Febrero, además de ser esperado por los carnavales, es el mes donde se celebran la mayoría de las bodas a nivel mundial. Algunos expertos opinan que mayo ha destronado a febrero; sin embargo, todas alucinamos con casarnos en el mes de los corazones, del amor y la amistad,  en especial el 14 de febrero o San Valentín.

Preparar una boda suele ser agotador para la novia, su mamá y sobre todo para el (la) wedding planner ya que se debe coordinar los gustos,  ideas y opiniones de muchos para planear, organizar y llevar a feliz término una celebración de ensueño.

Si lo vemos por el lado fashion, la novia debe probarse innumerables vestidos antes de decidirse por el correcto. Es una decisión complicada, delicada y que puede tomar desde un día hasta meses.  Los grandes expertos recomiendan escoger el que mejor se adapte a su tipo de cuerpo y presupuesto; sin embargo, muchas novias compran impulsivamente y sin la correcta asesoría cometiendo un grandísimo error.  Procura ir con tu mamá o con un grupo de amigas que sean honestas y que te digan sin temor, cómo te ves realmente.  El espejo no siempre dice la verdad.

Elegir un vestido que nos gusta, pero no entallarlo correctamente puede hacer que nos veamos anchas o apretadas en nuestro gran día.  Una modista de confianza debe ser nuestra mejor aliada para que estemos cómodas, sin vernos forzadas.  Un escote muy pronunciado es recomendable si tienes la personalidad para saberlo llevar, sino la tienes,  no te arriesgues. Una basta muy larga, además de afear tu andar te puede hacer caer, por lo que te recomendamos cuidar estos detalles.

Una vez elegido el vestido debemos mantener un equilibrio entre el velo, la tiara, el tocado, el sombrero, los guantes, las joyas, entre otros que decidas ponerte.  Muchas cosas juntas te harán ver recargada. Aplica aquí la máxima premisa de la elegancia: menos es más.

Los tacones que elijas para el gran día podrán causarte complicaciones, si no tomas en cuenta que debes usarlos al menos con 15 días de anticipación, ya que tus pies deben adaptarse al calzado.  Usar zapatos nuevos el día de la boda no es recomendable, te pueden hacer pasar un mal rato y generar incomodidades.  Unos tenis o calzados deportivos para la hora loca es una alternativa que la mayoría de las novias llevan bajo el vestido sin que nadie se percate,  lleva unos del color de tu agrado.

Realiza al menos 2 pruebas previas de maquillaje, peinado (incluye color), y manicura con dos expertos en belleza distintos.  No siempre quien nos atiende usualmente es el mejor para resaltar nuestros atributos. Prueba nuevas opciones y verás excelentes resultados.

Si tu novio requiere de un fashion police o un de un fashion emergency pídele a su mejor amigo o a su padrino de boda apoyo moral e incondicional.  Algunos caballeros son más impulsivos que nosotras y compran apurados sin cuidar de los detalles.   El suit o el smoking debe estar entallado de acuerdo al ancho de la espalda, cuidando el largo de las mangas y el de la basta del pantalón.  Calzados lustrados e impecables, cinturón de acuerdo a la cintura, pañuelo en solapa y mancuernas.  Con un buen corte de cabello y manicura masculina tu novio quedará on point!

Si ambos revisan minuciosamente los detalles de sus vestimentas antes de la boda, les aseguro se sentirán más seguros, confiados y felices el día más importante de su vida.

Masstige,

Por: Sandra Chiam

Publicista

@sandrachiam

www.sandrachiam.com