A pesar de tener similitudes, el producto final es distinto en cuanto a su contenido nutricional y características.
El pan y la cerveza son dos alimentos que a primera vista parecen ser diferentes el uno del otro, pero tienen en común algunos de sus ingredientes: harina de cereales para la elaboración del pan y para el caso de la cerveza, se emplea los granos de cereales, además de agua y levadura. La levadura empleada para la fermentación del pan es de la misma especie, pero de una cepa diferente que la utilizada para la fermentación de la cerveza.
El proceso de fermentación entre uno u otro es lo que establece las principales diferencias ya que, para el caso de la cerveza, su fermentación dura varios días y va a producir alcohol. En cambio, en el pan, ocurre una fermentación más corta, y es la responsable de que se infle la masa del pan, debido a la liberación de gas, este proceso desarrolla un pequeño porcentaje de alcohol, pero se evapora durante el horneado por las altas temperaturas. La cerveza no es sometida a calor después de la fermentación, por lo tanto, conserva el alcohol. Otro aspecto que distingue a una fermentación de la otra, es que durante la fermentación de la cerveza la levadura descompone el gluten de los cereales empleados.
Algo más que tienen en común es que tanto la cerveza como el pan son percibidos como alimentos que engordan, y que deben ser eliminados para lograr una reducción de peso. Esta fama se le atribuye por su contenido de carbohidratos, las dietas de moda para reducción de peso se caracterizan por eliminar los carbohidratos de la alimentación. Por supuesto, que en una dieta equilibrada y que tenga como finalidad la reducción de peso, se debe reducir el contenido de almidones refinados y azúcares, teniendo en cuenta la reducción energética conveniente para que el cuerpo utilice las reservas de grasa corporal como fuente de energía y lograr el adelgazamiento.
CALORÍAS
Si hablamos de las calorías que tienen estos dos alimentos, podemos decir que puede variar mucho. El pan es un alimento que tiene muchas variedades y presentaciones, por ejemplo 2 rebanadas de pan molde pueden tener entre 140 a 160 calorías, mientras que un trozo de baguette puede estar en las 175 calorías. En el caso de la cerveza, dependiendo del contenido de alcohol va a variar su contenido energético, ya que entre más alcohol, más calorías. En promedio podemos decir que una cerveza regular de 350ml tiene unas 155 calorías.
A pesar que son alimentos con similitudes, el producto final es distinto en cuanto a su contenido nutricional y características; su contenido calórico aparentemente es similar, no podemos obviar que en el contexto en que se consume ambos alimentos es completamente diferente por lo que se dificulta hacer una comparación objetiva.
Lo cierto es que el consumo excesivo de panes y sobre todo aquellos que son elaborados con harinas refinadas, grandes cantidades de grasa o aquellos panes dulces, no son una opción tan acertada para nuestra alimentación. Existen otras opciones de panes con harina integral que consumidos con moderación son recomendados.
En cuanto a la cerveza, podemos decir exactamente el mismo principio, el alcohol en exceso es perjudicial para la salud; además, el cuerpo genera una serie de mecanismos que conllevan a un aumento del apetito, por lo tanto, cuando consumes cerveza es posible que sientas deseos de consumir más alimentos. Además, el consumo crónico de alcohol en dosis no controladas puede conducir a un aumento de los triglicéridos o al desarrollo de esteatosis hepática, mejor conocida como hígado graso. De tal manera que, la recomendación del consumo de alcohol debe ser orientada a que sea de manera responsable, para cuidar de nuestra salud y la de las personas que nos rodean
RECOMENDACIÓN
En el contexto de una alimentación saludable, eliminar los carbohidratos de la alimentación y satanizarlos no es una medida juiciosa, por lo tanto, no es necesario que elimines el pan de tu vida, lo que debes hacer es consumir una variedad de alimentos y comer la proporción adecuada de cada grupo de macronutrientes, ajustando el contenido de calorías a nuestras necesidades para tener un peso saludable. Lograr ese equilibrio es lo que en ocasiones se vuelve complicado, y es fácil caer en excesos y déficit alimentarios, en tal caso, si requieres un plan de alimentos adaptado a tus necesidades, un nutricionista idóneo es el profesional que te podrá asesorar de la mejor manera.
Para el caso de la cerveza, si disfrutas de ella, siempre y cuando sea con moderación, la puedes consumir, sin pensar que es una opción menos conveniente por contener cierta cantidad de carbohidratos en su composición. Una bebida alcohólica con bajo contenido de carbohidratos o azúcares tiene un mayor contenido alcohol y por lo cual, su contenido calórico será mayor, puesto que el alcohol tiene una densidad energética más alta que los carbohidratos. Todas las bebidas alcohólicas deben tomarse en cantidades pequeñas a moderadas para que estén dentro del contexto de un estilo de vida saludable.