El juguete más caro y más bonito no es necesariamente el mejor, ni el más adecuado para nuestros hijos
Por: Zulay Espinosa
Foto: Dreamstime
Como padres, debemos preocuparnos de que en la selección de los juguetes se conjuguen actividades en las que el niño(a) se divierta y a la vez sea estimulado en su desarrollo psicomotor. Esto depende de la edad y grado de madurez del menor. Por otro lado, los juguetes o juegos seleccionados deben ser seguros; de allí la importancia de realizar una evaluación exhaustiva de las características del juguete antes de su adquisición y la supervisión constante, sobre todo si se trata de menores de cinco años.
Antes de rompernos la cabeza en lo costoso, que puede ser el juguete de moda y de no contar con el dinero para la compra del mismo, debemos poner en práctica nuestra imaginación y a la vez incentivar a que el niño utilice su propia imaginación, utilizando enseres domésticos o materiales de reciclaje, sin incurrir en grandes gastos, con los cuales podemos lograr horas y horas de diversión sana. Al fin y al cabo, el mejor juguete no es muchas veces el que como padres pensamos que es el mejor, sino aquel con el cual el niño(a) nunca se cansa; el que siempre despierta su entusiasmo; el que lo motiva y con el que se divierte a diario. Esto se logra con envases de helado, rollos de papel toalla o papel higiénico, improvisación de maracas con frijoles, confección de títeres o muñecos, hasta con el más sofisticado de los juguetes.
Debemos tomar en cuenta algunas consideraciones antes de la selección de los juguetes. Estas incluyen:
Que sean apropiados para la edad y madurez del niño
El desarrollo del niño evoluciona rápidamente. A medida de que los niños crecen, necesitan estímulos diferentes y los juguetes deben adaptarse a esa evolución.
Los bebés menores del año requieren de juguetes que estimulen sus cinco sentidos, aquellos con colores, formas, texturas y sonidos interesantes.
Los niños de entre 1 y 2 años se entretienen metiendo y sacando cosas. Son más imaginativos. Han adquirido cierta destreza manual y disfruta manipulando objetos que amplíen su práctica.
El niño de entre 2 y 3 años es imitativo. Aprende a identificar las texturas y a diferenciar las características de los objetos. Es más independiente. Le gusta construir y destruir; reunir y separar.
Los niños de entre 3 y 5 años ya les gusta compartir con otros niños. Identifican los colores. Manejan conceptos espaciales de arriba, abajo, afuera y adentro. Muestra más curiosidad por las cosas. Tiene mayor capacidad de atención.
Los mayores de cinco años muestran interés en la lectura y la escritura. Sienten curiosidad por el mundo y su funcionamiento. Les interesa saber el origen y utilidad de los objetos que lo rodean.
Características del juguete
- Es necesario leer las etiquetas, instrucciones y avisos de alerta que están indicados en las cajas o etiquetas: rangos de edad para su uso, utilización del tipo de baterías, tamaños de las piezas, etc.
- Juguetes con piezas pequeñas no deben ser utilizados en menores de cinco años. En general, los juguetes y sus partes deben ser más grandes que la boca de niño, para evitar asfixia por atragantamiento. En menores de cinco años se debe evitar el uso de canicas, bolitas, globos y pequeñas piezas. Se la pueden tragar o introducir en los oídos o nariz.
- Si el juego tiene baterías deben estar en compartimientos sellados, difíciles de acceder para el niño. Las baterías circulares pequeñas son altamente nocivas para el niño. Si las traga les pueden provocar serias quemaduras en la boca y el tracto digestivo.
- Se debe evitar juguetes que disparen objetos en el aire por el riesgo de potenciales lesiones en los ojos del niño.
- Evitar juguetes que produzcan ruido excesivo, ante el riesgo de lesionar la audición del menor.
- Muñecos y peluches deben estar bien confeccionados; lavables preferiblemente. Los bordes seguros y las pequeñas piezas (ojos, nariz) bien adheridos. Eliminar etiquetas para evitar el riesgo de que sean tragadas por el niño.
- Si son juguetes de plástico, deben ser resistentes. Si son muy delgados los pueden partir con la boca y tragar.
