Un problema mundial, que atenta con la ilusión de triunfo de los atletas, una realidad de la cual nuestro país no escapa.

Por: Isaac Castillero Wilson
Fotos: AP Photo/Mark J. Terrill, File

¡Alerta roja! En los últimos tiempos, el deporte se ha convertido en un fenómeno social que ha generado grandes expectativas, principalmente en el rendimiento de los deportistas, quienes cada día buscan ser más fuertes, veloces y mejores.

El Comité Olímpico Internacional (COI), define el dopaje, como, la administración o uso por parte de un atleta de cualquier sustancia ajena al organismo o cualquier sustancia fisiológica tomada en cantidad anormal con la intención de aumentar en un modo artificial y deshonesto su rendimiento en la competición.

En ese afán de lograr consumar los beneficios del triunfo o contrarrestar las presiones, se han dado casos del consumo de sustancias prohibidas que elevan el rendimiento físico de los atletas, siendo este uno de los mayores problemas en el desarrollo del deporte mundial.

Ante la necesidad de lograr un mejor panorama deportivo la Organización Mundial Antidopaje (Wada), ha redoblado sus esfuerzos contra esta práctica, en el que atletas ganadores han sido examinados y hasta sancionados.

Como ocurrió recientemente con el ex ciclista estadounidense Lance Armstrong, quien fue acusado de dopaje y despojado de sus siete títulos del Tour de Francia además de suspenderlo de por vida o el caso reciente, en menor proporción (25 partidos de suspensión) del panameño Carlos “Calicho” Ruiz, quien arrojó positivo en una prueba antidopaje. La sustancia encontrada en el pelotero fue Aderall, una sustancia que sirve de estimulante y es prohibido su uso en Grandes Ligas, sin el consentimiento de sus altos directivos.

Para saber…
• Las pruebas antidopajes se introducen en los Juegos Olímpicos de México 1968.
• El dopaje puede llegar al cuerpo con: inyecciones, pastillas, administración de sangre con glóbulos rojos, y genéticamente principalmente.
• En Panamá existen laboratorios con la tecnología y el equipo necesario para realizar este tipo de pruebas, pero estas deben ser llevadas en los seis laboratorios autorizados en el mundo por la Wada.

Alarmas encendidas
Panamá como signataria del código mundial antidopaje, está comprometida a cumplir con las normas pertinentes, pero en territorio nacional el control de pruebas antidopaje no es masivo.

La Federación Panameña de Béisbol es la única entidad deportiva del país que ha invertido en este tema, aunque no de manera considerable, pues en 2012 se realizaron 18 exámenes durante el campeonato nacional mayor, relacionado con la cantidad de juegos (220), peloteros (300) y presupuesto ($150.00 cada prueba procesada).

Para el próximo año se estipula que deportes como el fútbol y el boxeo, a través de sus respectivas federaciones puedan sumarse a regular esta actividad. Vale resaltar, que en competencias a nivel local, de carácter internacional se han hecho pruebas, como en los campeonatos mundiales de Surf, el Ironman 70.3 Panamá y el Campeonato Mundial de Béisbol.

“En 2013 implementaremos las pruebas no sólo en competencias, sino durante la preparación de los atletas, además de llevar a cabo un programa de prevención y orientación que involucre a las distintas organizaciones y federaciones deportivas”, hizo saber, Saúl Saucedo, médico autorizado por la Wada.

Igualmente informó, que los atletas nacionales que verán acción en los X Juegos Deportivos Centroamericanos (del 3 al 17 de marzo en Costa Rica), serán sometidos a exámenes de dopaje y que para el torneo de béisbol mayor 2013 se realizarán 40 pruebas.

Entre los casos en los que se han visto envuelto atletas nacionales, está el de hace unos años seis cuando peloteros nacionales fueron suspendidos por dos años de toda competición internacional, por el uso de anfetamina. Los implicados fueron: Roberto Kelly, Earl Agnolly, Jorge Cortés, Alfonso Brown, Roberto Gutiérrez y Freddy Herrera.

En una entrevista publicada en el 10 Deportivo de Panamá América, el lanzador panameño Jorge “Pini” Cortés, señaló lo ocurrido en aquel episodio: “Salimos seis positivos en la Copa Intercontinental en Cuba. Estábamos tomando ‘Asenlix’, un medicamento que es utilizado para rebajar, pero que en ese entonces era prohibido por la IBAF”, comentó.

Cortés aclaró que todo lo que hicieron fue con el objetivo de bajar de peso, sin saber que era una sustancia prohibida. “El médico nunca nos dijo que eso no se podía tomar y al final salimos positivo”.

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Siete veces campeòn del Tour de Francia Lance Armstrong of the U.S. en marzo de 2010. (AP Photo/Michel Spingler)

 

Procedimiento
En cuanto al proceso de realización, bajo los parámetros de la Wada, esto se puede dar de manera dirigida o aleatoria, para luego enviar la muestra obtenida al laboratorio.

Entre las razones por las que la mayoría de las organizaciones alegan poco, o nulo control antidopaje están los altos costos de este proceso.

“Solo hay laboratorios autorizados en Montreal, Los Ángeles, Colorado, Cuba, Colombia y Brasil. El control antidopaje es uno sólo. Allí se buscan todas las sustancias indebidas por la WADA, como: estimulantes, anabólicos, drogas de consumo social o cualquier otro tipo de medicamento que mejore el rendimiento o enmascare el uso de un componente prohibido”, explicó Saucedo, quien también funge como representante del Comité Olímpico de Panamá y Pandeportes.

Mirada de atención
Es importante conocer que el consumo de las sustancias prohibidas puede producir consecuencias colaterales, atentando contra la salud y en ocasiones con la vida de los que las ingieren.

Según la página www.wada-ama.org, el uso de los anabólicos es perjudicial porque además de hacer crecer los músculos, también lo hace el corazón y eso crea afecciones cardiacas, igualmente también pude afectar el hígado. El uso de ciertos estimulantes puede ocasionar derrame cerebral, aumento de la presión arterial, adicción, depresión y demás.

El doctor Enrique mayo, especialista en Medicina deportiva, indicó que: “Muchas veces los atletas toman algo sin saber qué activos contiene y en ocasiones no saben por qué lo toman”.

Es conveniente hacer un llamado de conciencia a la población en general porque esta práctica no solo es a nivel competitivo, en gimnasios y otros recintos se venden sustancias que ameritan un control.

La consigna ante el problema dopaje debe resaltar los valores éticos y morales entre deportistas, quienes deben tener como ideales el juego limpio, el máximo esfuerzo en cada contienda y la pasión por el deporte. Sin olvidar la responsabilidad de las autoridades correspondientes con esta batalla que usa la ciencia como trampa.