Foto: (AP Photo/Arnulfo Franco) |
Al contar con una interconexión de 300 megawatts con Centroamérica, que va subir a 600 megawatts y otra que se construirá con con Colombia de unos 400 megwatts, le permitirá a Panamá comprar energía de un lado y venderle al otro y viceversa.
Ricardo González Jiménez
(Ciudad de Panamá -ANPanamá).
Con la conclusión de la tercera línea de transmisión eléctrica, a un costo de US$300 millones, Panamá aspira a convertirse en un “hub” de trasmisión regional, actuando como intermediario para trasportar la energía que se genere en Colombia y Centroamérica, con lo que se lograrían ingresos adicionales para la Empresa de Transmisión Eléctrica (ETESA).
El proyecto se vería reforzado con la construcción de una cuarta línea de transmisión, la cual se construiría en la zona atlántica del país y formaría un anillo de seguridad con las otras tres líneas de transmisión que actualmente se extienden por el centro del país. Esta cuarta línea se encuentra en estudio; sin embargo, ETESA ya ha iniciado sobrevuelos en el área para elegir la mejor ruta.
El gerente general de ETESA, Iván Barría, destacó que el destino de Panamá siempre ha sido ser un lugar de tránsito, de comercio y de intercambio. Contar con una interconexión de 300 megawatts con Centroamérica, que va a subir a 600 megawatts, y otra de unos 400 megawatts que se construirá con Colombia, le permitirá a Panamá comprar de un lado y venderle al otro.
Barría explicó que esto significa que Panamá no solo recibirá ingresos por generación y transmisión, sino también por el intercambio de energía. “Creo que este es el destino de Panamá, ser un lugar de tránsito y comercio, lo es con el Canal y el Centro Bancario y, estoy seguro, también lo será en energía”, precisó el funcionario.
Barría destacó, además, que con un enlace geográfico a nivel nacional, la tercera línea, que en este momento está en construcción,incrementará significativamente la eficiencia, y permitirá disponer de energía limpia las 24 horas del día, los 365 días del año.
49% de avance
La tercera línea de transmisión lleva un 49% de avance y se ha convertido en el proyecto insignia del actual gobierno en materia de energía. La obra beneficiará a Panamá en términos de la calidad de transmisión y transferencia de energía.
El proyecto, a cargo de la empresa brasileña Norberto Odebrecht Infraestructura, conlleva la construcción de una línea de doble circuito desde Tolé, en la provincia de Chiriquí, limítrofe con Costa Rica, hasta la comunidad de Condado del Rey, localizada en el centro de la ciudad capital.
La nueva línea tendrá la capacidad para transportar 800 megawatts y contará con una extensión total de 300 kilómetros, aproximadamente. Serán erguidas 854 torres que tendrán un promedio de distancia de 300 metros hasta 400 metros, dependiendo del área donde estarán ubicadas, en paralelo, al norte de las líneas de transmisión 1 y 2.
De acuerdo con informes de ETESA, actualmente se han recibido 252 torres, 48.000 aisladores, 1.860 kilómetros de cable conductor y 315 kilómetros de cable de guarda que están siendo montados conforme a lo programado.
Beneficio para la población
Durante un recorrido por las obras en construcción, el ministro de Economía y Finanzas (MEF), Dulcidio De La Guardia, señaló que la nueva línea de transmisión eléctrica ha generado hasta el momento 1.500 puestos de trabajo directos e indirectos. Beneficiará a más del 50% de la población del país, y permitirá garantizar el suministro ininterrumpido de energía y evitar ciclos de racionamiento en épocas de verano, como los que se presentaron en 2013 y 2014, en diversas áreas del territorio nacional, incluso algunas de la ciudad de Panamá.
Por su parte, el secretario Nacional de Energía, Víctor Urrutia, destacó que la tercera línea viene a llenar una estrechez en materia de transmisión, ya que en la región de Chiriquí se han construido una serie de proyectos de generación hidroeléctrica que habían superado la capacidad de las actuales líneas, por lo que mucha de la energía limpia que se genera en esa región no puede llegar a los principales centros de consumo.
“La tercera línea tendrá un impacto positivo en la calidad del servicio y la disponibilidad de energía, y esto se traducirá en una mejora en las tarifas porque debemos recordar los sobrecostos que nos ocasionó no tener la tercera línea al tener que exportar energía barata porque no había forma de trasportarla a Panamá”.