Una dieta adecuada, el consumo regular de agua y la actividad física, son elementos que ayudan a elevar las defensas del sistema inmunitario.
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Con los cambios climáticos actuales, el sedentarismo, el aumento de estrés y la alimentación inadecuada pobre en nutrientes, el cuerpo tiende a exponerse a enfermedades o síntomas que se originan por la falta de defensas en el organismo. Los alimentos juegan un papel importante al momento de superar estos trastornos y es por ello, que se debe considerar aumentar las defensas del sistema inmunológico de forma natural.
El cuerpo está dotado de barreras biológicas que permiten reconocer las sustancias extrañas, neutralizarlas y eliminarlas del organismo cuando sea necesario. Es importante conocer que el cuerpo está expuesto a producir radicales libres (soldaditos malos).
EXISTEN DOS TIPOS DE RADICALES LIBRES:
Los externos: una mala alimentación, consumo de tabaco, alcohol, medicamentos, contaminación y exposición solar.
Los internos: el ejercicio muy intenso, el estrés y los propios del metabolismo.
Ante la presencia de radicales libres, el organismo debe neutralizarlos y defenderse, para así evitar la lesión de los tejidos, pero el problema propiamente dicho, aparece cuando la concentración de estos radicales libres es muy elevada y provocan una reacción oxidativa en el sistema.
Aquí, entra en juego los llamados antioxidantes (soldaditos buenos), los cuales son moléculas capaces de retardar o prevenir la oxidación de otras moléculas y luchar contra los radicales libres.
El cuerpo no almacena antioxidantes, deben ser consumidos en forma constante, a fin de obtener sus beneficios.
ALIMENTOS RICOS EN ANTIOXIDANTES
- Las frutas cítricas –kiwi y fresa–, los pimientos y el tomate son fuentes de vitamina C, constituye una excelente forma de reforzar los tejidos cutáneos dándoles elasticidad y colágeno, a su vez prepara a la piel para que retenga la humedad y firmeza.
- Las almendras y nueces, aceite de soya, oliva y canola son fuentes de vitamina E, protege el sistema cardiovascular, el sistema nervioso, las células musculares y además los glóbulos rojos.
- Tomate, sandía, zapallo, zanahoria, papaya, melón, naranja, brócoli y espinaca son alimentos ricos en Carotenoides, disminuyen riesgo de padecer enfermedades infecciosas como: enfermedades de la piel, cáncer y colesterol.
- Uvas, manzanas y cerezas son ricas en Flavonoides protegen los riñones y tienen propiedades cardioprotectoras.
- Huevos, cereales, frutas, vegetales y carnes magras son ricos en Selenio, mineral que fortalece el sistema inmunológico, relacionado con un menor riesgo de tumores de piel, hígado, colon y mama.
- Pescado, carnes, cereales, frijoles, almendras y avellanas son alimentos ricos en Zinc, mineral que también mejora las defensas y ayuda a mantener la elasticidad de la piel.
En conclusión, se debe consumir por lo menos 5 porciones de frutas y vegetales al día, de preferencia de colores variados para obtener mayor beneficio antioxidante. No dejar de comer la proteína animal, de preferencia las carnes blancas libres de grasa, los frutos secos (meriendas), sin olvidar que el organismo está compuesto de 50-70% de agua, es importante no dejar de consumir los 8 vasos diarios, además de la practica constante de actividad física para darle mantenimiento al sistema esquelético.
Fanny Cardoze
Nutricionista Dietista
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