- Evitar juguetes confeccionados con materiales tóxicos. Asegúrese de que la etiqueta diga NO TÓXICO (lápices de colores, pinturas, maquillajes para niñas).
- No utilizar juguetes con cuerdas en niños muy pequeños (puede provocar estrangulación).
- No utilizar juegos de química en menores de doce años. Aún así, deben ser supervisados.
- Los juguetes que emulan armas de fuego (pistolas, rifles, pueden ser altamente peligrosos. Si se utilizan en forma inadecuada, por ejemplo, aquellas con balines, pueden provocar serias lesiones en los niños. Algunos estudios sugieren que estos juguetes pueden provocar conductas agresivas y violentas en algunos niños e inclusive distorsionar la diferencia entre un arma real y una de juguete.
- Si se trata de juegos que serán utilizados fuera del hogar: patinetas, patines, triciclos, bicicletas, scooters, deben ser utilizados en lugares seguros (jamás en la calle). Siempre bajo la supervisión de un adulto y con las debidas medidas de protección (cascos, coderas, rodilleras).
- En el caso de piscinas, si son inflables, sacar el agua al no utilizarlas. Un niño pequeño puede sufrir de ahogamiento por inmersión, tan solo con el agua contenida en un cubo. Las piscinas más grandes y fijas deben estar cercadas y el niño nunca debe tener acceso a esa área solo.
Los juguetes recomendados por grupos de edad son los siguientes:
- Recién nacidos a 6 meses de edad: móviles o juguetes que cuelguen (fuera del alcance del bebé), mordedores y juguetes de apretar, pelotas y juguetes blandos, fotografías plastificadas y espejos de bebé.
- 7-12 meses: libros duros de tela o de plástico, pelotas, cubos grandes y blandos, juguetes con ruedas, muñecos de peluche, envases, tazas y juguetes que floten.
- 1-2 años: juguetes y cajas musicales, libros, muñecos sólidos, juguetes de introducir por un eje, juguetes de arrastrar y empujar, juguetes de guardar uno en otro, juguetes de seleccionar y ensartar, juguetes con ruedas, teléfonos de juguete, juguetes musicales.
- 3-5 años: pizarras magnéticas (para colocar letras o números), libros, juegos de té, largavistas, juguetes deportivos.
- 6-9 años: juegos de carta, trenes, instrumentos musicales, juegos de doctor, juegos de mesa, bicicleta con casco, bolas, cuerdas para saltar.
- 10-14 años: juegos de computadora, microscopios, telescopios, juegos de mesa, equipos deportivos.
Prevención de lesiones
En términos generales, el acto de jugar con nuestros niños lleva consigo algunas importantes medidas para no tener que lamentar situaciones que pongan en riesgo la integridad del niño.
- Es inevitable que, jugando, un niño sufra de algún trauma menor o raspón. Sin embargo, se deben evitar lesiones que pongan en peligro su vida e inclusive lo lleven a la muerte. La clave es la prevención y esto se logra con:
- Supervisión del niño mientras juega (sobretodo si es menor de cinco años).
- Si se tiene piscina o ante la posibilidad de que el niño se trague algo que pueda asfixiarlo, se recomienda que los padres o personas encargadas del cuidado del niño tomen cursos de Reanimación Básica (BLS) que se dictan en escuelas y son impartidos por algunas instancias como la Cruz Roja.
- El área de juego debe ser segura.
- Mantener los juguetes limpios y en buen estado.
- Si son juegos con cordones eléctricos, supervisar los cables y no permitir que el niño los enchufe.
- Almacenar los juguetes en lugares seguros y apropiados. Los juguetes de mayores fuera del alcance de los menores.
No colocar los juguetes en sus cajas una vez abiertas (los bordes plásticos de las cajas pueden provocar lesiones).
Estas son apenas algunas guías en cuanto a la selección y utilización de juguetes, dependiendo de la edad del niño. La clave es la supervisión continua para prevenir accidentes y compartir con ellos agradables momentos, de manera que podamos ir viendo sus logros en cada etapa de su desarrollo, en un ambiente seguro y feliz.
Dr. Iván Antonio Wilson
Presidente
Sociedad Panameña de Pediatría