Es un movimiento n formación, pero algunos sostienen que es la dieta más antigua del planeta. Hoy les quiero presentar qué significa raw food (dieta cruda) o alimentación viva.

Por: Concha y Toro

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Fotos cortesía: Concha y Toro

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Cuando visitamos algún gran museo como Louvre, Prado o del Vaticano, podemos ver muchas pinturas que representan El Edén, donde Adán y Eva retozan entre frutales, animales y abundante y rica vegetación. Es una metáfora. Pero, sin duda, la humanidad, antes de cazar, pescar o cultivar granos, comía lo que estaba disponible en la naturaleza, sin necesidad de cocinar. Éste es el punto de partida para los fanáticos de la dieta “raw”.

La dieta cruda, según sus seguidores, es la forma más natural de alimentación. Como su nombre lo indica, solo se permite el consumo de productos crudos, construyendo la siguiente pirámide alimenticia: la base son las verduras verdes (todo tipo de lechugas, repollos, apio y col rizada, etc.); seguido de frutas y otro tipo de verduras; luego legumbres y brotes; frutos secos y semillas; y, finalmente, algas marinas, consumidas en pequeñas cantidades.

Es muy importante mantener esta dieta siempre balanceada, rica y variada. También utilizar productos vegetales de alta calidad (frescos, orgánicos, de temporada y locales). Su consumo es siempre fresco o cocinado a temperaturas que no superen los 42ºC. De lo contrario, las proteínas contenidas en los alimentos experimentan cambios irreversibles, que a veces influyen en el valor nutricional del producto final o disminuyen la digestibilidad de los minerales y vitaminas.

Ahora, probablemente, ustedes piensan que esta pobre gente vive solamente de ensaladas. No se equivoquen. Con un poco de voluntad y creatividad culinaria, se pueden crear platos muy ricos y sabrosos, incluso ensayar maravillosos maridajes.

Primero, debemos decir que los más ortodoxos no beben alcohol. No es mi caso, claro. A mí me gusta practicar esta dieta un par de veces al año o dedicarle algunos días de la semana para mantener un sano equilibrio en mi cuerpo. Ustedes saben. El vino consumido con moderación es una parte muy importante del estilo de vida sano. No tengan dudas y atrévanse con algunos maridajes con sus vinos favoritos.

Por ejemplo, una lasaña de láminas de zapallo italiano, “queso” de castañas de cajú, albahaca y tomates, perfectamente se puede servir con Casillero del Diablo Sauvignon Blanc; pad thai crudo de zanahoria, brotes, repollo morado, cebollines y una salsa de maní, con Casillero del Diablo Pinot Grigio; gazpacho (la sopa reina de la alimentación viva), con Casillero del Diablo Rosé; y rolls de pepino con aguacate y rabanitos, con un toque de algas nori, con un blanco con más peso en boca como Casillero del Diablo Chardonnay.

Pero no solamente los vinos blancos son apropiados para platos con verduras crudas. Prueben un carpaccio de betarraga con Casillero del Diablo Pinot Noir; una pizza cruda, elaborada con una masa de frutos secos y “queso” de almendras, y cubierta con tomates deshidratados, con Casillero del Diablo Merlot; mientras que unos tacos de lechuga, porotos negros, zanahorias y tomates, quedan maravillosos con Casillero del Diablo Carmenere.

Los amantes del vino espumante, como nuestro delicioso Casillero del Diablo Devil’s Collection Brut, también pueden disfrutar de un maridaje con pasta de zapallo italiano y una cremosa salsa de castañas de cajú al curry; después pueden finalizar la velada con un rico postre crudo, como un cheesecake de castañas de cajú, caramelo de maní o crumble de manzanas, canela y nueces, naturalmente acompañado con nuestro Late Harvest.

La dieta viva no solamente impone reglas de alimentación, sino que involucra un estilo de vida: un modo de cuidar nuestro cuerpo, nuestra casa, nuestra familia y nuestro medioambiente. Por ejemplo, para limpiar la casa, solo se utilizan productos naturales, como vinagre o bicarbonato; los cosméticos, con esencias naturales, como aceite de coco; y en la cocina, recipientes de vidrio (mejores para el almacenamiento de alimentos a largo plazo), ollas enlozadas y de fierro (nunca de teflón o aluminio). Además, hay que rodearse de plantas y hierbas, que luego pueden utilizar para preparar las comidas y, sobre todo, mantener siempre un pensamiento positivo.

Seguramente la dieta cruda permite bajar de peso (lo he comprobado) y tiene enormes efectos en el buen funcionamiento de nuestros órganos y en la prevención de enfermedades, sobre todo por su aporte de vitaminas y minerales. Sin embargo, no podemos considerar la alimentación viva como el remedio para todos nuestros males. El secreto está en el equilibrio. Por eso siempre tenemos que consultar a un especialista cuando hacemos cambios en nuestra rutina alimentaria, más todavía si son radicales.

Cada semana trato, por lo menos dos días, seguir la dieta viva para mantener el balance de mi cuerpo. Ayer preparé una ensalada de mix de hojas verdes, con aguacate, tomates cherries y pistachos. La disfruté muchísimo con Casillero del Diablo Viognier. Si no cuentan con mucho tiempo para cocinar, olvidaron pagar la cuenta del gas o simplemente tienen ganas de algo fresco, la dieta viva es la respuesta para ustedes.