De acuerdo con la ginecóloga Rosenda Matos, hay pacientes que sienten más deseos sexuales durante el primer trimestre, debido a los cambios hormonales.
Por: Yaribeth Vásquez
Para hablar de sexo durante el embarazo, hay que especificar en cada caso. ¿Por qué? Porque todos los embarazos son diferentes y la frecuencia o necesidad que se tenga del sexo durante la espera, dependerá mucho de las condiciones anímicas, físicas y de salud de la pareja.
Para mí es un placer compartir con mis amados lectores que esta chica aventurera y traviesa tiene tres meses de embarazo, así que digamos que tengo algo de propiedad para hablar del tema. Por ejemplo, la mayoría de los libros de futuras mamás e incluso, mis amigas que han pasado por esto, aseguran que la mujer embarazada no quiere saber de sexo durante los primeros meses, porque se siente fea con los cambios de su cuerpo, porque no siente deseos o porque simplemente no quiere que la pareja la toque.
En mi caso, esto ha sido totalmente diferente. Sin embargo, tengo ciertas condiciones clínicas de cuidado por las cuales no he podido mantener una relación sexual continua.
Por otro lado, mi pareja se muestra con muchos deseos hacia mí a pesar de los cambios del cuerpo, así que amigas, nada de cohibirse y más bien, pónganse sexys y luzcan su pancita.
Lejos de mi experiencia, tengo a una amiga que no quería tener relaciones sexuales durante su embarazo, pero lo hacía por complacer, tuvo relaciones durante toda la espera y ¿saben qué? Tiene un hermoso varoncito sano, saludable y lleno de vigor.
En resumen, si una mujer no tiene deseos de tener relaciones y para colmo no está dispuesta a complacer a su pareja, es mejor no obligarla, lo que sí no puede pasar es que la abstinencia se dé porque la pareja tiene temor de hacerle daño al bebé porque eso no sucederá, salvo que el médico indique lo contrario porque el embarazo presente algunas condiciones clínicas de cuidado. Y créanme, según los médicos, estos grupos son los menos.
Hablando con un experto
La ginecóloga Rosenda Matos confirma que todos los embarazos deben tratarse de manera diferente. En su experiencia, ha tenido pacientes que durante el primer trimestre del embarazo sienten más deseos sexuales de lo normal por los cambios hormonales, incluso se sienten sexys con los cambios que experimentan sus cuerpos.
Otras, durante este periodo, no tienen apetito sexual porque se ven azotadas por los síntomas físicos y anímicos propios del embarazo: cambios emocionales, malestares generales, cansancio, náuseas, dolor y sensibilidad en los senos, necesidad de ir frecuentemente al baño, incluso durante la madrugada, etc.
Para Matos, el mejor periodo para tener relaciones sexuales es durante el segundo trimestre porque los malestares habrán desaparecido o disminuido drásticamente, el abdomen tiene un tamaño cómodo para jugar en la intimidad y la acumulación sanguínea que se genera durante el embarazo, que en su mayoría se produce en el área pélvica, aumenta la capacidad de tener orgasmos.
Ahora, este periodo de gloria puede que acabe en el tercer y último trimestre del embarazo, pues la barriga es muy grande, lo que dificulta un poco la intimidad y provoca cansancio a la mujer, ansiedad por el parto y expectativas confusas sobre su rol como mamá.
¿Cómo lograrlo?
Hay varias poses que la mujer puede practicar durante el embarazo que pueden resultarle cómodas en su condición.
La mejor, para la doctora Matos, es que la pareja se acueste de lado uno detrás del otro. Esta posición permite que el hombre penetre a la pareja, pero no de forma tan profunda. A la mujer le permite disfrutar del acto en una posición cómoda.
Otras mujeres, más las que hacen barrigas pequeñas, les place mejor estar arriba porque controlan el ritmo de la relación y no tienen que lidiar con un abdomen muy voluptuoso.
Durante el primer y segundo trimestre, cuando la barriga tiene un tamaño moderado, es cómodo para muchas mujeres la posición conocida popularmente como «el perrito» porque elimina la presión sobre el abdomen.
Por otra parte, el sexo oral, resulta una buena alternativa incluso para las mujeres que tienen algunas condiciones clínicas de cuidado y que aún desean mantener relaciones sexuales.
Después del embarazo, conviene esperar hasta que el médico lo indique para reanudar la intimidad de pareja.
Condiciones de riesgo
Algunas condiciones de riesgo que pueden resultar contraproducentes para llevar una intimidad normal de pareja son:
- Antecedentes o riesgos de aborto espontáneo o parto prematuro.
- Sangrado, flujo vaginal o cólicos inexplicables o sin motivos.
- Pérdida de líquido amniótico.
- Cuando la placenta está baja y cubre el cuello uterino.
- Cuando el cuello uterino está debilitado y se abre demasiado pronto.
- Si existe una infección de transmisión sexual.