Por: Fanny Cardoze
Seguramente en alguna ocasión has decidido bajar de peso e inmediatamente eliminas alimentos como: pan, tortilla, pasta, arroz o papa, debido a la creencia que existe de que los alimentos que contienen carbohidratos “engordan”.
Constantemente escuchamos que los carbohidratos deben desaparecer casi enteramente de nuestra dieta, por ser un tipo de nutriente que lo único que hace es conseguir que aumentemos de peso. Desde luego, que ésta afirmación no tiene fundamento, simplemente es un mito que muchas personas creen y más ahora que está de moda las dietas ricas en proteínas.
La realidad es que los carbohidratos son la principal fuente de energía que podemos darle al cuerpo; por eso, hacer dietas bajas o sin carbohidratos produce fatiga, disminución del rendimiento y alteraciones en el cerebro, ocasionando confusión, mareos y hasta la pérdida del conocimiento.
El problema no es el carbohidrato, sino el exceso de calorías
Como ya expliqué, los carbohidratos son la principal fuente de energía que recibe nuestro cuerpo, aportan glucosa, que se convierte en energía, para poder realizar las actividades cotidianas. Pero los carbohidratos en sí, no son los responsables del aumento de peso, sino el consumo total de calorías. ¡Es sencillo! simplemente es una operación que debemos tener en mente cuando queremos mantener el peso. La cantidad de calorías que consumimos nunca debe sobrepasar las que gastamos. Si superamos las calorías que requerimos, vamos a aumentar de peso, y el exceso de calorías se acumulará en forma de grasa, si ingerimos menos de lo que gastamos, se usarán las reservas de grasa del cuerpo y adelgazaremos.
Es cierto que los carbohidratos contienen calorías; pero son fácilmente asimilables y rápidas de quemar por el organismo. Además, el resto de los nutrientes que ingerimos, como las proteínas, tienen la misma cantidad de calorías por gramos que los carbohidratos. Las grasas son el nutriente que más calorías aporta por gramo, y su utilización no es inmediata, ya que requerimos realizar actividad física prolongada para hacer uso de la grasa como fuente de energía. Por lo tanto, la solución es controlar la cantidad y tipo de alimentos de que consumimos.
Saber diferenciar tipos de carbohidratos
Los carbohidratos, sobre todo azúcares, aumentan la glucosa en sangre rápidamente, por lo que nos dan una dosis de energía instantánea que podemos utilizar, al realizar actividad física.
Para el caso de los carbohidratos complejos como los almidones integrales, la absorción es más lenta, por lo que su utilización será más efectiva, sobre todo si no se realiza esfuerzo físico que requiera energía inmediata.
Ante la afirmación de que los carbohidratos engordan, debemos saber diferenciar entre los diferentes tipos de carbohidratos. Los ejemplos citados son muestra de la utilización de los carbohidratos en nuestro cuerpo.
La manera en la que nuestro cuerpo asimila las calorías de los azúcares refinados es muy rápida, ya que hace que los niveles de glucosa en sangre, aumenten rápidamente e igual de rápido bajen produciendo sensación temprana de hambre, por lo que se corre el riesgo de ingerir alimentos en exceso, las calorías se acumularán en el cuerpo en forma de grasa así se aumenta de peso sin darse cuenta.
Por este motivo, no podemos generalizar y decir que los carbohidratos son malos, según el tipo de carbohidrato, hay que saber cómo proceder y elegir adecuadamente los alimentos que consumiremos.
Las dietas bajas en carbohidratos, no queman grasa eficientemente
Las dietas bajas en carbohidratos pueden funcionar porque son bajas en calorías (no mayores a 1200 calorías). Si una persona gasta al día alrededor de 2000 calorías y sigue una de estas dietas, tendrá un déficit de 800 calorías diarias que se traducirá en una pérdida de peso.
Como los carbohidratos son la principal fuente de energía y algunos tejidos sólo los utilizan como fuente de energía, en una dieta sin carbohidratos, el organismo gastará las proteínas del músculo y las eliminará por la orina, ocasionando una pérdida de peso debido a la pérdida de músculo y de líquido.
Las dietas bajas en carbohidratos ocasionan una rápida pérdida de peso a partir de músculo, agua y una pequeña proporción de grasa. Si el organismo no recibe su combustible (carbohidratos), casi no quemará grasa. Se puede perder grasa en mayor cantidad con una dieta equilibrada, que no elimine los carbohidratos. Aunque la pérdida de peso de esta forma es más lenta, se deteriora la composición corporal.
Las dietas bajas en carbohidratos producen desgaste
La falta de carbohidratos afecta el rendimiento, pues las reservas de carbohidratos en el organismo son limitadas, se agotan fácilmente después de hacer ejercicio o después de no consumirlos. Algunos órganos como el cerebro, sólo utiliza carbohidratos como fuente de energía, por lo tanto su falta ocasiona fatiga, confusión, pérdida de memoria, mareos e irritabilidad.
Para las personas que hacen ejercicio, la falta de carbohidratos limita su capacidad y no avanzan en su entrenamiento, además de que se afectan por la deshidratación y llegan a poner en riesgo la salud.
Lo más importante para bajar de peso es perder grasa corporal, y no desgaste muscular y deshidratación. Para lograrlo, es necesario seguir una dieta baja en calorías, que no elimine los carbohidratos.
Un nutricionista idóneo puede recomendar el mejor plan de alimentación de acuerdo a las necesidades personales.