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Día del niño noviembre de 1973. Club de golf de Vía Porras,
el comienzo del fin. 

Cuando Panamá fue sometida a la dictadura militar (1968-1989), un grupo de jóvenes Directores del Club llamados los Dandy Boys, bajo la presidencia del Ing. Juan José Amado, tuvieron la visión de lo que venía encima con el gobierno y negociaron con la familia Amgelio

Por: Carlos A. Arosemena Lacayo
Fotos cortesía: Carlos A. Arosemena Lacayo

 

 

Cuando Panamá fue sometida a la dictadura militar (1968-1989), un grupo de jóvenes Directores del Club llamados los Dandy Boys, bajo la presidencia del Ing. Juan José Amado, tuvieron la visión de lo que venía encima con el gobierno y negociaron con la familia Amgelio, la opción de compra de 200 hectáreas. Estos terrenos ubicados en la Ave, Domingo Díaz, tenían un kilómetro de frente a la vía llegando hasta el Río Juan Díaz.  Cuando se llevó el proyecto a la Asamblea extraordinaria de accionistas en 1972, los socios mayores influenciaron negativamente para sabotear el proyecto, indicando que ésta compra era innecesaria que «Jamás tendríamos que mudarnos de nuestro club».  Los esfuerzos por convencerlos que esta acción era un seguro para el futuro y una buena inversión ante la incertidumbre a la cual nos dirigía la dictadura, fueron en vano. ¡Qué equivocados estaban!

El Comienzo del Fin del Club

El general Torrijos vivía en la calle 74 este y con frecuencia visitaba el Bar del Club con vista al hoyo 9, para pasar un rato con los amigos. Para esa época, el Alcalde de Panamá empezó a promover la idea de expropiar el Club de Golf de Vía Porras para convertirlo en un Parque Municipal, pagando el valor catastral de 1927, que era de $800,000.00 cuando su valor en 1972 era de $6.6 millones.
En 1973, el presidente del club Arturo McGowen nos informó que el general había ordenado el cierre del club para el lunes 22 de noviembre con motivo de la celebración del Día del Niño en los predios del club.  Desde 1971 yo estaba supervisando el mantenimiento de la cancha por lo que me preocupaba el daño que 50,000 niños podrían causar. A pesar que el nuevo alcalde Sergio Rodríguez se encargó de la limpieza, posteriormente me tocó reparar los greens y Bunkers de los hoyos 9 y 18.  Al finalizar el evento, en el salón Las Molas del club, el general manifestó que todos los años se celebraría el Día del Niño en nuestro club.

Si permiso del club, el general autorizó al IDAAN para que colocara una nueva línea de agua de 3 pulgadas de diámetro que atravesaba la cancha de un extremo a otro, imposibilitando el juego por tres meses, en los hoyos: 11, 14, 15, 16, 17 y 5.

Gracias a la amistad de algunos socios con el general, lograron que este aumentara el pago a $2.1 millones y nos diera 3 años para mudarnos.  También brindó la opción de quedarnos a cambio de que construyéramos un Hotel para la Braniff o para un grupo oriental.  Ambos proyectos fueron rechazados por algunos socios.

Adiós a la Cancha

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Día del niño 1973. Alcalde Sergio Rodríguez, Gen. Omar Torrijos,
Sra. Raquel Pausner y HR. Doris Vargas de Rosas.

Por ser el tesorero, el presidente del club me entregó el cheque de $2.1 millones; lo devolví porque no estaba certificado y sospechaba que la Alcaldía no tenía fondos.  Por esta razón, el general ordenó al Banco Nacional que nos diera un cheque de gerencia para cerrar la venta.
Se nombró una comisión conformada por: Nene Arias, Juan J. Amado, Arturo McGowen y Julio Amado para buscar los terrenos que hospedarían el nuevo club, siendo elegido los actuales terrenos en Cerro Viento. Hubo que negociar nuevamente con la familia Ameglio y por el mismo precio de las 200 hectáreas de un año antes, obtuvimos en esta ocasión 117 hectáreas.

Los costos del traslado de la cancha se incrementaron enormemente porque tuvimos que construir una carretera de cemento de 5.6 kilómetros de la ave. Domingo Díaz hasta el terreno del club; igualmente hubo que llevar las líneas de agua (IDAAN) y de electricidad (IRHE) hasta el club. La familia Ameglio nos reconoció parte de este gasto, otorgándonos 17.5 hectáreas adicionales.

Durante la presidencia de Guillermo Endara, el Municipio de Panamá pasó los terrenos del Antiguo Club de Golf al Despacho de la La Primera Dama como pago de los $17 millones que le adeudaban a la nación. Al parque lo nombraron Héctor Gallegos para recordar al sacerdote asesinado durante la dictadura; más tarde al subir al gobierno el presidente Ernesto Pérez Balladares del PRD, se cambió el nombre del parque a «Omar».

A Beneficio de Todos

Hoy podemos apreciar el gran trabajo que las distintas Primeras Damas han realizado en beneficio de los visitantes que diariamente recibe el parque. El antiguo Club de Golf de Vía Porras me trae muchos recuerdos, pienso en todos los compañeros que allí jugamos y que ya pasaron a mejor vida. No se puede olvidar los 38 Abiertos de Golf que allí se celebraron con la participación de los más destacados profesionales del PGA.

Observo con orgullo, cómo se han desarrollado cientos de árboles que sembré alrededor de la cancha y hoy adornan el parque.  Es importante que los socios de los diferentes clubes de Panamá, conozcan esta historia y eviten en el futuro cometer los errores del antiguo Club de Golf de Vía Porras.