El blanco que acompaña durante todo el año nuestras comidas y las mejores conversaciones, la copa reina del viejo y nuevo mundo.
Por: Concha y Toro
Fotos cortesía de Concha y Toro
Es la variedad más consumida por los norteamericanos y la cepa blanca con mayor cantidad de hectáreas plantadas en el mundo. Es el blanco que viene bien con casi cualquier plato porque es refrescante, amable, cremoso y fácil de tomar. El Chardonnay no sólo nos regala notas de frutas tropicales, flores, mantequilla y vainilla, sino también una versatilidad inigualable que lo hacen imperdible en cualquier ocasión de consumo.
Un regalo de Francia al mundo
Como casi todas las variedades tradicionales, el Chardonnay proviene de Francia, específicamente del pueblo de Chardonnay ubicado en Borgoña. Hoy está presente en todos los países productores de vinos; siendo la cepa blanca más esparcida por el mundo, destacando por su adaptabilidad a diferentes suelos, climas y manejo agrícola.
Base de los mejores espumantes
Combinada con Pinot Noir y Pinot Meunier, el Chardonnay es la uva madre para hacer el elegante Champagne en Francia y también la inspiración para los vinos espumosos del mundo. Es la cepa que goza de las burbujas: si bebes un Blanc de Blanc ¡es 100% Chardonnay! Para sentir la frescura y mineralidad de un espumante chileno excepcional, te recomendamos probar Casillero del Diablo Devils Collections Brut, del valle del Limarí: con delicadas notas cítricas y a manzana verde.
Adoptable a casi cualquier terroir
El Chardonnay se considera una uva neutra, que absorbe características únicas del terroir donde es plantada, y que luego en barrica adquiere complejidad y mayor sofisticación. Hoy no sólo Chablis o Champagne son símbolo de Chardonnays franceses de gran calidad, sino también otros orígenes del nuevo mundo como Nueva Zelanda, Australia, Estados Unidos, Italia, Sudáfrica y Chile, entre otros. Incluso en Canadá y Alemania, se produce el famoso Ice Wine, en base a uvas congeladas de Chardonnay.
Brinda vinos para todos los gustos y bolsillos
Desde vinos envasados en cajas hasta elegantes cosechas francesas, únicas por su elegancia y sofisticación. El Chardonnay brinda hoy una gama insuperable de variedad en cuanto a orígenes, calidades, precios y estilos, para poder contar siempre con una botella en cualquier ocasión. Para un aperitivo o conversación de terraza, por ejemplo, recomendamos la frescura de Casillero del Diablo Chardonnay, mientras que para acompañar una comida más sofisticada, como langosta o aves de caza, la elegancia de Amelia, el primer Chardonnay Ultra Premium de Chile, elevará la experiencia de beber Chardonay a otro nivel.
No todo Chardonnay sabe a mantequilla
Hoy puedes elegir entre un Chardonnay crocante, fresco y donde predomina la fruta o bien un Chardonnay con guarda en barrica, con notas a especias, humo, mantequilla o toffee. Es la fermentación maloláctica la que transforma el ácido málico en láctico, dando esa cremosidad y untuosidad que muchos aman y otros odian en los Chardonnay. Sin ella, resultan vinos refrescantes, crujientes y chispeantes. Gran Reserva Serie Riberas Chardonnay es un gran representante estos vinos vivaces y de una acidez persistente, proveniente de Litueche en el valle de Colchagua.
Las notas tostadas y de vainilla son de la barrica
Las notas de pan tostado, madera, malvaviscos y especias dulces como la vainilla, son aportadas por la guarda en barrica de roble ¿Con barrica o sin barrica? Las notas a frutas tropicales, principalmente piña, mango, manzana verde, plátano, duraznos y peras, además de la mineralidad y acidez que presentan los Chardonnay, son propias de la variedad como de la expresión de su terroir. Un gran ejemplo de expresión balanceada entre fruta y barrica es Marques de Casa Concha Chardonnay, del valle del Limarí: es un vino vibrante y elegante, persistente y sedoso, con marcadas notas a peras blancas y avellanas tostadas.
Bien helado si es joven, menos frío si es complejo
Para disfrutar cada Chardonnay en su mejor expresión, recomendamos servir entre 8 a 10 grados aquellos que tienen guarda en barrica y de 5 a 7 grados aquellos más jóvenes y frescos. Así el frío brindará balance a la acidez y crocancia del vino. Lo más importante es siempre mantener una botella de Chardonnay en el refrigerador, para maridar en casos de emergencia. Una opción que no falla, por su versatilidad y frescura es el ensamblaje Trio Chardonnay, con la sofisticada y sutil participación de las cepas Pinot Grigio y Pinot Blanc.
Un blanco para los Asados
¿Por qué no? Los aromas y sabores tostados de algunos Chardonnay, especialmente aquellos con guarda en barrica por más de dos años, e incluso aquellos de mayor cuerpo y untuosidad, pueden acompañar perfectamente platos más complejos. Más allá de las pastas, pescados y mariscos; maridar carnes rojas con Chardonnay ya no es una locura. Haga la prueba en su próximo asado y descorche un Chardonnany con notas ahumadas y de buen cuerpo, para sorprender a todos.
Ideal para toda hora y estación del año
Dos escenarios para un mismo vino: ya sea disfrutando en una tarde de playa o bien cerca de la chimenea, el Chardonnay es una de las variedades que acompaña cualquier ocasión. Para acompañar un picoteo ligero de quesos frescos, bastones de verduras con dip de yogurt o queso crema; hasta golosos platos como pescados con salsas blancas, mariscos gratinados, pastas con quesos fuertes; o incluso para acompañar postres como mousse de maracuyá o crema catalana.
Para lucirse como Bartender
La coctelería en casa es cada vez más común y lentamente las preparaciones dulces van siendo reemplazadas por otras más refrescantes. Para cualquier conversación, recomendamos atreverse con los entretenidos Chardonnay Sour, Mojito Chardonnay, Sangría Blanca, usando Frontera Chardonnay como base, para disfrutar de una experiencia diferente y memorable en familia o con amigos.