En el marco de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, Kimberly Clark y UNICEF hablan sobre los mitos y verdades respecto a la lactancia y su importancia en los primeros meses de vida del bebé.
La lactancia materna es una forma inigualable de facilitar el alimento ideal para el crecimiento y el desarrollo de los bebés. Cuenta con innumerables ventajas no sólo para la salud del pequeño sino también para sus mamás.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF – con quien Kimberly-Clark tiene una alianza hace 3 años – recomiendan que la leche materna sea el alimento exclusivo de los bebés hasta los 6 meses de edad, y en lo posible extenderla, al menos, hasta los 2 años en combinación con otros alimentos
Para la marca Huggies®, el vínculo que existe entre los padres y su bebé es vital para promover una crianza positiva, al igual que el poder que tienen los abrazos en su desarrollo.
Por esta razón, se suma a los esfuerzos que se realizan actualmente para promover la lactancia materna y sus múltiples beneficios.
Para la especialista Mariana Valverde, asesora en Alimentación del Recién Nacido, la lactancia materna es más que un alimento, es cercanía, calor, seguridad, apego, protección y mucho más.
La leche materna es un fluido vivo, complejo, dinámico y personal que varía en composición a lo largo de la lactancia, adaptándose a las necesidades específicas de crecimiento y desarrollo del bebé.
¿De qué está compuesta la leche materna?
• En un 88% de agua.
• Vitaminas como la B, C y E.
• Minerales como el hierro y el calcio.
• Ácidos grasos que brindan energía y son esenciales para el desarrollo del cerebro y la vista del bebé.
• Hidratos de carbono como la lactosa, la cual favorece el desarrollo de la flora intestinal del lactante.
• Proteínas como α-lactoalbúmina y la lactoferrina.
• Componentes bioactivos y factores inmunológicos.
• Azúcares.
¿Cuáles son los beneficios de la lactancia materna?
La lactancia materna además de ser el mejor alimento para el bebé, brinda muchos beneficios para el niño, la mamá y la familia. A continuación, el detalle:
Para el bebé:
– La leche humana contiene agentes antimicrobianos, antiinflamatorios e inmunorreguladores, que contribuyen al desarrollo del sistema inmunológico.
– Reduce la frecuencia de trastornos pediátricos agudos y crónicos, entre ellos, la otitis media, la enfermedad diarreica aguda, las enfermedades de las vías respiratorias bajas, el síndrome de muerte súbita del lactante, la enfermedad inflamatoria intestinal, la leucemia infantil, la diabetes mellitus, la obesidad, el asma y la dermatitis atópica.
– Durante el segundo año de vida continúa siendo una fuente importante de macronutrientes y factores inmunológicos para el niño pequeño en crecimiento.
Para la madre:
– Menor es el riesgo de desarrollar cáncer de mama y de ovario.
– Disminuye el riesgo de la diabetes mellitus y la hipertensión.
– Ayuda a la rápida recuperación después del parto y disminuye el riesgo del sangrado post- parto.
Para la familia:
– Promueve el vínculo afectivo.
– Disminuye los gastos de atención de salud del bebé, ya que el niño es menos propenso a enfermarse.
– Ahorra tiempo de preparación y gastos en artículos como biberones o fórmula si se amamanta de manera exclusiva.
¿Cuáles son las mejores posiciones para amamantar?
¡La mejor posición para amamantar es aquella en la que la mamá y el bebé se sienten cómodos!
Crianza biológica: La mamá está en postura acostada en un ángulo de 15-65 grados. Se coloca al bebé boca abajo, encima de mamá entre los dos pechos; es ideal para los primeros días de lactancia, pues permite que la mamá descanse y fomenta un agarre profundo al pecho.
Cuna: La mamá está en postura sentada o semi-reclinada. Se coloca al bebé de lado con su pancita en dirección a mamá y con su cabeza descansando en el antebrazo; es la más conocida y habitual.
Cuna cruzada: La mamá en postura sentada o semi-reclinada y sostiene al bebé con la mano y el brazo opuestos al pecho del que alimenta. Ideal para cuando se trabaja agarres guiados por la mamá.
Posición de Rugby: Es muy útil para mamás que tuvieron parto por cesárea, gemelos, pechos muy grandes o pezones que apuntan hacia los lados. La mamá se acomoda en una postura sentada o semi-reclinada. El cuerpo del bebé pasa por debajo del brazo de mamá (mismo lado del pecho con el que va a amamantar) y sus piernas apuntan hacia la espalda de ella; la
mamá puede colocar su mano en forma de “C” en la base del cuello del bebé o en su espalda.
Tumbada de lado: Es útil para mamás con pechos grandes y, además, permite al bebé y la mamá descansar. En esta posición, se acuesta al bebé de lado mirando a la mamá, quien puede usar su antebrazo para sostener la espalda de niño o colocar un paño o cobija arrollado para apoyar la espalda del bebé; si es necesario, puede sujetar el pecho con la otra mano.
¿Es recomendable alimentar al bebé con otros productos alternativos a la leche materna?
La OMS y la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP) recomiendan la lactancia materna exclusiva en los primeros 6 meses de vida. A partir de esta edad, el bebé se encuentra listo para la introducción gradual de alimentos sólidos y complementar su dieta con la lactancia materna -ya que ésta continúa siendo su fuente principal de nutrición hasta alrededor del año-.
Asimismo, ambas organizaciones recomiendan que la lactancia se extienda durante el tiempo que la mamá y el bebé deseen, inclusive hasta los dos años o más.
En caso de que no se pueda dar lactancia materna exclusiva, existen fórmulas lácteas disponibles en el mercado para alimentar al bebé.
¿Qué alimentos se recomiendan para mejorar la salud digestiva del bebé en el periodo de transición de lactancia materna a alimentos sólidos?
Si el bebé padece de estreñimiento puede ofrecerle alimentos como papaya, ciruela, aguacate, mango, espinaca, pitaya y calabaza.
Fuente de información: Mariana Valverde, asesora en Alimentación del Recién Nacido, agosto 2022.