La Dermatología hoy por hoy no se escapa del nexo psico-neuro-endocrino, la mayoría de las patologías dermatológicas se ven exacerbadas (empeoradas) por causas psicológicas entre ellas el estrés
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Por más mínima que sea una lesión en piel es vista por los demás, tal vez sea éste un agravante en nuestros pacientes ya que se les suma la vergüenza y el complejo afectando su autoestima.
Sin embargo, dependiendo de las escuelas y autores dermatológicos hay clasificaciones como tal para las NEURODERMATITIS, trataré de abreviar las más comunes.
Acné, rosácea, vitíligo, alopecia areata, dermatitis seborreica, liquen simple crónico, psoriasis, herpes simple y zoster, prurito (picores) anales y vulvares son algunas de las condiciones afectadas por el “estrés”, lo escribo entre comillas ya que el estrés suyo (lector) no es el mismo que mi estrés.
El acné del adolecente y la rosácea (acné del adulto), se empeoran en ciertas situaciones, un típico ejemplo es aquel atleta que tiene una carrera, desea mejorar su tiempo y el día del evento amanece “brotado” ó con algunas espinillas de más!; Situaciones cotidianas laborales que afectan a los adultos, empeorando otras condiciones como por ejemplo las dermatitis seborreicas: se produce mayor sebo por parte de las glándulas sebáceas y aumenta la presentación de la caspa en el cuero cabelludo, otro ejemplo puntual puede ser aquella mamá joven que de niña padeció varicela, el virus quedó latente y ante el estrés de sus hijos y el trabajo un día amanece con ardor y un área enrojecida a un costado, a los días presenta un herpes zoster, podría describir muchos ejemplos puntuales de cómo se afecta la piel ante el estrés.
Esto explica el por qué debemos tratar de mantener un adecuado balance emocional para evitar desencadenantes inflamatorios, causantes de liberación de ciertos químicos entre ellos los neuropéptidos, mastocitos e histaminas, responsables de picazón y eccemas en la piel. No sólo se afecta la piel como tal, se afectan sus anexos: el cabello, las uñas, las glándulas sudoríparas y sebáceas. Nuestra piel se origina de la misma estructura donde se origina el sistema nervioso durante la vida fetal razón por la cual debemos mantener nuestro sistema nervioso y emociones bajo control (SALUD EMOCIONAL). Además de los tratamientos dermatológicos ya sea tópico ó de forma sistémica, se debe brindar soporte psicológico a los pacientes; Para evitar recaídas se deben practicar técnicas de relajación como yoga y practicar deportes. En algunos casos existe la duda por parte del paciente cuando se le informa la causa de la enfermedad, se pregunta por estrés???, en la mayoría de los casos ignoran la alteración tanto emocional, de ansiedad, angustia, depresión, entre otras.
No toda situación estresante es negativa, recordemos que el estrés es una respuesta de nuestro cuerpo ante una adversidad, lo malo es no controlar tal situación, y dejar que nos controle y se prolongue el estar en alerta, de éste simple hecho aparecen la mayoría de las enfermedades inflamatorias y autoinmunes donde se ve involucrada la piel.
Considero que lo más importante es recordar que la piel es el reflejo de todo lo que ocurre en nuestro interior!, debemos de aprender a escucharla, ella nos susurra, nos habla, nos dice lo que sentimos…
Dra. Jessica Correa
Dermatología y Cirugía de Piel
Centro Médico Chitré
996-2340