No es fácil conseguir un equilibro, pero es imprescindible que ambos pongan de su parte para evitar caer en la monotonía.
Por muchos años el hombre era el único proveedor del hogar, ya que realizaba un trabajo remunerado fuera del mismo, mientras que la mujer se dedicaba sólo a las tareas domésticas, al cuidado y educación de los hijos, atención de los mayores y dedicación del marido. Con la incorporación de la mujer al mercado laboral aumentaron las funciones de ella, quien no puede seguir desempeñando las mismas funciones que venía realizando y además, trabajar fuera del hogar.
Se hace necesario, por un lado, un nuevo reparto de las funciones y responsabilidades familiares entre los cónyuges junto con la colaboración y apoyo de todos los miembros de la familia. Si no se logra distribuir las tareas domesticas, la mujer puede sobrecargarse y cansarse, lo que hará en ella que disminuya el deseo sexual.
La rutina
Cuando el hombre y la mujer trabajan fuera del hogar, ambos se agotan mucho y empiezan a caer en la rutina. Comienzan a postergar los momentos de intimidad. Si bien es cierto, es necesario trabajar para poder vivir, también se requiere que ambos puedan dedicarse momentos románticos que puedan llevar al éxtasis amoroso tanto en cantidad como en calidad.
Cuando uno de los dos le dedica más tiempo al trabajo en perjuicio de la intimidad, poco a poco se van enfriando los sentimientos y deseos que siente hacia el otro.
Componentes esenciales
Robert J. Sternberg, tras múltiples investigaciones efectuadas acerca del amor, propuso tres componentes que deben existir en toda relación:
- La intimidad, entendida como aquellos sentimientos dentro de una relación que promueven el acercamiento, el vínculo y la conexión.
- La pasión, como estado de intenso deseo de unión con el otro, como expresión de deseos y necesidades.
- La decisión o compromiso, la decisión de amar a otra persona y el compromiso por mantener ese amor.
Estos tres componentes se pueden relacionar entre sí formando diferentes formas de amor: intimidad + pasión, pasión + compromiso, intimidad + compromiso, etc.
Debe existir un equilibrio entre estos tres componentes y para que esto ocurra en la pareja deben dedicarse tiempo y atenciones.
Sugerencias
- Algunas recomendaciones para lograr el balance adecuado entre el trabajo y el sexo son:
- Dedíquese tiempo a sí mismo. Dése un buen baño caliente y relájese.
- Tenga detalles con su pareja (llamadas telefónicas, mensajes sensuales….).
- Por lo menos, un día a la semana, salga con su pareja a pasear, a cenar, a compartir.
- Bríndele a su pareja caricias, masajes eróticos.
El sexo es maravilloso, disfrútelo intensamente.
Dra. Olivia A. Sandoval Shaik
Psicóloga clínica, Sexóloga e Hipnoterapeuta
Consultorios América, piso 2, #228
Tel: 2294388 ext 2001