La osteoartrosis (OA) es considerada como una los cinco
principales causantes de discapacidad en el mundo y se estima que, para el 2025, más de
350 millones de personas la padecerán.

Existen muchas afecciones y dolencias que la pueden causar, como el sobrepeso,
lesiones, debilidad muscular, daños en los nervios que suplen las zonas de las
articulaciones e incluso, factores hereditarios.

Aunque la OA puede afectar cualquier articulación, ocurre más a menudo en las rodillas,
caderas y columna vertebral. En menor ocasión, afecta las muñecas, los codos o los
tobillos.

Es por esta razón, que este 12 de octubre en el día Mundial de la Osteartrosis, los
especialistas hacen un llamado a la población para generar conciencia en que además de
la detección oportuna, es importante prevenir o postergar la aparición de esta
enfermedad, tomando en cuenta algunas recomendaciones como realizar ejercicios de
bajo impacto de manera regular, para mejorar la salud articular; controlar el peso, a fin de
evitar generar mayor carga en los huesos, cartílagos y articulaciones; realizar pausas
activas; y mantener una dieta balanceada.

Especialistas señalan que existen tratamientos, como la viscosuplementación, que retrasan
hasta siete años la cirugía para pacientes con osteoartrosis avanzada.
La incidencia en pacientes jóvenes ha aumentado 4 veces desde 1990 a la fecha, debido a
la obesidad y a las prácticas de deportes de alto impacto.

La Asociación Panamericana de Reumatología la describe como una enfermedad crónica
y degenerativa, que se origina con el pasar del tiempo por el desgaste del cartílago que
protege los huesos, sin embargo, lesiones en la rodilla y caderas aceleran el proceso de
degeneración.

El Dr. Rony Calderón , Gerente Médico de Sanofi, comentó que la osteoartrosis puede
ser fácilmente detectada si el paciente identifica las señales de alerta como el dolor, la
rigidez, el crujido y la inflamación de las articulaciones.
“Al presentar cualquiera de estos síntomas, el paciente deberá asistir al médico para que
lo evalúen y realicen una radiografía a la articulación. Cuando no hay certeza con este

primer examen, es necesario hacer una tomografía o una resonancia magnética, a fin de
confirmar el diagnóstico. En el Día Mundial de la Osteartrosis hacemos un llamado a la
prevención y a un diagnóstico temprano de la enfermedad, a fin de ofrecer una mejor
calidad de vida al paciente”, agregó el médico.

A pesar de la fácil detección de la Osteartrosis, normalmente las personas confunden los
signos con molestias temporales y esperan más tiempo del debido en buscar atención
médica. «En algunos casos los pacientes recurren, incluso, a la automedicación, lo que
puede conllevar el incremento del dolor hasta el punto de afectar la vida cotidiana del
paciente a largo plazo, por generar insomnio y falta de concentración. Por otra parte, el
sedentarismo a raíz de la incomodidad, propicia la aparición de otras enfermedades
crónicas como obesidad, la diabetes, la hipertensión o el aumento de grasas en la
sangre”, enfatizó Calderón.

Ante este padecimiento, los especialistas enfatizan en la importancia de recibir
tratamiento de forma oportuna, ya sea con suplementos, con analgésicos tópicos u orales
y/o diferentes modalidades de terapias aprobadas para el manejo de pacientes con
desgaste de la articulación.
“Entre los distintos procedimientos destaca la técnica de viscosuplementación de alto
peso molecular, que consiste en una inyección que lubrica y amortigua la articulación de
la rodilla con derivados de ácido hialurónico, una sustancia que está presente de manera
natural en el organismo. Esta opción ha demostrado retrasar hasta por siete años la
cirugía, aún en los casos avanzados de la enfermedad”, concluyó el Dr. Calderón.

La tasa de relación de la presentación de la enfermedad es de 4.8:1 (significa que por
cada 4.8 mujeres, un varón presenta la misma). Alrededor del 80% de los enfermos,
tienen más de 65 años y se dice que el 50% de los pacientes arriba de estas edades,
tendrán evidencias radiográficas de enfermedad osteoarticular, con o sin síntomas.
Sin embargo, esta enfermedad está dejando de ser una enfermedad solo del adulto
mayor, ya que la incidencia en pacientes jóvenes (35-44 años), ha aumentado 4 veces
desde 1990 a la fecha, sobre todo debido a la obesidad y a las prácticas de deportes de
alto impacto (correr, deportes extremos, y actividad física de alto impacto como es el
crossfit, entre otros).