Trasladar unas cuantas botellas es sencillo, pero ¿qué ocurre cuando nos cambiamos de departamento y necesitamos trasladar cientos de botellas? ¿Qué hacer para que nuestros tesoros permanezcan intactos?

Por Ania Smolec 

Wine Blog Concha y Toro

www.conchaytoro.com

Les quiero presentar unos consejos útiles para mover desde una botella hasta cajas de vinos. Una botella de vino no es tan frágil como se piensa. No saben cuántas veces se me cayó alguna botella al piso y permaneció sin un rasguño. A continuación, algunas ideas para evitar accidentes y disfrutar nuestros vinos sin contratiempos.

Cambio de casa

Mudarse a otro barrio o ciudad es un desafío, sobre todo si tienen una colección de vinos. Van a necesitar cajas de cartón. Prefiero las cajas para 6 botellas. Las de 12 son muy pesadas y difíciles de mover, al menos para mí. Corren el riesgo de desfondarse. Algunas semanas antes de cambiarse, pidan apoyo en sus tiendas de vino favoritas: cajas y separadores de cartón.

Si sus vinos son de colección, es súper bueno envolver las botellas en papel para que no se destruyan las etiquetas. A mí me gusta escribir en las cajas qué vinos se encuentran dentro y asegurarlas muy bien con una cinta adhesiva.

Si no pueden conseguir suficientes cajas, compren folias con burbujas. Son un muy buen protector de vinos. Si compran un televisor o refrigerador, no boten las folias. No cuesta nada tenerlas en la bodega para mudanzas y viajes. Nunca se sabe.

Regalo

Mi forma favorita de trasladar un vino para regalo es con una caja de madera original. Por ejemplo, en nuestro Wine Shop en Pirque, pueden comprar algunos vinos de las líneas Vinos de Origen, como Terrunyo o Marques de Casa Concha, en sus lindas y seguras cajas de madera.

Si tienen una botella con su embalaje original, compren un bonito papel de seda, envuelvan la botella y colóquenla en una bolsa de papel para regalo. Recuerden elegir una de papel grueso y buen fondo. Tenemos que evitar los accidentes.

Una idea muy simpática para trasladar nuestro vino para regalo es preparar una caja u otra forma de envoltorio (tela, cartón, madera, etc.). En los blogs dedicados a las manualidades o artesanía DIY (Do It Yourself) pueden encontrar muchas ideas.

Viaje

Olvídense de envolver las botellas en la ropa, especialmente durante un viaje en avión. ¿Han visto cómo maltratan las maletas en los aeropuertos? Pero hay un truco que nunca me decepciona: los calcetines. Tomen dos calcetines y cubran la botella por ambos extremos. No se preocupen. ¡Pueden ser usados! El vidrio y la cápsula protegen el vino de los olores. Este método lo aprendí de un colega periodista de vinos muy famoso. ¡Un crack! La botella queda acolchada y ocupa menos espacio en la maleta que los envoltorios más profesionales de plástico con aire entre sus paredes.

Otras opciones son unas bolsas/mangas de un material que se llama neopreno (igual que los estuches para computadores). Uno puede llevar estos estuches y usarlos durante muchos viajes. Es súper práctico, pero sin duda menos romántico que los calcetines.

Picnic

Una comida al aire libre, picnic o una junta con amigos en la playa definitivamente merece descorchar unos buenos vinos. Lo óptimo es usar un cooler portable o una bolsa de plástico que se pueda rellenar con agua, congelarla y mantener la temperatura de nuestras botellas durante el tiempo del viaje.

En tiendas especializadas de vino pueden encontrar varias bolsas de tela, canastos o cajas especialmente diseñadas para transportar los vinos a un evento al aire libre o picnic. No tienen que preocuparse de posibles accidentes. Lo peor que puede pasar es que olviden su descorchador.