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Lorena Ochoa de México, quien decidió dedicarse a otras cosas a pesar de tener éxito en su carrera.

La preparación psicológica y mental, la adaptación a los cambios, la inteligencia y la constancia en el rendimiento, son factores que determinan el éxito o el fracaso de un deportista.

Por: Rubén D. Villegas
Orientador / Twitter: @RubenDVillegas

Ser deportista profesional tiene basamentos similares a cualquier otra carrera. Por supuesto que la fama y el dinero son dos elementos que se nos vienen a la mente al hablar de futbolistas, peloteros o pilotos de Fórmula 1.

Obviamente, llegar al máximo nivel de competencia es difícil. Requiere de mucho tiempo y esfuerzo invertido, interminables sesiones de entrenamiento, modificar hábitos alimenticios, sociales y de vida en general, incluso la forma de ver la vida se ve altamente influenciada por la práctica deportiva. Lo que para muchos es un hobby, para los atletas de alta competencia es una labor de vida. Un trabajo con altas y estrictas exigencias.

La presión
Una vez alcanzada la meta de competir en el mayor nivel, mantenerse en el mismo es aún más exigente. Se debe lidiar con la inestabilidad del mercado laboral, son pocos los que logran mantenerse en un mismo equipo durante toda su carrera. Además de toda la presión ejercida por los medios, aficionados, directivos, técnicos y colegas, que siempre exigirán lo mejor del atleta y más.

La vida privada
La fama trae consigo una alta responsabilidad para manejar temas como la vida privada. La sobreexposición mediática suele hartar a algunos que terminan demostrando comportamientos lamentables ante el acoso. Otros, simplemente quieren pasar más tiempo con sus familias, añorar los días en que correr detrás de un balón o dar un batazo era parte de la recreación.

Más allá de los 40
Algunos logran llevarlo por más tiempo del esperado como Nolan Ryan, Ricky Henderson, Romario y Evander Holyfield, quienes continuaron compitiendo hasta pasados los 40 años. Otros, en cambio, decidieron dedicarse a otras cosas a pesar de ser altamente exitosos y estar en la cúspide de su carrera como Ryan Sandberg, Lorena Ochoa o Michael Jordan.

Las razones para mantenerse o retirarse derivan de las prioridades de vida de cada individuo. Algunos lograron compaginar perfectamente la vida familiar con la profesional sin problemas. Mientras que otros no. Simplemente se cansaron de hacer lo mismo y quisieron un cambio o consideran que ya lograron todo lo que querían y no tienen nada nuevo que los rete.

El retiro en la cúspide es difícil de comprender para quienes no vivimos esas situaciones, pero sobre todas las cosas, los atletas profesionales son seres humanos, con emociones, sentimientos y reacciones tan normales como los de cualquiera, en situaciones extraordinarias para quienes no viven esa experiencia.