licopeno ejerce un efecto protector sobre el cáncer de próstata al existir en niveles elevados en esta glándula, lo que permite su efecto benéfico con mayor intensidad y frecuencia.
Las investigaciones confirman que el licopeno se absorbe mucho mejor (hasta 2.5 veces más), si se consume como salsa natural o en jugo, debido a que los aceites y grasas de la cocción rompen las paredes celulares del tomate, que son las que dificultan su absorción, además se ha comprobado que los niveles de licopeno en la sangre fueron más altos cuando se comían tomates cocinados. Se recomiendan entre 3 a 7 miligramos de licopeno al día, lo que supone alrededor de siete comidas ricas en productos derivados del tomate por semana.
Fanny Cardoze
Nutricionista Dietista
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