No es contagiosa, no hay que aislar a los pacientes que la presentan.
Es una enfermedad inflamatoria de la piel que presentan muchos pacientes y otros subdiagnosticados que aún no han llegado a un especialista (dermatólogo) que les ilustre sobre la entidad que padecen.
Psoriasis, tan temida esta palabra, pero que al ser comprendida y controlada la enfermedad de forma íntegra, se convierte en una condición más del individuo. Quienes la padecen y realmente la conocen se mantienen controlados por largos períodos de tiempo.
En Alejandría (460-377 a.c.) ya se hablaba de Psora y Lepra. Es una entidad universal que ataca al 3% de la población mundial. En 1/3 de los pacientes hay historia familiar. Es una enfermedad multifactorial, influenciada por muchos factores exacerbantes entre ellos ambientales y psicológicos.
Recambio rápido
La base molecular de la psoriasis es una actividad proliferativa a nivel de los queratinocitos (células ubicadas en la piel). Normalmente la epidermis se recambia de forma constante, pero en los pacientes con psoriasis ese recambio ocurre ocho veces más rápido.
Clínicamente se observan las áreas de piel rojas afectadas por la constante inflamación presente, se observan dichas áreas rojas recubiertas de una placa escamosa blanco-grisácea no cohesiva bien delimitadas. Las áreas más afectadas en los pacientes con psoriasis son el cuero cabelludo, detrás de las orejas, codos, rodillas, ombligo y área sacra. Recordemos que las uñas son un anexo de la piel, estas también se suelen ver afectadas en más o menos el 50% de los pacientes afectados, se les observan unos puntitos u hoyuelos diminutos y en otros casos manchas amarillas en la placa ungueal.
Tipos de psoriasis
Hay muchos tipos de psoriasis y existen muchas formas de clasificarla. La más común en los adultos es la psoriasis en placas (lesiones grandes rojas con escamas en su superficie) y en los niños, la psoriasis en gotas (lesiones similares a las del adulto, pero en forma de gotas). En algunos casos más severos se afectan las articulaciones (artritis psoriática).
Factores desencadenantes
Existen factores desencadenantes como el estrés, localización anatómica, traumatismos físicos, infecciones, sitios anatómicos, fármacos, el alcohol, cambios climáticos, cambios hormonales en la mujer, entre otros. Algunos estudios revelan que hasta la alimentación puede influenciar, se recomienda dieta baja en proteínas porque el 50% de estos pacientes presentan elevaciones en el ácido úrico. La psoriasis no es contagiosa, no hay que aislar a los pacientes que la presentan.
Tratamiento
En cuanto al tratamiento, no existe ningún medicamento en el mercado ni remedio que induzca a la cura. El tratamiento aporta un adecuado control y su principal objetivo es mantener las remisiones (tiempo sin lesiones) por mayor tiempo.
El tratamiento debe ser integral. En la parte médica, dependiendo de la indicación, se prescriben medicamentos vía tópica y/o sistémica, soporte nutricional, odontológico y psicológico. Desde mi punto de vista, este último es el pilar del tratamiento. Dentro de las opciones tópicas se indican medicamentos anti-inflamatorios, queratolíticos, reductores, inmunosupresores, anti- proliferativos, humectantes, emolientes e hidratantes. Existen también opciones de fototerapia (a base de radiaciones ultravioletas controladas). En los casos de artritis psoriática se necesita la interacción del reumatólogo y del soporte por parte de fisioterapia.
Dra. Jessica Correa
Dermatóloga y Cirujana de Piel
Centro Médico Chitré
996-2340
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